Las importaciones de alimentos de China han experimentado durante la pandemia de coronavirus la mayor caída desde que existen estadísticas. El brote epidémico original de la Covid-19 se detectó en diciembre en la ciudad de Wuhan, que menos de un mes después, el 23 de enero, fue sometida a un estricto aislamiento. Desde entonces y hasta el 30 de abril, es decir, a lo largo del primer cuatrimestre del año, Canarias redujo las compras de productos agroalimentarios al gigante asiático, fundamentalmente sepias, calamares, langostinos y filetes de pescado, al mínimo indispensable. Tan es así, que las importaciones desde la República Popular han caído la friolera de un 63%, un desplome sin precedentes, cabe insistir, desde que China iniciara su proceso de apertura económica y se convirtiera en uno de los principales países suministradores de mercancías al Archipiélago.

Las compras de la Comunidad Autónoma fuera de las fronteras españolas han sufrido en lo que va de año un importante retroceso. De enero a abril, las empresas de las Islas adquirieron productos a terceros países por un montante de 926,5 millones de euros, un 20% menos que en el mismo período de 2019, según los datos publicados en los últimos días por la Secretaría de Estado de Comercio e ICEX España Exportación e Inversiones. Una notable reducción que está directamente relacionada con el frenazo que han experimentado los flujos comerciales de medio mundo por culpa de la pandemia, sobre todo en los meses de febrero y marzo, cuando el virus alcanzó Europa. No resulta así tan sorprendente que la cuantía de las importaciones de Canarias desde sus principales mercados de abastos haya disminuido sensiblemente. Las compras a Países Bajos, el principal proveedor de la región, han caído a lo largo de la crisis de la Covid-19 un 22%; y a Alemania, el segundo mayor suministrador, un 19,5%. ¿Y China? En el caso del gigante asiático, que el año pasado escaló en el ranking hasta convertirse en el quinto país que más mercancías envía a la Comunidad Autónoma, las importaciones a lo largo del primer cuatrimestre ascendieron a prácticamente 57,6 millones de euros, una reducción de solamente un 15% en relación con las cifras del anterior ejercicio. Sin embargo, es la letra pequeña de la estadística la que evidencia hasta qué punto las Islas han dejado de comprar alimentos al país asiático.

De acuerdo con el informe suministrado a este diario por ICEX España, las importaciones de productos industriales y tecnológicos han resistido la contracción del comercio internacional y solo se han reducido un 6,8%. Es más, el Archipiélago les ha comprado bienes de consumo a las empresas chinas (sobre todo textil del hogar, como cortinas, manteles, sábanas o toallas, y neumáticos) por más de 29 millones de euros, un 5% más. Pero, en cambio, se han hundido las importaciones de alimentos. Menos de seis millones gastaron las empresas isleñas en aprovisionarse de productos agroalimentarios made in China en los meses más duros de la pandemia. Exactamente un 62,9% menos de lo que gastaron en el primer cuatrimestre del año pasado, menos de la mitad.

Han caído un 60,5% las importaciones de sepia y calamar; un 63% las de langostinos; y hasta un 87% las de jibias o chocos. Así pues, se han cumplido los pronósticos de la patronal de los supermercados, que avisó de que el cierre a cal y canto de los puertos chinos, que se decretó para contener el avance de la enfermedad antes de que Europa se viera obligada a seguir sus pasos, provocaría que muchos importadores cambiaran de proveedor. A ello contribuyó en las primeras semanas de la crisis la falta de contenedores de mercancías, que se quedaron apilados en los puertos chinos; y, después, la caída del consumo por la desaparición de los turistas. Factores que influyeron sobre todo en las importaciones de alimentos, básicamente pescado, que es lo que más se compra.

El presidente de la Asociación de Empresarios Importadores de Productos de Alimentación, Pedro Peña, explicó ayer que lo lógico es que los números se normalicen poco a poco en los próximos meses, siempre, claro está, que no se produzca un rebrote de casos de coronavirus.