El inicio de la desescalada en la incorporación de los empleados públicos se inició ayer de forma lenta y gradual hasta comprobar cuántos se acogerán al teletrabajo y de qué manera. Los distintos centros de la Administración General de la Comunidad Autónoma han ido recibiendo en los últimos días las peticiones de aquellos empleados que quieren realizar su labor desde casa por medios telemáticos de forma íntegra o mixta, es decir, compaginando unos días en el puesto de forma presencial y otros on line. El plazo para solicitar esta modalidad finalizaba ayer pero, ante la gran demanda, se ha ampliado hasta mañana.

Una vez que se reciban todas las solicitudes se tendrán que analizar para adecuar la demanda a las necesidades de la Administración y de la prestación de servicios. El teletrabajo es la modalidad preferente en esta nueva etapa, pero también se tendrán en cuenta las necesidades del empleado para la conciliación, la características de su puesto de trabajo y la combinación con el trabajo presencial de forma flexible por días y horas.

Fuentes sindicales cuestionaron que ayer se iniciara la "nueva normalidad" en la Administración autonómica sin que todas las consejerías y centros directivos tuviesen sus normas de seguridad sanitarias, después de que la Dirección General de Función Pública aprobara el protocolo general a principios de la pasada semana. Por eso el "despiste" y la "inseguridad" fueron la tónica ayer entre los empleados que retornaron a sus puestos de trabajo, eso sí, con cambios en los edificios administrativos para salvaguardar la distancia y la higiene.

Durante el día de ayer también comenzó el proceso para normalizar el funcionamiento de las oficinas de atención a la ciudadanía.

Los sistemas preferentes seguirán siendo el teléfono 012 o la sede electrónica, pero también habrá posibilidad de ir personalmente pero siempre con cita previa que se puede solicitar desde ayer, según las nuevas normas.