Canarias negocia contra reloj con las compañías aéreas para traer a un máximo de 9.300 turistas procedentes de Alemania durante la segunda quincena de junio. Se trata de un proyecto piloto que el Estado ha cerrado con los dos archipiélagos españoles para que éstos se conviertan en las primeras comunidades autónomas en recibir a visitantes foráneos antes del 1 de julio. Desde la Consejería de Turismo del Gobierno regional se dialoga sin descanso con las aerolíneas siempre con una exigencia irrenunciable sobre la mesa, la de que los pasajeros se hagan el test en origen para garantizar que ninguno de ellos llega contagiado con coronavirus a las Islas.

Según el acuerdo alcanzado con la Secretaría de Estado de Turismo, se permite a Canarias que reciba el 2% del total de turistas que llegaron al Archipiélago en la segunda quincena de junio del año pasado, es decir, los citados 9.300, que se repartirán entre las cuatro islas que cuentan con aeropuertos internacionales, Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. En el caso de Baleares, el número es menor y desciende hasta los 6.000 visitantes procedentes de Alemania.

Desde el área liderada por Yaiza Castilla explican que se encuentran inmersos en los trámites para cerrar la llegada al Archipiélago de estos vuelos piloto, pero también aclaran que la pelota se encuentra en el tejado de las compañías aéreas, que son las que tienen que cumplir con la condición de que sus clientes vengan con el test negativo desde tierras germanas. Si bien desde la Consejería regional aplauden estos primeros pasos para recuperar el motor económico de las Islas, también resaltan que no cederán a la hora de exigir que todos los turistas que lleguen estén libres de Covid-19.

Estos primeros pasos para la recuperación del sector se verán complementados por el plan de reactivación del turismo que el Gobierno de España tiene el compromiso de lanzar "en breve" tras el parón impuesto por el coronavirus y que tendrá "impacto, sobre todo, en Canarias y Baleares" por su alta dependencia de esta industria, según anunció ayer la portavoz del Ejecutivo central, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Este plan se pondrá en práctica siempre con el cumplimiento de las condiciones sanitarias, según aseveró la ministra portavoz, que recordó que se trata de la única vía de protegerse frente al Covid-19 hasta que se descubra una vacuna. "Nuestro propósito es que la economía se comience a activar en las zonas turísticas, mientras se apoya a este sector con mecanismos como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y los planes de impulso", concluyó.

La UE abre sus fronteras

La llegada de visitantes a los dos archipiélagos españoles se enmarca dentro de la política de eliminación restricciones de la Unión Europea (UE), que a lo largo de junio flexibilizará las limitaciones que aplican los Estados miembros entre ellos con motivo de la pandemia y comenzarán a preparar la reapertura gradual de las fronteras exteriores desde julio. La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, explicó ayer que este asunto se abordó durante una videoconferencia de ministros de Interior en la que "una mayoría" dejó claro que de aquí al 15 de junio habrá levantado los controles en las fronteras, mientras que "otros" lo harán antes de finales de mes. En el caso de España será el 1 de julio después de que el propio Gobierno rectificara respecto la fecha que había dado inicialmente del día 22 de junio.

Con vistas a las vacaciones veraniegas, algunos países como Francia y Alemania anunciaron su intención de reabrir las fronteras a partir del 15 de junio. Italia ya lo hizo el 3 de junio y Austria un día después con todos sus países vecinos -excepto la propia Italia-, mientras que ha mantenido la exigencia de 14 días de cuarentena para los que llegan de otros estados.