La interrupción de la actividad del sector servicios como consecuencia de la crisis del coronavirusLas empresas y los trabajadores del campo se afanan para garantizar el abastecimiento pero, al mismo tiempo, empiezan a encontrar cada vez mayores problemas para colocar buena parte de su producción. El cierre a cal y canto de los restaurantes y bares, al que ahora se suma el de los hoteles, tapona muchas de las salidas habituales para estos productos, que encaran un proceso de reestructuración de su distribución para tratar de orientarla fundamentalmente a las cadenas de supermercados.

"Está sobrando casi de todo", constata Ángela Delgado, presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga). Por su parte, desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG-Canarias) explican que al notable incremento de la demanda registrado en los primeros momentos de la crisis -desde poco antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma y durante las primeras horas de este- han seguido los problemas para colocar la producción. "Sobra producto local", coincide el presidente de la Plataforma Agraria Libre de Canarias (Palca), Amable del Corral. Ante esta situación, que se prevé prolongada, las organizaciones agrarias reclaman ayuda a la Administración, que, en el caso de la autonómica, ya ha anunciado algunas medidas al respecto. Así, la Consejería de Agricultura ha trasladado al Ministerio del área la necesidad de ampliar plazos para la solicitud de subvenciones, ha anunciado el adelanto de las ayudas del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (Posei) y ha hecho intervenir a la empresa pública Gestión del Medio Rural (GMR) para facilitar la comercialización.

La pausa en la que ha entrado el sector turístico ha agravado los apuros que están encontrando los agricultores o ganaderos. No en vano, se trata de medio millón de consumidores cada mes que, prácticamente de un día para otro, han dejado de estar ahí. La situación afecta a muchos productos, pero es especialmente palpable en el plátano, tanto en el Archipiélago como en el mercado peninsular, donde la situación es idéntica. "Plátano de Canarias ha propuesto una retirada del 15% de la producción que todavía no se ha aprobado", afirma la presidenta de Asaga.

La restricción de mercados locales y mercadillos del agricultor -una medida que queda al arbitrio de los ayuntamientos- bloquea las salidas para esta parte de esta producción, como también lo hace la suspensión de la actividad lectiva, que conlleva el cierre de los comedores escolares, aunque los alumnos con menos recursos -encuadrados en la llamada cuota cero- reciben en sus casas un suministro diario de productos básicos. La COAG, vistos los "perjuicios económicos" y el "desperdicio" de alimentos que se está produciendo, ha solicitado a las administraciones, en particular las municipales, que autoricen el funcionamiento de los mercados de venta directa y de proximidad, condicionado a la adopción de las necesarias medidas de seguridad y protección. A juicio de la confederación, resulta "discriminatorio" que se pueda prohibir la apertura de mercados mientras que se permite la de supermercados y otro tipo de establecimientos alimentarios.

Entre las producciones perjudicadas por el marasmo en que ha entrado la actividad económica figuran las queserías y, por lo tanto, la ganadería. La producción de queso fresco ha sufrido un parón, en parte debido a que ya no existe la demanda procedente de los hoteles y en parte a la suspensión del servicio de charcutería en algunas cadenas de supermercados. También está afectada la piña de El Hierro, que se nutre "en un 80%" de las compras del sector servicios, indica Amable del Corral, de Palca.

Más dramática si cabe es la situación del sector de flores y plantas, que no tiene la posibilidad de acogerse a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas de fuerza mayor, lo que, en el caso de tomar esta opción, obligaría a las empresas de esta actividad a seguir pagando las cotizaciones a la Seguridad Social durante el tiempo que dure la suspensión de la relación laboral. Lo que intentan ahora los productores es reorientar el mayor volumen posible de los cultivos a la gran distribución y los supermercados.

Pero este proceso no está exento de problemas ni de incertidumbres, entre otras la de qué proporción de esos productos podrán absorber las grandes tiendas, avisa Ángela Delgado. "Va a haber una transición hasta que reubiquemos las producciones en otros canales y habrá otras cosas que no se producirán porque no son de primera necesidad, que es a lo que están dando prioridad los supermercados", expone la presidenta de Asaga. Además de este intento de ocupar nuevos canales de comercialización y venta, será necesario que los propios agricultores se adapten para comenzar a cultivar productos similares a los que ya producían pero más orientados a los establecimientos de alimentación.

Las organizaciones agrarias alertan de que la caída de las ventas puede tener consecuencias a largo plazo, en concreto en la cuantía de las ayudas europeas. "Si durante dos o tres meses no conseguimos vender todo lo que tenemos programado, se nos van a caer todos los programas de comercialización" -que se tienen en cuenta para las ayudas del Posei-, advierte Delgado. Un panorama tan desfavorable y "anómalo" -para un sector que sufre los embates de una interminable sequía y que acaba de salir de un destructivo temporal de viento y calima- hace imprescindible, según los dirigentes agrarios, tomar medidas que permitan la supervivencia de las empresas y las explotaciones. En este sentido, piden, detalla la presidenta de Asaga, que se aplacen las amortizaciones de los préstamos durante "al menos seis meses o un año" y que se flexibilicen las condiciones de algunos sectores para acogerse a los ERTE. "Necesitamos medidas económicas; si no las tenemos, no nos queda otra cosa que rezar", dice su homólogo en Palca.

Los agricultores y ganaderos no descartan que en las próximas semanas falten productos. Por ejemplo, no habrá cosecha de papa local hasta abril o mayo, muy mermada por el episodio de mal tiempo, lo que obliga a traerla de Reino Unido o Israel, pero el transporte se ha encarecido ante la reducción de operaciones. "Sobrarán cosas y faltarán otras", sostiene Delgado. La solución es alcanzar "un nuevo equilibrio", pero aún se desconoce cuál será este y cuándo se conseguirá.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, volvió ayer a garantizar el abastecimiento alimentario, al tiempo que descartó el racionamiento durante el estado de alarma, así como que se haya producido una subida de los precios de los alimentos, informa Europa Press. "No hay motivo para hablar de racionamiento porque el abastecimiento de productos es prácticamente normal. Tenemos un buen sector productor, una buena industria y distribución que están garantizando un abastecimiento completo y una reposición suficiente", dijo el ministro.

"Los agricultores y ganaderos tenemos que estar en el campo, porque la alimentación no se puede parar", dice el presidente de la Plataforma Agraria Libre de Canarias (Palca), Amable del Corral. La actividad sigue, pero lo hace con "todas las medidas oportunas de distanciamiento" que eviten los contagios en las empresas y explotaciones. Los cuidados se extreman, subraya Del Corral, ante el riesgo de que alguna infección pueda paralizar el empaquetado -comenta, en relación al caso del plátano- y "nos quedemos todos mirando al cielo".