Usted ha relativizado la importancia de las ayudas a la Unión Europea para hacer frente a la crisis del Covid, asegurando que no estamos ante un paso hacia adelante demasiado rupturista ni tampoco excesivamente creativo y que, desde luego, no saldrá gratis a los países beneficiados ¿Cuál seré el coste de estas ayudas para España en particular?

En esencia no se ha producido una ruptura ni tampoco un hecho tan novedoso que pueda ser calificado como histórico, más de lo que ya se dejó asentado en la vía de salida de la crisis de deuda de 2010, incluso que las instituciones europeas puedan hacer emisiones de deuda, si bien las cuantías sí son más grandes. Este marco es para España una oportunidad extraordinaria, pero para ello tendrá que asumir dos costes importantes: por un lado, crear equipos serios, rigurosos y reputados de técnicos y especialistas que elaboren y presenten los proyectos de inversión que se someterán a aprobación por parte de la Comisión Europea, y estas mismas personas tendrán que ser los que ejecuten dichos proyectos demostrando cumplimiento de objetivos y resultados, ya que España tiene un largo historial de deficiencias en la ejecución de fondos europeos. Y, por otro lado, tendrá que realizar un duro ajuste de las cuentas públicas que llevará necesariamente a bajar gastos y subir impuestos (sobre todo, indirectos).

El carácter de ultraperificidad suele ser el as en la manga que emplea Canarias para recibir más ayudas. ¿Realmente lo hace valer?

Ultraperificidad históricamente ha significado pedir más dinero extra por una circunstancia particular. Eso en la época que vivimos actualmente casi resulta impopular y dada las restricciones presupuestarias es cada vez más difícil. Hay que girar hacia un uso más inteligente de la ultraperificidad construyendo una posición de fuerza negociadora basada en el valor geopolítico de Canarias y su potencial de generación de riqueza, bienestar y calidad ambiental.

En plena crisis mundial por la pandemia, a grandes rasgos, ¿qué ha hecho bien y qué ha hecho mal el Gobierno de Pedro Sánchez en materia económica?

Los primeros pasos de política económica fueron correctos y enfocados en la buena dirección: mantener la liquidez en familias (ERTEs) y empresas (avales ICO, aplazamientos de los impuestos?) junto con medidas importantes como el control previo de operaciones corporativas hostiles de fuera de la UE. Sin embargo, el decreto de cierre total de las actividades no esenciales supuso un antes y un después, cambiando por completo la estrategia y agravando la crisis estructural hasta el punto de registrar una caída del PIB trimestral en el segundo trimestre 6 puntos superior a la italiana. Este es el resultado del cambio del 30 de marzo del Gobierno Sánchez.

En el caso de Canarias, la debacle turística se está llevando por delante empleos y empresas, dejando un panorama desolador por la alta dependencia del turismo. ¿Qué se puede hacer en una CC AA tan dependiente de este sector para solventar la crisis?

A corto plazo es necesaria una doble estrategia: por un lado, garantizar los servicios públicos básicos priorizando gastos y, por otro lado, construir una estrategia potente de captación de capitales globales que en este momento buscan territorios y sectores donde invertir de una manera segura, con buenas comunicaciones, eficiencia en los servicios públicos, con buena calidad ambiental y climática y en posiciones geográficas interesantes. No es tiempo de hacer micro-inversiones sino de construir economías de escala que permitan una circulación ágil de bienes y servicios entre puertos, aeropuertos, plantas industriales, centrales logísticas y llegada inmediata al consumidor final.

Se habla mucho de diversificación económica en las Islas, pero parece que nunca se lleva a cabo. ¿Qué sectores deben impulsarse?

La diversificación económica pasa inexorablemente por un cambio de raíz de algunas de las bases más importantes de la economía canaria, empezando por la energía y terminando por una reforma en profundidad de las administraciones públicas regional, insular y local. Es necesaria una estrategia de desmantelamiento ordenado del actual modelo energético caro, contaminante e ineficiente, acompañado del impulso de fuertes inversiones en energías limpias. En paralelo, otros de los fundamentos económicos a impulsar son el fortalecimiento de la infraestructura digital, la modernización del regadío y las infraestructuras hídricas o una interconexión real de los mercados locales y urbanos que coloquen los productos con rapidez en los mercados internacionales, entre otros. En todo ello, es el momento de revisar el papel del REF y su necesario enfoque hacia éstas que son las inversiones capitales en los próximos meses y años para Canarias.

¿Es ahora el momento o la oportunidad debería haberse aprovechado antes?

Las crisis siempre son buenos momentos para el cambio.