Luis Miguel Ramis, flamante nuevo entrenador del CD Tenerife, vuelve a la que fue su casa hace casi tres décadas. Lo hace ilusionado y confiado en sus posibilidades de revertir una situación clasificatoria preocupante, pero ni mucho menos definitiva. Con la magia de la época dorada en la cabeza, aun siendo consciente de que son otros tiempos. “Han pasado 27 años, Uno no se olvida de todo el calor que recibió, del aspecto que presentaba este estadio, lo que se respiraba en la ciudad… Eso queda marcado”, dijo para rememorar aquella etapa.

Imposible desvincularla de esta, aunque el rol sea distinto. “Cuando uno interioriza ese sentimiento siempre es especial volver y es muy ilusionante. Tengo un sentimiento de cierto arraigo con esta isla y esta afición. Y cuando compartes emociones quedas marcado de por vida”, agregó el técnico tarraconense antes de reconocer que “tener la posibilidad de volver, aunque sea en otra posición, es una maravilla”.

“Queremos ser protagonistas, rocosos y difíciles de ganar”

Su aterrizaje en la Isla se produce en un momento difícil por el apretado calendario de las próximas dos semanas. Pero eso no asusta a Ramis, que llega “con mucho hecho” y también “con la sensación de mucha credibilidad en lo que va a hacer”. Por eso, afronta el reto con confianza: “Si damos y ofrecemos lo que tengo en la cabeza, iremos recuperando a la afición, que no es que se haya ido, sino que está en un momento bajo por los resultados”.

Llegar en la jornada 14 da cierto margen. “Tenemos muchas jornadas por delante para asentar al equipo donde yo creo que debería estar”, expone el nuevo entrenador del Tenerife quien admite como una ventaja “el disponer de más tiempo para poder trabajar las ideas que uno quiere”. En este sentido, también se refirió a “un mercado para poder acceder” a lo que pueda faltar en la plantilla. Pero antes de eso, toca “respirar” y analizar mejor a sus efectivos: “Conozco a los jugadores a nivel individual, sus trayectorias y rendimientos y creo de verdad que podemos mejorar”.

“Queremos ser protagonistas, rocosos y difíciles de ganar”

Ramis ve “mucha ilusión y muchas posibilidades en el contexto deportivo de la plantilla”, aunque sin esconder que “cuando hay un cambio en la dirección es que existen una serie de problemas y se busca una solución”. Para ello, intentará “conseguir la idea y el estilo” que cree más conveniente para el conjunto insular. Será fundamental “que llegue a los jugadores y que redunde en confianza para ellos, algo que se recupera con resultados y sintiéndote convencido de lo que haces”. Es uno de los problemas de la mala dinámica de resultados. Que el grupo pierde la fe en sus posibilidades. Pero el nuevo jefe observa “buenas actitudes indviduales y colectivas, buenos ritmos”. Esto debe ayudar a salir del bache.

“Queremos ser protagonistas, rocosos y difíciles de ganar”

“Tenemos que analizar, sin dejar de lado el resultado, profundizando en los problemas, pero sin que ello signifique que se esté haciendo todo mal porque creo que el Tenerife ha hecho muchas cosas bien”, aclaró el preparador blanquiazul quien quiso mostrar todo su respeto a Fran Fernández y sus antecesores con una sentencia para grabarse a fuego: “No vengo a sacudir y a que no quede nada de los entrenadores anteriores. Seguro que el equipo tiene muchas cosas que aprovechar, trataré de potenciarlas y de mejorar las que no creo tan buenas”.

El camino será lento, pero Ramis tiene “muy claro lo que necesita el equipo, los matices y las dos o tres cosas en la organización del juego que tienen importancia y que les pueden servir para que todo lo bueno que tienen les ayude a ser un poco mejores”. A su juicio, no se trata de inculcar muchas cosas, sino de sumar porque “cuando estemos más sólidos y con las ideas más claras, habrá más posibilidades de llegar al resultado”. Y no será por nivel, ya que considera que “que la plantilla tiene el potencial suficiente como para revertir y salir de esta situación”. Incluso ve como una oportunidad “tener tantos partidos en tan poco tiempo porque se pueden cambiar las sensaciones”.

