Rojo sobre sepia: 150 años de Cruz Roja en Canarias

Emblema sobre fondo azul

Repaso de los 150 años de Cruz Roja en Canarias a través de imágenes históricas de sus archivos

El periplo de la oenegé en las Islas abarca varias guerras, años de pobreza, accidentes aéreos, erupciones, la crisis de la covid 19 o el drama migratorio

Ambulancia de Cruz Roja en un puerto canario.

Ambulancia de Cruz Roja en un puerto canario. / Cruz Roja

En Canarias, Cruz Roja no es una mera organización sino una vecina más, quizás la de mayor generosidad, sensibilidad y entrega, que ha acompañado en sus vicisitudes a los habitantes de las Islas durante sus 150 años de presencia en el Archipiélago, un aniversario celebrado esta semana donde por encima de la propia institución destacan las miles de personas cuya labor altruista, desarrollada bajo la bandera de su reconocible logo bermellón, ondea por méritos propios en el fondo azul que nuestro mar y nuestros cielos aportan a la identidad de esta región, escenario imprescindible en el cual Cruz Roja ha escrito a golpe de sol y salitre su historia canaria mano a mano con las mujeres y hombres del Archipiélago.

Desde sus orígenes en 1863, año en el cual se reúne por vez primera en la ciudad suiza de Ginebra el comité que más tarde sería el comité Internacional de la Cruz Roja, la organización ha venido desarrollando su actividad en consonancia con los principios fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Herederos de un inmenso y apasionante relato marcado por la solidaridad, la oenegé ha estado presente en Canarias en todos los acontecimientos y emergencias importantes vividos durante los siglos XIX, XX y XXI en el Archipiélago atendiendo, por ejemplo, a los soldados heridos participantes en la contienda de Cuba, las dos grandes guerras mundiales, la Guerra Civil española, fiebres tifoideas, asistencia médica, décadas en las Islas de extrema pobreza, la crisis del ladrillo, accidentes aéreos, erupciones volcánicas, incendios devastadores, la crisis global derivada de la pandemia de la Covid 19 o, entre otros asuntos, el drama de la migración.

También ha formado parte Cruz Roja de los programas sociosanitarios en las Islas para personas sin recursos durante la postguerra de España e, incluso, Canarias le ha aportado un presidente a la Cruz Roja y la Media Luna Roja Internacional, el grancanario Juan Manuel Suárez del Toro —ocupó ese cargo entre 2001 y 2009—, quien explicaba esta semana que su reincorporación «a las bases» de la organización «como un colaborador más», dice, después de haber ocupado el máximo cargo dentro de la institución a nivel internacional, sirve de ejemplo sobre la filosofía de Cruz Roja y su red de voluntarios: Suárez del Toro, tras presidir la oenegé a nivel mundial, regresa al mismo lugar donde, con 16 años de edad y como un voluntario más, arrancó su vinculación a Cruz Roja en Canarias, un recorrido de 360 grados realizado durante seis décadas que prosigue donde Juanma comenzó su relación con la oenegé.

«Ha sido una experiencia vital muy importante», admite quien desde 1971 ocupó en Cruz Roja en Canarias los cargos de director provincial de Cruz Roja Juventud, luego vicepresidente, presidente provincial y finalmente presidente autonómico de la organización antes de ser nombrado presidente de Cruz Roja Española el 3 de junio de 1994, un puesto que dejó en 2015 tras 21 años al frente de la organización no gubernamental en nuestro país.

La organización ha sido testigo en las Islas de los acontecimientos y emergencias más importantes entre los siglos XIX, XX y XXI

Aunque durante la entrevista con motivo de los 150 años de Cruz Roja en Canarias huye, echando mano de su característica humildad, de que se le presente como imprescindible protagonista en la modernización de Cruz Roja y Media Luna Roja «porque de verdad», argumenta, «los importantes han sido nuestros voluntarios», a lo largo de la conversación no sólo queda clara su aportación a la institución sino su conocimiento del papel que a lo largo de la historia debió asumir la oenegé para hacer frente a los problemas locales, nacionales e internacionales derivados en diferentes momentos de los siglos XIX, XX y XXI de distintos acontecimientos.

En el caso de España, y por lo tanto también en Canarias, Cruz Roja evolucionó junto a los cambios del país. De ser durante sus primeros años un organismo con marcada identidad militar y religiosa, característica que se reforzaría en las décadas de la dictadura franquista, la llegada a España de la democracia sirvió para que la oenegé se sacudiera esa imagen y apostara por asumir una militancia social activa de carácter más solidario.

