Marcelinho Huertas quiere llevar al Lenovo Tenerife a otra Copa

Como si fuera sabedor de que no le quedan muchas más opciones de vivir otra Copa del Rey, Marcelinho Huertas mantiene con vida al Lenovo Tenerife en sus pretensiones de estar en la cita del próximo mes de febrero. En su enésimo recital ofensivo (20 puntos y ocho asistencias para 26 de valoración), el brasileño lideró el triunfo del cuadro lagunero en su visita al Coviran Granada (68-80).

Una victoria, la octava de la temporada para los aurinegros, sustentada básicamente en un excelente trabajo defensivo durante buena parte de los 40 minutos. Desempeño que, combinado con una paciente circulación en ataque, le dieron a los de Txus Vidorreta una renta que llegó a ser de 15 puntos (35-50, 25'). Pero fiel a sus costumbres, los isleños estuvieron a punto de tirar a la basura todo el trabajo previo (57-59). Aún así, una nueva aparición de Huertas (siete puntos casi seguidos) y la seguridad en el tiro libre (7/7 en el cuarto periodo) evitaron que se reeditara el episodio vivido contra el Zaragoza, para que el CB Canarias siga soñando con su octava participación copera consecutiva. Más aún con el tropiezo del Zaragoza, rival directo, en su cancha ante el Andorra (7276).

Tras cuatro acciones negativas de entrada, Huertas empezó a darle algo de claridad al ataque de un Lenovo Tenerife en el que Salin (sacando una falta en ataque y con una bomba) también estuvo muy activo para ayudar que el marcador se situara en un 4-8. El estirón de los aurinegros no terminó de ser efectivo toda vez que no estuvieron finos ni en el triple (0/5), ni en los libres, desperdiciando tres de sus siete primeros lanzamientos (14-10).

Supo evitar muy bien el Canarias -gracias a una férrea defensa de Doornekamp- que Cheatham ni siquiera mirara aro desde el 6,75, aunque en los cambios defensivos el cuatro norteamericano sí sacó ventaja desde el poste bajo (donde quedó emparejado con algún pequeño), bien para producir él mismo o a modo de asistencias a las que no terminaron de llegar los canaristas (18-14). Un triple de Doornekamp dejó la desventaja aurinegra en un solo punto al final del acto inicial (18-17).

Algo perdido en los tres minutos que estuvo en cancha en el primer acto, la aportación de Ristic fue el factor desequilibrante en el arranque del segundo periodo. El serbio estuvo sólido en el rebote defensivo, pero sobre todo puso en práctica buena parte de su arsenal ofensivo, primero posteando, y a continuación, ya ante Felicio, explotando su gran mano. Con 11 puntos en cuatro minutos del balcánico (antes de cometer su segunda falta) el Canarias alcanzó su máxima renta hasta ese momento (23-28).

Aunque Felicio hizo algo de daño en el rebote ofensivo, la aparición en escena de la dupla Huertas-Shermadini permitió a los laguneros dar otro pequeño arreón (25-33). Con el brasileño moviendo a la perfección a los suyos (cuatro asistencias en el segundo cuarto) y Shermadini siendo incisivo en el rebote de ataque (así le sacó la tercera personal a Rousselle), el Lenovo también se aplicó excelentemente en defensa. Fitipaldo fue una lapa con Thomasson, y Cheatham nunca tuvo tiros francos desde el perímetro (0/2 en triples tras 15 minutos en pista), mientras que Cook y Abromaitis estuvieron listos y rápidos en el 1x1 y la anticipación. Una canasta del propio Tim disparó a los isleños hasta la decena de ventaja (28-38, 18').

Solo un par pérdidas seguidas, una canasta a la carrera de Thomasson (su primera canasta del partido), y un error final de Fernández impidieron que la renta aurinegra fuera mayor coincidiendo con el intermedio (30-38).

Las buenas prestaciones defensivas de los canaristas en el segundo acto se redoblaron a la vuelta de vestuarios, y aunque en las dos primeras los de Vidorreta fueron penalizados al filo de la posesión (canasta de Cheatham y triple de Díaz), en el cómputo global, según pasaron los minutos, ese desempeño le acabó dando grandes réditos. Varias aplicaciones colectivas atrás dotaron de una gran seguridad a los tinerfeños, liderados en ataque por Huertas, autor de seis puntos seguidos, lo que unido a una paciente circulación finalizada por Cook llevó al Lenovo a una ventaja de 15 puntos (35-50).

Máxima renta y, sobre todo, la sensación de una gran superioridad en los dos lados de la pista. Pero fiel a lo que ya parece una tradición, y hasta casi obligación, el Canarias volvió a desconectarse durante un buen rato. En esta ocasión, y ante una zona 2-3 de los locales, la bajada de plomos duró cinco minutos.

El apagón pareció no tener, inicialmente, consecuencias muy graves, básicamente porque el Granada tampoco estuvo muy atinado en la faceta ofensiva. Sin embargo, el carrusel de errores consecutivos por parte del Canarias (siete seguidos más una pérdida) fue dándole la vida a los de Pablo Pin, que con una canasta de Cheatham (de nuevo en el poste ante un pequeño) culminó un 10-0 para un global de 45-50. Un marcador con el que ya aguardaban para salir a cancha fantasmas más que habituales y conocidos.

Una canasta de Huertas y dos libres de Fernández dieron aire a los isleños antes de los diez minutos (45-54) finales en los que el Canarias pareció sacar, al menos de entrada, ventaja de que Shermadini se quedara dentro con un pequeño (47-56). Pero entre que la defensa nazarí apretó sobre Huertas, que el Canarias no estuvo fino en el tiro de tres, y que el Granada trató de agitar el partido con posesiones cortas y tiros en llegada (triple de Thomasson), los de Vidorreta se vieron solo cuatro arriba (52-56 y 55-59). Y llegaron a ser dos tras una pérdida en saque de fondo (57-59).

Otra lección más de Huertas

Insistió el Granada en su zona 2-3, pero entre un triple de Cook tras rebote ofensivo y dos acciones más de un sublime Huertas (la segunda un 2+1), el Canarias evitó males mayores mientras el tiempo fue consumiéndose poco a poco (59-67, 37') pese a los intentos de Thomasson de culminar la remontada (61-67).

Tras un intercambio de fallos, una bomba de Fitipaldo y la enésima maravilla de Huertas en ataque sentenciaron la victoria para el cuadro lagunero (61-71), que lejos de complicarse la vida en los segundos finales, se mostró efectivo desde el tiro libre (6/6) para acabar 12 arriba gracias al triple sobre la bocina de Abromaitis (68-80). Ir a Málaga en febrero, y no de simple espectador, sigue siendo posible para este Lenovo Tenerife.