Los ingresos de las comunidades autónomas se están resintiendo por el frenazo de la actividad inmobiliaria. La compraventa de viviendas de segunda mano se está reduciendo, y en las Islas a mucha mayor velocidad que en el conjunto del país. Una caída que redunda en perjuicio de la recaudación por el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD). El ITP lo cobran las haciendas regionales por cada transacción de una casa usada.

Mientras, el AJD grava las escrituras e hipotecas. En los ocho primeros meses del año, y en comparación con las cifras del mismo período de 2018, entraron en las arcas públicas del Archipiélago unos dos millones de euros menos en concepto de recaudación por el ITP y AJD. Una cantidad que a primera vista podría parecer pequeña pero que cobra relevancia en un contexto en el que el Gobierno de Canarias se afana para arañar fondos con los que sufragar su agenda social. Es más, de seguir este ritmo, la región habrá perdido a final de año unos siete millones.

Transmisiones patrimoniales

Entre enero y agosto, la recaudación del conjunto de las comunidades autónomas por transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados disminuyó un 3,29% en relación con los ocho primeros meses del año pasado. Las haciendas territoriales han percibido así en lo que va de 2019 un total de 5.805 millones de euros. Con todo, lo significativo no es tanto esa reducción del 3,29% como el hecho de que las regiones calcularon en sus presupuestos que la recaudación por el ITP y AJD se incrementaría este año -en global, esto es, considerando la suma de las 17 comunidades- alrededor de un 15%. De modo que entre la cuantía extra que las haciendas regionales esperan o esperaban recibir y la recaudación entre enero y agosto hay una brecha de más de 18 puntos. Quedan cuatro meses, por tanto, para comprobar si los cálculos de las consejerías de Hacienda se cumplen o no, algo que parece harto difícil, tanto por la pérdida de ingresos hasta agosto y que solo reste un cuatrimestre por contabilizar como por el frenazo del negocio que nutre los ingresos por el ITP y AJD.

En el caso de las Islas, hay que puntualizar que la pérdida recaudatoria es menos acusada. La caída media del 3,29% es de prácticamente un 12% en Baleares y casi llega al 8,5% en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, en el Archipiélago la reducción de los ingresos por el ITP y AJD se queda dos centésimas por debajo del 1%. La Hacienda regional recaudó por este tributo en el período enero-agosto un montante de 209,47 millones de euros, cifra que supone un 0,98% menos que en los ocho primeros meses de 2018, según datos de la Intervención General del Estado (IGAE). Así pues, las arcas de Canarias están también sufriendo la ralentización de la actividad inmobiliaria, aunque menos que otros territorios del país. Eso sí, hay que puntualizar que seis de las 17 autonomías están recaudando más que el año pasado, especialmente Castilla y León y Cantabria, con subidas superiores al 8%. En su caso se venden menos viviendas pero de más valor, y lo importante a efectos fiscales es el precio de las transacciones.

Viviendas usadas

Las ventas de casas usadas en el primer semestre del año sumaron en España 252.325, un 3,5% menos. En Canarias se vendieron 10.869, mientras que se traspasaron 12.546 en el mismo período de 2018. Así pues, la reducción a nivel nacional es toda una caída en el caso de las Islas (-13,4%). Además, el valor de las transacciones también disminuye en el Archipiélago por encima de la media. El negocio de la compraventa de casas usadas movió en el primer semestre en la región poco más de 1.510 millones, un 10,4% menos respecto del mismo período del año pasado, un acentuado descenso que supera en nueve puntos la caída media nacional, que es de un 1,2%. En definitiva, tanto el número como el valor de las transacciones caen sensiblemente más que en el conjunto del país, con lo que la bajada de solamente un 0,98% en la recaudación por el ITP no es tan mal dato.