Que el Gobierno español, a través del Ministerio de Sanidad, se hiciese cargo de la gestión hospitalaria y sanitaria del país tras permanecer a lo largo de casi un siglo en manos de Cruz Roja, supuso también en el seno de la institución un giro significativo que permitió modernizarla y democratizarla al liberarla de semejante cometido.

Juan Manuel Suárez del Toro, sin embargo, recomienda apertura de miras a quienes deseen entender realmente cómo ha sido en España la evolución de Cruz Roja.

Entre los hitos de la relación de Cruz Roja con Canarias figuran el nombramiento de Suárez del Toro como presidente mundial o el Centro de Cooperación con África

No se debe demonizar ni calificar de casposa la vinculación con el Régimen de la oenegé «porque era lo que había», explica el grancanario antes de trasladar con un claro ejemplo a la actualidad global aquella situación de nuestro pasado.

«A día de hoy», abunda el canario, «Cruz Roja sigue asumiendo la gestión sanitaria y de hospitales en países donde sus respectivos gobiernos carecen de los medios necesarios para hacerse cargo de ellos», puntualiza sobre una situación habitual actualmente en Estados de África, Asia o Latinoamérica.

«Lo que en España dejamos atrás hace años se vive ahora en otros lugares», añade Suárez del Toro. Cada época, cada servicio, cada necesidad y cada colaborador o voluntario atiende y se adapta, por tanto, a la realidad de cada momento.

Compromiso y singularidad

Cruz Roja en Canarias tiene una especial presencia en el ámbito de la cooperación internacional gracias al enclave geográfico que ocupa la región, uno de los motivos por los cuales se crean en las Islas el Centro de Cooperación con África y el Almacén logístico de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, facilitando ayudas a las catástrofes y emergencias del mundo, con especial incidencia en el continente africano. El Archipiélago destaca tímidamente por esos motivos en el organigrama global de Cruz Roja, la mayor organización humanitaria del mundo que está presente en más de 191 países y se configura como una gran red conformada por 97 millones de personas voluntarias, socias y colaboradoras.

La organización está presente en todas las Islas, siempre con un sentido de proximidad, gracias al compromiso de personas voluntarias y el personal laboral que la complementan, con proyectos adaptados a las necesidades locales y en constante adaptación a las necesidades sociales que han ido produciéndose y donde la colaboración de los socios y socias ha representado un papel fundamental.

En 2023 atendió a más de 137.000 personas en las Islas Canarias

Antes y ahora, su misión ha sido prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar la dignidad de las personas sin discriminación alguna. A lo largo de su historia, Cruz Roja ha colaborado con entidades públicas y privadas para lograr este objetivo.

«150 años trabajando para y por las personas canarias, para las personas que llegan a nuestras islas buscando una esperanza de vida, un futuro, y para aquellas personas de otros países que huyen de la pobreza, de los conflictos bélicos o del hambre», resaltaba esta semana Mayte Pociello, presidenta autonómica de Cruz Roja en Canarias.

En la actualidad, Cruz Roja trabaja en el marco atención a las personas, poniendo a la gente en el centro de su actuación, mediante una intervención integral, desde sus seis áreas de conocimiento (Inclusión Social, Empleo, Socorros, Educación, Medio Ambiente, Salud). Los colectivos prioritarios siguen siendo las personas mayores y sus cuidadores, personas en situación de extrema vulnerabilidad, mujeres en dificultad social, personas desempleadas y en precariedad laboral, personas refugiadas y migrantes, la infancia y la juventud, así como personas con movilidad reducida y diversidad funcional.

Algunos de los grandes desafíos de la institución son reducir la brecha digital de quienes están en situación de exclusión social, así como paliar la soledad no deseada, que afecta gravemente a la salud mental de jóvenes y, especialmente, mayores.

En 2023, Cruz Roja en Canarias atendió a más de 137.000 personas en las islas, ofreciéndoles más de 750.000 respuestas desde todos sus proyectos. Hay que destacar que, de este total, el 48,5% han sido atendidas desde el área de Inclusión Social, destacando especialmente los canarios en situación de extrema vulnerabilidad. Se han distribuido más de 105.000 entregas de bienes (alimentos, vestuario, productos sanitarios, productos de higiene personal y del hogar, juguetes, materiales educativos…) y casi 21.000 entregas económicas para el pago de recibos de suministros, transporte, ayudas educativas, de carácter sanitario y de primera necesidad.

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