El Molinón, casi como en casa

El Tenerife visita este sábado (20:00) un estadio en el que ha ganado nueve veces con la esperanza de acabar la jornada a seis puntos del sexto clasificado

El Tenerife-Sporting de la primera vuelta.

El Tenerife-Sporting de la primera vuelta. / Andrés Gutiérrez

Julio Ruiz

Julio Ruiz

No hay otro estadio en el que el Tenerife haya ganado tantas veces como en El Molinón. Claro, quitando el Rodríguez López. Hay lugares que se dan mejor que otros, y Gijón, con el Sporting como anfitrión, es de los primeros. Ya son nueve triunfos –uno más contra el filial– concentrados en las tres últimas décadas e incluyendo alguno que otro histórico, como el que certificó el pase de los blanquiazules para su segunda participación en la Copa de la UEFA, en 1996.

Al principio, esa próspera relación no fue tan productiva –siete victorias locales consecutivas–, pero a partir de 1992, el Tenerife se habituó a puntuar en Gijón. De hecho, ganó nueve y empató siete de los 23 partidos que jugó. Los antecedentes más cercanos –triunfo, empate y triunfo– no hacen sino confirmar que El Molinón es casi como una segunda casa para los tinerfeños... en cuanto a números.

Pero nada de eso garantiza otro resultado favorable en la nueva visita al Sporting, cuya irregular trayectoria en la presente temporada ha sido menos acusada cuando ha competido como local. En su campo solo ha perdido ante Racing y Las Palmas, en septiembre y en diciembre. No es que sus dígitos caseros estén entre los mejores de la categoría, porque ha cedido siete empates, pero sí demuestran que es El Molinón el que está sosteniendo a un equipo que no logra despegarse de los puestos de peligro. Su margen con el decimonoveno es de cuatro puntos después de que alternara un par de empates con otras tantas derrotas en las últimas jornadas. Es un balance que ha enfriado el esperanzador debut del técnico grancanario Miguel Ángel Ramírez, que sustituyó a Abelardo con un 1-0 sobre el Zaragoza y que no ha vuelto a ganar.

El Tenerife, con cuatro puntos más que su rival de este sábado, ya no siente la amenaza del descenso –más ocho– y se entretiene dándole algo de recorrido a su condición de aspirante a colarse en el playoff. Por ahí, y en el mejor de los casos, los blanquiazules podrían terminar la 29ª fecha a seis puntos del sexto. Para ello tendrían que ganar en El Molinón y, además, que el Burgos no pase del empate en Zaragoza y, principalmente, que el Albacete pierda en Oviedo.

Es una triple combinación que incluiría la segunda victoria seguida de un Tenerife que viene de superar por 1-0 al Mirandés, un partido que se saldó, igualmente, con las bajas de Waldo y Elady, por acumulación de cinco tarjetas amarillas, y de Dauda, por una rotura muscular. Son tres ausencias que debilitan un frente de ataque que, no obstante, podría quedar formado por un cuarteto de garantías: Teto y Romero en las bandas y Garcés y Gallego como delanteros. Tampoco es que Ramis maneje muchas alternativas; quizás con el partido avanzado aprovechando el perfil ofensivo de Durmisi o Buñuel, la polivalencia de Corredera... Y también a Shashoua, que vuelve después de tres jornadas sin ser convocado, pero que lo hace para aportar lo justo, si es que lo hace, por estar condicionado por unas molestias. La suya no es la única novedad. Otro que regresa es Sergio tras un partido de arresto. Ya se verá si recupera o no su sitio en una defensa en la que se han afianzado Sipcic y José León.

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