Burgos-Tenerife, el viaje a ninguna parte

El Tenerife completa este domingo (17:30) su calendario de desplazamientos con un partido en El Plantío, de la penúltima jornada, trascendente únicamente para un Burgos al que le queda una mínima opción de colarse en la promoción.

Roberto López.

Roberto López. / CD Tenerife

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Geográficamente en Burgos, deportivamente en ninguna parte. Al menos, en ninguna que coincida con las aspiraciones iniciales de un Tenerife que llegó a la antepenúltima jornada de Liga matemáticamente desconectado de la lucha por entrar en el playoff y que ya se había asegurado antes la permanencia. Como en el partido anterior, saldado con una derrota en el Heliodoro ante el Amorebieta, el Tenerife se enfrentará este domingo al Burgos (17:30) sin alicientes clasificatorios, más allá de acercarse a un undécimo lugar que, precisamente, ocupa su rival con cinco puntos de margen.

En cambio, el anfitrión sí tiene motivos para seguir apretando. Está un puesto por encima del Tenerife, pero se encuentra a cuatro puntos del sexto. O lo que es lo mismo, con seis aún en juego, se supone que tratará de exprimir sus opciones, sabiendo que no puede fallar y que depende de los resultados de demasiados rivales. Algo es algo para un Burgos que, en su tercera temporada seguida en Segunda, se ha desenvuelto a lo largo de casi todo curso como una alternativa a los principales candidatos a subir de categoría. Solo pisó la zona de playoff en las jornadas 31 y 32, pero los números dicen que mantiene tal condición.

También indican que su trayectoria en El Plantío ha sido su principal soporte. De hecho, es el tercer mejor local con 43 puntos, los mismos que el Eibar y a solo uno del Valladolid –el Tenerife lleva 35–. En cambio, aparece en el otro extremo de la tabla en función de los resultados obtenidos a domicilio: apenas 14 puntos que únicamente le sirven para mejorar los registros de Andorra y Villarreal B –el Tenerife no ha pasado de 17–.

El equipo de Bolo no había perdido en su casa hasta que, en su último encuentro en campo propio, se vio superado por el Eldense (1-2). El Burgos ya venía dando señales de una mayor fragilidad en El Plantío. Pasó de firmar un pleno de 15 puntos a quedarse con seis de los 15 siguientes. Para colmo, al tropiezo con el Eldense sumó un 1-0 en contra frente al Andorra hace dos sábados. En definitiva, no parece que haya llegado en su mejor momento a la etapa decisiva.

Pero el Tenerife tampoco puede presumir de nada. Aunque esté más que asumido el decepcionante desenlace del curso y las previsiones de la temporada venidera hayan pasado a un primer plano –el viernes confirmó Garitano que le quedan dos partidos en el cargo–, en el equipo insisten en dejar fuera de toda duda su profesionalidad y su compromiso. Es el argumento que flota cuando ya no hay nada en juego. Esa voluntad no tuvo correspondencia en las dos citas ligueras anteriores. Los triunfos en Oviedo y en el Heliodoro ante el Racing de Ferrol se difuminaron por el efecto del 2-0 en Cartagonova y el 0-1 ante el Amorebieta. La intención, aunque no sirva para mucho, consiste en evitar una tercera derrota seguida justo antes de la despedida en el Rodríguez López frente a un Real Valladolid que podría jugarse ese día su regreso a la máxima categoría.

Asier recupera a Mellot, pierde a Soriano –por sanción– y tiene las bajas de los lesionados Medrano, Waldo, Yanis Rahmani y Romero. Bolo solo se verá obligado a prescindir del mediocentro Appin.

La cantera, presente en la convocatoria

A falta de que sea oficial, la lista incluye la presencia de los canteranos Sergio Aragoneses –será suplente de Tomeu Nadal–, Dylan Perera y Dani Fernández. Solo Dylan sabe lo que es jugar un partido oficial con el primer equipo. Debutó en diciembre de 2020 en una eliminatoria de Copa contra el Sestao.