El impacto del brexit se notará en todos los rincones de las islas británicas y de la Unión Europea, también en sus regiones más alejadas. Las relaciones comerciales y los lazos culturales con el Reino Unido tienen siglos de historia en Canarias, Madeira o Azores. El movimiento de personas de un lado a otro de las fronteras se verá afectado. Profesionales, investigadores, empresas, inversores: todo el flujo humano, de capitales, de bienes y servicios en libertad que da sentido a la Unión Europea topará con barreras que antes no estaban, en uno de sus principales mercados nacionales. A todos los efectos, Reino Unido ha pasado a ser desde el pasado 1 de febrero un país tercero para la UE, como Rusia, Estados Unidos, Canadá o China.

Desde Londres, se discute cuánto afectará a su economía un escenario de no acuerdo. El Instituto de Estudios Fiscales del Reino Unido ha publicado un informe en el que pone al día algunos indicadores relevantes. La Unión Europea representa el 44% de las exportaciones de Reino Unido -un 13% del PIB- y más del 50% de sus importaciones -17% del PIB-.

El brexit tendrá perdedores y ganadores. Entre estos, el Instituto de Estudios Fiscales señala la producción agrícola británica. Fuera del mercado único y dentro del marco de la Organización Mundial del Comercio, los agricultores de Reino Unido se beneficiarán de las barreras a las frutas y hortalizas extranjeras, a costa de los consumidores, que tendrán menos productos entre los que comparar y elegir. Toda política tiene efectos visibles e invisibles, como observó Frederic Bastiat hace más de un siglo: agricultores británicos más protegidos significa agricultores canarios, madeirenses y azorianos con más problemas para colocar sus plátanos, tomates, flores y pimientos en los muelles de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.

Ni siquiera todos los estudiosos coinciden al medir el impacto que el brexit tendrá en la economía británica. Open Europe, un think tank con base en Londres que ha acompañado todo el proceso -desde el referéndum de junio de 2016 hasta este punto culminante de la negociación- con papeles siempre pertinentes, opina que el impacto del brexit en la economía británica no será para tanto. Su estimación es que restará un 0,17% al PIB cada año, de aquí a 2030. Ese impacto puede ser aún menor -un 0,04% menor, llega a estimarlo- si Londres despliega acuerdos unilaterales de libertad comercial con otros países. El Wall Street Journal informó de que Londres ha fichado a un negociador especial para un acuerdo comercial con Nueva Zelanda, que prevé que entre en vigor en unos meses, una vez se ha confirmado la salida del Reino Unido de la UE.

Todos los estudios de impacto observan la desconexión desde uno de los dos lados de la ruptura, o desde ambos, pero no se conocen estudios que observen el impacto del brexit desde el lado de las regiones europeas. En el caso de las regiones ultraperiféricas (RUP), la escasez de análisis es aún más aguda, lo que choca con el hecho de que algunas de ellas están entre los territorios más vulnerables al divorcio comercial y político entre Londres y Bruselas.

El Gobierno de Canarias dispone de un estudio específico sobre el impacto del brexit en esta región, publicado en octubre de 2018. Aunque no hay estimaciones que sean de dominio público sobre las consecuencias en las economías locales de los nueve territorios ultraperiféricos, es posible señalar algunos sectores especialmente vulnerables, analizando las estadísticas disponibles en los repositorios oficiales.

La pregunta a responder es: ¿Hasta qué punto dependen las economías locales de las regiones ultraperiféricas del comercio con el Reino Unido? No siempre se hallan datos oficiales que respondan a esta pregunta en todos los casos. Pero, atendiendo a fuentes abiertas están son las conclusiones:

E Canarias. Será, potencialmente, la región ultraperiférica más afectada si se instalan barreras comerciales tras la desconexión. Reino Unido es el principal mercado turístico del Archipiélago, visitado por unos cinco millones de británicos al año -uno de cada tres turistas llegados a Canarias-.

Los efectos ya se dejan notar en un descenso en el gasto de los turistas británicos. Fueron 140 millones de euros menos en toda Canarias en 2019; una caída del 6%, respecto a las cifras que se manejaron en 2018.

