El símbolo del corazón

El símbolo del corazón

El símbolo del corazón / Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

El corazón ha sido representado a lo largo de la historia por diferentes culturas y religiones. Aristóteles, en el siglo IV a.C., dijo de este órgano que era el más importante del cuerpo, el primero en formarse y el asiento del movimiento, la sensación y la inteligencia. Sin embargo, su imagen ha terminado representando el amor, pero ahora resulta evidente que esa versión esquemática que hoy conocemos y que tenemos en nuestro móvil en forma de emoji es una visión nada realista del órgano.

En la prehistoria ya representaban de forma geométrica el corazón, de hecho, en la cueva de los Letreros en Almería se puede ver una pequeña figura que parece un corazón, sin embargo, los expertos asocian estas imágenes a elementos vegetales como frutas u hojas.

Este símbolo se siguió viendo durante la Antigüedad del Mediterráneo, pero se relacionaba con los vegetales y no con el amor. Más tarde podemos encontrarlo en la Grecia Antigua, pero representaba también semillas y plantas, por ello se puede hablar de la existencia del símbolo desde hace milenios, pero no hacía referencia a un corazón humano, sino que fue evolucionando más hacia la amistad, la salud o el sexo. De entre los siglos VI y III a.C. se han encontrado monedas griegas de Cirene, actual Libia, que representan las semillas del silfio, una planta extinguida que tenía la forma del icono del corazón que usamos hoy. Esta semilla se utilizaba como saborizante, pero también con fines médicos asociados al control de la natalidad.

Los egipcios intentaron representar el órgano de manera más realista y no fue hasta la Edad Media cuando se empezó a asociar de forma sistemática este icono con el amor. Algunos expertos creen que la primera vez que se usó un corazón como metáfora del amor romántico fue en el romance medieval Le roman de la poire (El romance de la pera). En una miniatura de esta obra del siglo XIII el caballero ofrece su corazón a la dama amada. Aunque este corazón aún tenía una forma algo desigual ya puede verse el parecido con el típico corazón geométrico actual.

Durante el Renacimiento el catolicismo lo popularizó al emplearlo frecuentemente como imagen del Sagrado Corazón de Jesús y más tarde se utilizó como uno de los cuatro palos de los naipes franceses.

A partir del siglo XVII, el símbolo geométrico del corazón se generalizó alcanzando mayor éxito a finales del siglo XIX cuando se popularizó la celebración de San Valentín.

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