El Tenerife, 'abonado' al estadio Carlos Belmonte

El equipo blanquiazul logró puntuar en sus seis últimas visitas al campo del Albacete. No hay otro estadio en el que la racha más reciente a domicilio resulte tan positiva.

Imagen del último triunfo logrado en Albacete.

Imagen del último triunfo logrado en Albacete. / LaLiga

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Sin ser un equipo acostumbrado a puntuar a domicilio con frecuencia, hay estadios que al Tenerife se le dan peor que otros . Un ejemplo de lo primero es el campo del Levante. Ya son quince intentos consecutivos sin el premio de la victoria. En el extremo opuesto está el Carlos Belmonte, escenario en el que competirá el equipo de Asier Garitano este domingo. La del Albacete es la cancha más productiva para los blanquiazules. Para ser exactos, no hay otra en la que los precedentes más cercanos sean tan positivos. En los seis encuentros más recientes, el saldo es de cuatro victorias y dos empates. Y si se amplía el repaso a once partidos, es de siete triunfos, tres igualadas y una única derrota, registrada en enero de 2015, con la consecuencia de la posterior destitución del técnico Álvaro Cervera.

La relación del Tenerife con el Albacete no fue tan satisfactoria en los primeros duelos. De hecho, de los doce primeros encuentros, solo pudo ganar dos. El más lejano de todos se produjo en la campaña del penúltimo ascenso a Segunda División, con Martín Marrero en el banquillo. Fue en noviembre de 1986. Lope Acosta anotó el único gol del partido.

Ya en Primera División, en la Liga 93/94, el Tenerife se impuso por segunda vez. Lo hizo con Jorge Jorge Valdano en el banquillo y con tantos de Chano, Latorre y Percy. Al otro lado, el Queso Mecánico, con Víctor Espárrago al frente y jugadores como Conejo, Coco, Santi Denia, Zalazar, Juan Carlos Cordero, Geli, Sala o Morientes.

La suerte en Albacete cambió a partir de ahí. El Carlos Belmonte había empezado a coger fama de campo poco propicio, pero los blanquiazules, con José Luis Oltra en el banquillo, arrancaron un 0-0 en 2007 y alteraron la tendencia. Todo lo que vino después fue positivo. O casi todo. La excepción estuvo el citado 3-2, fatídico para Cervera. De nada sirvieron los goles de Quique Rivero y Cristo González. Ganaron los locales, con Luis César Sampedro como entrenador, y el club optó por un relevo. Salió Álvaro y llegó Raúl Agné.

Pero esa derrota quedó aislada en un mar de desenlaces óptimos en función de los intereses del Tenerife. El citado 0-0 con Oltra dio paso a tres victorias seguidas, las dos primeras en Segunda División y la tercera, en Segunda B. El Tenerife que subió por última vez a Primera (2008/09)ganó en Albacete con un gol de Cristo Marrero, el último de su carrera en el club.

Dos temporadas más tarde repitió con los tres puntos en el Belmonte, pero en un momento opuesto. Faltaban tres jornadas para el final de la Liga de Segunda División y los dos equipos se iban de la mano a la categoría inferior. Aquel 1-2, con tantos de Nino y Julio Álvarez, no sirvió para nada.

Precisamente, esa trilogía se cerró con otro 1-2, pero en Segunda B. Marcaron Kiko Ratón y Víctor Bravo para el equipo preparado por Antonio Calderón. Los dos equipos fracasaron en su propósito de ascender en esa temporada.

El reencuentro, en la 14/15, condenó a Cervera, pero ese tropiezo no se extendió a los posteriores viajes a la provincia manchega, siempre en el contexto de la ahora llamada LaLiga Hypermotion.

La normalidad volvió con el marcador más frecuente, un 1-2 en la campaña 15/16. Martí, que había relevado a Agné en la jornada anterior –triunfo ante el Alavés–, guió al representativo a una victoria con goles de Aitor Sanz y Suso.

Los dos clubes separaron sus caminos durante un par de campañas por el descenso del Albacete. Al verse las caras de nuevo, más de lo mismo, otro 1-2. El encuentro se jugó en enero de 2018, con Enrique Martín y Martí a los mandos de cada equipo. Los blanquiazules se repusieron a un tanto de Bela y remontaron con la aportación realizadora de Juan Carlos Real y Víctor Casadesús. La victoria atenuó la trayectoria irregular del conjunto tinerfeño. Fue la última de José Luis Martí. Su despido se anunció cuatro semanas más tarde.

El pleno se enfrió con un 2-2 en marzo de 2019. Uno de los alicientes estuvo en el pulso entre Ramis –sin saber que acabaría entrenando al Tenerife– y Oltra. Suso y Malbasic firmaron los goles visitantes.

La siguiente parada coincidió con el resultado más abultado, nada más y nada menos que un 0-4 –Bermejo, Mazan, Miérez y Dani Gómez– en la quinta jornada de una Liga que también dejó en el camino un cambio de técnico. Salió López Garai y entró Baraja. Por el lado local, Ramis asistió ese día al recital isleño. Tampoco pudo conservar el cargo hasta el final.

Precisamente, el tarraconense fue el entrenador del Tenerife en su última victoria en el Belmonte. Un 0-2 al equipo dirigido por Aritz López Garai en ese momento: papeles cambiados respecto al enfrentamiento de 2019. Shashoua y Sol le dieron forma al resultado con sus aciertos en el remate ante el guardameta Tomeu Nadal. El recién llegado Ramis –se había estrenado unos días antes con un 2-0 en Almería– puso de esa manera la primera piedra de la remontada en la clasificación para acabar con una permanencia desahogada.

La referencia más próxima es la del 1-1 de la novena jornada de la Liga 22/23. El Albacete de Rubén Albés se quedó a medias en su propósito de derrotar al Tenerife de Ramis. Manu Fuster puso el 1-0 y Garcés respondió para el 1-1.