Según los datos aportados por el Instituto de Estadística de Canarias (Istac), durante el primer semestre de 2019 cayó el gasto de los británicos en partidas como el alojamiento, el transporte, actividades de ocio y compras.

El comercio de bienes y servicios es de 50,4 millones de euros en exportaciones de Canarias al Reino Unido, y de 176,5 millones en importaciones, en 2017. El Archipiélago vende a las islas británicas frutas y hortalizas por valor de 25 millones , la mitad de toda la exportación al Reino Unido.

Un eventual arancel a los productos agrícolas canarios sería potencialmente explosiva para el sector agrícola, que aporta el 3,8% -de media- al PIB de las economías de la zona EU-RUP.

Cuando Canarias -y España- decidió entrar en la política aduanera común, renunciando a su tradición de libertad comercial, los próceres de aquel movimiento en el tablero no sospechaban que el cordón arancelario podía acabar convirtiéndose en una soga que ataría de pies y manos al sector privado, que ahora ve salir del jardín vallado y alejarse a uno de los principales clientes turísticos y comerciales de la región. Resulta irónico que Canarias renunciase al Protocolo 2 de asociación a la UE -que le daba libertad para comerciar- y entrara en el espacio aduanero común, precisamente, para proteger a sus productos agrícolas e industriales frente a la competencia.

Azores. Esta región autónoma de Portugal no está tan expuesta como Canarias al brexit. Azores exportó a las islas británicas por valor de 1,3 millones de euros en 2016. El mercado británico representa el 1,6% de las ventas azorianas al exterior.

Maderia. Es una de las regiones de la zona EU-RUP con una alta exposición al brexit. En 2017, recibió a 256.386 turistas del Reino Unido. Representan un 28,6% del total de visitantes de Madeira y Porto Santo. La exportación al Reino Unido supone, para Madeira, el 21,6% del comercio con la Unión Europea. La importación de productos del Reino Unido representa el 6,07% del total de las compras a la Unión Europea.

Martinica, Guadalupe, Mayotte y Guyana. Los territorios ultraperiféricos franceses presentan una exposición moderada o baja a la desconexión del Reino Unido y la Unión Europea.

Martinica recibió en 2017 un millón de turistas. Los visitantes de la Unión Europea -sin Francia- representan el 9,6%. El Institut National de la Statistique et des Études Économiques de Francia no ofrece datos desagregados por países de procedencia de los turistas. Simplemente, los clasifica entre residentes en el hexágono francés y residentes en el resto de la Unión Europea.

En Guadalupe, el comercio con la Unión Europea -sin contar a Francia- fue de 30,9 millones de euros en exportaciones en 2017 -el 11% de las ventas totales al exterior- y de 327,8 millones en importaciones -el 11,7% de las compras. No es posible saber, con los datos servidos por la autoridad estadística francesa, cuánto corresponde al Reino Unido en esos intercambios.

Mayotte presenta una baja exposición al brexit, en teoría. En 2017, esta isla en el Océano Índico recibió a 61.800 turistas.

En Guyana, se exportó a la Unión Europea -sin Francia- por valor de 12,4 millones de euros en 2017, un 8,4% de las ventas al exterior. Las compras en mercados de la Unión Europea sin Francia fueron de 250,6 millones, un 17,6% del total.

Reunión. Con 850.000 habitantes, esta isla francesa del Índico es el segundo territorio ultraperiférico más poblado, después de Canarias -2,1 millones-. España y Rumanía son los principales clientes para sus exportaciones, que en 2017 fueron por valor de 365 millones de euros, 77 de estos en ventas a países de la Unión Europea -sin contar a Francia-. En cuanto a sus proveedores, Alemania, Italia, Bélgica y España -por este orden de importancia- son los principales.

La Reunión compró al exterior por valor de 5.020 millones de euros en 2017. Las compras a países de la Unión Europea -sin Francia- fueron de 726 millones.

No hay presencia significativa de intereses del Reino Unido en el comercio exterior con la Reunión o en el turismo que visita la isla. Sus principales mercados turísticos son -aparte de los viajeros de la Francia metropolitana- Alemania, Bélgica y Suiza.

San Martín. De la isla caribeña de San Martín -73.000 habitantes-, la autoridad estadística francesa no ofrece datos sobre turismo o comercio exterior.