Nike y Adidas son las marcas deportivas hegemónicas a escala mundial. Su rivalidad se podría equiparar a la de otras parejas antagónicas en la historia del marketing, léase Coca-Cola contra Pepsi o PlayStation contra Xbox. Según la consultora especializada SGI Europe, la firma del swoosh (silbido) y la de las tres bandas se reparten ellas solitas el 43% del mercado, a razón del 27,4% Nike y el 15,3% Adidas. Y a mucha distancia, otras empresas como Skechers (5,8%), VF Corp, la de las Vans (3,4%), New Balance (3,2%), Puma (2,9%) o Asics (2,6%).

Al final del año pasado Nike había facturado solo en zapatillas —el 70% de las ventas del grupo en el que también se incluye desde el 2005 Converse— 24.222 millones de euros, el 9% más que en 2018. Adidas, que también suma a Reebok desde 2006, tuvo unos ingresos solo en calzado deportivo de 13.521 millones, un 6% más que el año anterior.

Y así andan ambas compitiendo desde su nacimiento, si bien la historia de Adidas empezó antes. La compañía nació en 1924 en el corazón de Europa. Por primera vez los gobiernos empezaron a preocuparse por el estado físico de la población. Y esa fue la motivación que llevó a los hermanos alemanes Rudolf y Adolf Adi Dassler a ponerse manos a la obra. Tras volver del frente, en el lavadero de casa de su madre diseñaron el calzado para los nuevos atletas. Con uno de sus modelos Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro en los JJOO de Berlín de 1936. Pero a finales de los 40 los hermanos se separaron: Adolf se quedó con Adidas y Rudolf fundó Puma. A pesar de que actualmente Adidas vende menos que Nike globalmente, sigue siendo considerada una de las empresas con mayor reputación del mundo. En España, por ejemplo, sigue facturando más Adidas, aunque en su casa, Alemania, y en otros países del Viejo Continente Nike ya ha dado el sorpasso.

Duelo en la calle y el escenario

Duelo en la calle y el escenario

Patrocinio deportivo

Adidas y Nike rivalizan también en el patrocinio de clubs deportivos de fútbol. El grupo alemán viste a más equipos europeos, 22 en total, entre ellos, Real Madrid, Juventus o Bayern. Nike viste a 21 clubes, como FC Barcelona, Atlético de Madrid o Liverpool FC.

La clave del posicionamiento de Adidas en los últimos años ha sido el mercado retro, y ha reeditado viejos modelos o los más icónicos. La marca tiene unas 1.200 referencias, y la mitad llevan el sello de Originals. Lo viene haciendo desde 2013, con la nueva vida de sus playeras de piel blanca Stan Smith, a las que uno de los mejores jugadores de la historia de la Copa Davis prestó su nombre en 1978 (hoy lleva vendidos 45 millones de pares de este modelo, uno de sus mayores pelotazos).

La marca alemana también gusta de ediciones especiales, y limitadas, que se agotan nada más salir. Este es el caso reciente de algunos modelos de la colección The Mandalorian de Star Wars, y de las Ghost Smashers, las últimas cazafantasmas de Reebok.

Un rápido advenedizo

Nike llegó mucho después que Adidas, pero enseguida la alcanzó. La empresa con sede en Beaverton, Oregón, fue fundada el 25 de enero de 1964 como Blue Ribbon Sports, por Bill Bowerman y Phil Knight y se convirtió oficialmente en Nike el 30 de mayo de 1971. Su nombre toma prestado el de la diosa alada de la victoria de la mitología griega.

Al principio, el atletismo fue el gran motor de la marca. Uno de sus modelos icónicos son las Nike Cortez (1972), las legendarias zapatillas de running con las que Forrest Gump da la vuelta al mundo. Luego, llegaron otros deportes, como el fútbol y el baloncesto, el que más alegrías le ha dado a la marca hasta la fecha. Tras coquetear con las Nike Blazer (1973), que llevó George The Iceman Gervin, y las Nike Force 1 (1982), la gallina de los huevos de oro lleva el nombre Michael Jordan. El hecho de que la NBA prohibiera las Nike Air Jordan porque “no eran suficientemente blancas” fue su mejor campaña de publicidad.

Pero, ¿podrá vivir Nike eternamente de Jordan? De momento sí. Dior ha tuneado aquel mítico modelo de hace 35 años en una versión de 1.500 euros que ahora ya solo está disponible online previo pago de ¡18.000 euros! Según Vogue, son las favoritas de las influencers. Como también lo son las clásicas Converse. De su modelo All Star se calcula que se han vendido 900.000 pares. Hoy es un icono de modernidad y estilo.

Las botas con empeine de lona y puntera y suela de goma llevan décadas pisando escuelas, institutos, estudios de diseño, conciertos y todas las calles del planeta. Nacieron en 1917 para jugar al baloncesto, de la mano de Marquis Converse, empresario de New Hampshire. En 1923 cambiaron su nombre por el de Chuck Taylor All Star, el nombre del jugador de Indiana que las usaba y que se pateó el país explicando sus bondades. No lo pudo haber hecho mejor. El resto es historia de la moda.