CD Tenerife

La historia de Ethyan González: de profesión, goleador

La facilidad para ver portería va grapada a la carrera del ariete, que aparece por segunda vez en una convocatoria oficial con el Tenerife

Ya debutó con el primer equipo en 2021 y ahora aspira a lo más difícil: volver para consolidarse

Ethyan González.

Ethyan González. / El Día

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Cosecha del 2002, Ethyan González es este sábado la gran novedad en el desplazamiento del primer equipo. Casualidades del destino, su reestreno con los mayores puede darse contra el mismo rival (Albacete) con el que descorchó su cuenta de goles con el representativo en una concentración veraniega en San Pedro del Pinatar. El isleño ya tuvo minutos a las órdenes de Ramis, pero nunca llegó a consolidarse.

Aquella primera vez no le bastó para quedarse y en la última pretemporada ni tan siquiera estuvo entre los canteranos elegidos para ir concentrado a las órdenes de Asier. Entonces, lo normal habría sido irse. Tenía pretendientes y en el club no le veían encaje en ninguno de sus equipos. Pero Ethyan eligió persistir.

De profesión goleador, ariete desde la misma edad que le reclutó el CD Tenerife (a los 11, procedente de la UD Cruz Santa), Ethyan tuvo una extraordinaria eclosión ya en su primer día con sus nuevos colores.

Ethyan, con los filiales blanquiazules.

Ethyan, con los filiales blanquiazules. / CD Tenerife

Su partido de debut fue contra el Icodense y firmó un doblete. Grapado siempre al acierto –esta temporada suma 15 dianas–, González cuajó su año prodigioso cuando era juvenil. «Le entraba todo», revela Narci Palancares, uno de los tres técnicos que le marcaron en aquella etapa. Los otros dos, Julio Durán (hijo del exilustre futbolista del Atlético) y Cristo Marrero, un referente con el que Ethyan tiene mucho en común.

«Si algo hay en su trayectoria, es capacidad de sacrificio», llegó a decir de Ethyan uno de sus valedores, Sesé Rivero. En aquella temporada en el Juvenil firmó gol en ocho jornadas consecutivas. Llegó a los 16, solo uno menos que en el curso actual, donde aún puede firmar su propia plusmarca. Tal fue el impacto que dejó su racha, que el siguiente paso fue promocionarle. Y así llegó al B.

Ethyan, de niño con los colores blanquiazules.

Ethyan, de niño con los colores blanquiazules. / CD Tenerife

Sugirió ayer Asier Garitano que esta vez ha sido una cuestión «de estados de forma» la que ha desnivelado la balanza para que viajase Ethyan y no otro de los arietes del filial. Razones no le faltan para convocar al realejero, en un momento de extraordinaria seriedad como así constata Mazinho. «Está en una situación de mejora individual que ayuda a los resultados colectivos; en realidad, es la idea, que todos estén centrados en crecer», apunta su técnico en los filiales.

Desde la percepción incuestionable de que le ayudó a madurar su año fuera en Madrid, la disciplina a rajatabla que le impuso su club anterior (el Atlético, que insistió en fijar una opción de retenerlo a la que Cordero se negó) y el estímulo positivo de haber cerrado a lo grande aquella etapa en uno de los grandes, Ethyan está de vuelta, dispuesto a exprimir la experiencia –lleva varios días en dinámica profesional– e incrustar en el Belmonte su nombre en un partido profesional a los 21. Será como debutar otra vez. Son los suyos retos de fútbol pero también desafíos de La vida, la película de la que sale un nombre singular para una historia blanquiazul. Eligió persistir. Y le salió bien”.