Ramis no ha visto “un equipo poco intenso ni que baje los brazos”. Su objetivo será “añadir a esa competitividad cosas para generar ilusión, convenciendo a los jugadores de que son capaces, de que pueden darle la vuelta y trabajar con un poquito más de tiempo, teniendo la mirada hacia arriba en vez de hacia abajo”. Con una plantilla que tiene “talento y virtudes”, lo más importante será “generar una serie de ideas que no son difíciles de asimilar” para sumarlo “al buen sentido competitivo” que ya ha demostrado el grupo.

“Espero que juguemos para generar en toda la organización del juego, en todas sus fases, situaciones de gol que nos permitan marcarlos y evitar que el rival te haga daño con una buena organización defensiva”, respondió sobre su idea de juego. Términos muy generales, de los que desvelan pocas intenciones Hubo que ahondar en las preguntas. Y entonces el entrenador del Tenerife se refirió al “equilibrio”, tan necesario para “tener claro cómo atacar” y complementarlo con “una buena organización defensiva”. Lo justificó aduciendo que “en los partidos hay momentos para todo. En los que te echas encima o en los que te toca defenderte del ímpetu del rival”.

Más tópicos, aunque con sentido: “Queremos ser rocosos, difíciles de ganar, pero teniendo mecanismos para hacerle daño al rival”. Ramis ve “argumentos suficientes, pero hay que desarrollarlos” sin olvidar que en Segunda pierdes “si no igualas intensidad o ritmo”. Buscando pistas, no ya en el pasado sino en su discurso, sí concedió que quiere un equipo que sea “protagonista” para poder “competir de tú a tú contra cualquier equipo”. Ahí situó el horizonte competitivo, sin hablar de playoff ni de otras metas. “La realidad es la que es y todo esto hay que demostrarlo. Tenemos que convencer a la afición, pero no creo que ellos deban desilusionarse”, cerró.

No se mostró preocupado por la situación, sino por que “el mensaje, la idea, los matices sean captados por los jugadores”. En sus primeros pasos confía ciegamente porque tiene “claro” lo que quiere trabajar “y creo que sé cómo transmitírselo y que lo recibirán bien”.

Ramis eligió el Tenerife, pero contaba con otra opción. Fue “una elección tomada con tranquilidad y responsabilidad”, descartando esa alternativa porque no le ofrecía “sentimentalmente” lo que le da la Isla ni este proyecto “en cuanto a posibilidades de crecer”, tanto individualmente como en el concepto club. “Acepto porque estoy en un momento de mi trayectoria en el que me siento capaz y me siento fuerte para asumir responsabilidades y retos como este”, explica dejando claro que no se le escapa “lo que quiere la gente en este club, lo que se ha vivido. Eso está ahí. Es un club con mucha solera”.

Cuestionado por el escaso margen para trabajar que tiene antes del estreno en Almería, no se sintió el profesional tarraconense “nervioso, sino ilusionado”. Serán dos entrenamientos en los que intentará “dejarles las cosas claras” a los jugadores para ir incorporando mecanismos. “En los equipos de fútbol hay que crear una conexión jugadores entrenador. Yo me tengo que adaptar a ellos y ellos a mí. No hay que irse a los extremos. He asumido este reto de venir porque sé que soy capaz de explotar sus cualidades”, reiteró.

De los pocos nombres propios que se pusieron sobre la mesa en la alocución del técnico, uno de ellos fue el de Fran Sol. Ramis lo cononce de la cantera madridista. “Le falta coger esa confianza para acercarse al gol, pero tiene cualidades y actitud. En la perseverancia y en la insistencia está el resultado”, indicó antes de comprometerse a “generar situaciones” que le beneficien.

Fue una llamada a la confianza en un capítulo a mejorar. “Hay que generar los mecanismos para que estén cerca de la portería rival. El acierto se cambia insistiendo. La inercia cambia”, teorizó Ramis.