Viviendo en el hemisferio norte

Aunque de capa caída y en trayectoria descendente, el Tenerife se ha mantenido desde la jornada inaugural en la mitad alta de la tabla

El sábado se juega seguir ahí o caer

Alassan pugna por un balón ante la mirada de Corredera. | | MARÍA PISACA

Alassan pugna por un balón ante la mirada de Corredera. | | MARÍA PISACA / Manoj Daswani

Manoj Daswani

El Tenerife mantiene el tipo. Pese a todas las dificultades y contratiempos que han aparecido en su azarosa trayectoria liguera, el cuadro de Asier no ha caído ni una sola vez del ‘top ten’ clasificatorio. Los blanquiazules afrontan el sábado un episodio clave. Ganar sería continuar con los mejores; empatar o perder supondría un descalabro.

Llegó a estar líder en dos ocasiones, vivió rodeado de los mejores, soñó con permanecer toda la competición en la azotea de la clasificación y un día, de repente, cayó. El declive del CD Tenerife parece no encontrar freno, pero sí hay una circunstancia feliz que llama al optimismo: el club blanquiazul es de los pocos de la Liga Hypermotion que se ha mantenido en el hemisferio norte de la tabla desde el día uno. Ya son tres meses entre el puesto primero y el undécimo, logro que se propone estirar una semana más el cuadro de Asier Garitano. Para ello, es imprescindible una reacción inmediata y ganar el sábado en el Pepico Amat. El partido ante el Eldense (15:15 horas) es de los más importantes del curso, como así recordó ayer el presidente del club, Paulino Rivero.

Goles a favor.

Para enderezar la nave, uno de los asuntos más urgentes para el cuadro técnico es mejorar el número de tantos marcados. Son tan solo 15 en 17 jornadas, lo cual equivale a un promedio raquítico de 0,88 tantos por partido. Dicho de otro modo, el Tenerife suma más encuentros jugados que dianas anotadas. Frente a los guarismos notables de Ángel, Roberto López o Enric, con cuatro aciertos ligueros cada uno; los del resto del plantel son casi un solar. Luismi, Waldo y Mellot vieron puerta una vez. Pero no hay nadie más que haya tenido la oportunidad de estrenar su casillero. Se buscan goleadores y además, cuanto antes.

Dígitos defensivos.

Se han pronunciado varias voces cualificadas del vestuario respecto a la necesidad de extremar precauciones atrás, donde el Tenerife tal vez pueda dar apariencia de equipo vulnerable. Los datos los desmienten. El representativo se sitúa en una media de 0,9 tantos encajados por partido. Son dígitos de aspirante. El problema es que en partidos recientes ha tirado por la borda ventajas tan sustanciosa como la del gol de Elche, que le habría situado provisionalmente líder. Ahí empezó la cuesta abajo.

Siete sin ganar.

El Tenerife está inmerso en su peor racha desde 2019. Son ya casi dos meses sin oler un triunfo, con un botín exiguo de tres puntos de los últimos 21 posibles. Aún así, el club isleño no ha caído de la undécima posición y se mantiene en la mitad alta de la tabla. Además, sus siete victorias le permiten mantenerse en una posición mejor que la del curso pasado a estas alturas, cuando lucía 20 puntos en el casillero (por 24 que tiene ahora).

Lo que viene.

El bache para los de Asier ha llegado justamente cuando venía el tramo más apacible y presuntamente asequible del calendario. Los blanquiazules han sido incapaces de superar a Villarreal B, Amorebieta y al colista Cartagena. Ahora vienen otros dos partidos en teoría muy asumibles, ambos ante recién ascendidos: Eldense y Alcorcón. En el club se aferran a la posibilidad feliz de un doblete de triunfos para reengancharse a la pelea por los puestos de promoción. Y así llegar exentos de presión y más liberados a la doble salida con la que cerrarán 2023. Primero irán al feudo de la revelación Ferrol y luego al campo del sorprendente líder, un Leganés que mantiene el tipo y empieza a bosquejar su candidatura al ascenso.

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