La 'gira' del Lenovo Tenerife llega a su punto álgido

Se cumple este viernes exactamente medio año desde que el Lenovo Tenerife celebró su primer partido -amistoso contra el Gran Canaria- del presente ejercicio. Una temporada en la que el conjunto isleño debe tener en cuenta, como siempre le ha sucedido, una variable tan significativa como casi particular e inherente: la de los largos y continuos desplazamientos.

El calendario de esta 22/23 ha querido, eso sí, que el plantel canarista no se vea obligado a enlazar viajes dobles para poder atender sus compromisos en la Liga Endesa y en la Champions... hasta hace solo unas semanas. Y es que las combinaciones de la liga doméstica y la europea han deparado que en estas primeras fechas de marzo el Lenovo Tenerife tenga que vivir con la maleta a cuestas.

Este jueves, sin ir más lejos, el plantel lagunero se desplazó desde Murcia por carretera hasta Alicante, donde tomó un avión que lo llevó hasta Santiago de Compostela. Tres paradas más dentro de una gira peninsular de dos tandas por las que el cuadro isleño va a tener que pernoctar fuera de casa 10 noches en solo 15 días.

El momento culmen de este tour arrancó el sábado 4 cuando los aurinegros se trasladaron hasta Valencia, para luego continuar la ruta a Bilbao, donde jugaron -y ganaron- apenas 48 horas después. De regreso a la Isla el miércoles, los canaristas tuvieron solo tres días para preparar la visita contra el Joventut, estación previa para otro viaje, el que les llevó a dormir desde el lunes en Madrid para luego trasladarse hasta Murcia en tren. La vuelta terminará el domingo con el citado regreso desde tierras gallegas.

Sumarán ese día 19 los aurinegros un total de 42 noches fuera de casa en lo que va de curso después de un total de 18 desplazamientos y 22 partidos lejos del Santiago Martín. Todo en solo 180 días. La mayoría de los viajes han comprendido estancias de dos noches lejos de la familia. Pero ha habido excepciones.

En el mejor de los casos el Canarias ha podido acumular solo una noche fuera. Ocurrió por ejemplo en Barcelona, Murcia y Fuenlabrada. En los dos primeros ejemplos gracias a que esos partidos se jugaron en horario de mediodía. Contra el conjunto del sur de Madrid el Lenovo apuró y pudo regresar el mismo día para aterrizar en Tenerife Sur. Incluso en pretemporada el amistoso frente al Granca se saldó con un ida y vuelta sin hacer noche.

La duración se ha invertido cuando se trata de jugar a domicilio en competición europea, con hasta tres noches fuera de casa -previa escala en Madrid, Barcelona o Franckfurt- por mor de las limitadas conexiones aéreas y en busca de que el plantel aurinegro llegara en las mejores condiciones físicas posibles. Lo hizo así el CB Canarias en sus duelos contra el Peristeri, el Bnei Herzliya, el Rytas Vilnius y el Darussafaka.

El balance, sin embargo, no dio para sacar demasiadas conclusiones positivas de esta apuesta, pues el balance de estos cuatro duelos fue de dos triunfos y otras tantas derrotas. Eso sí, el tropiezo en tierras lituanas -como el de este miércoles en Murcia- estaba más que justificado al tener ya los tinerfeños en el bolsillo el pase a la siguiente fase.

Advertía hace apenas una semana Txus Vidorreta que “no es fácil gestionar” el día a día de un equipo con “un calendario con muchos desplazamientos desde finales de enero y hasta la tercera semana de marzo”. Así, el técnico recordaba que en este tramo los suyos habrán acumulado “10 encuentros fuera de casa y solo cuatro como locales”.

La situación ha resultado incluso más complicada en esta separación familiar en el caso de los internacionales del Lenovo Tenerife convocados para las ventanas FIBA. Los implicados han sido Sasu Salin, Gio Shermadini, Bruno Fitipaldo y Marce Huertas, que han jugado con sus selecciones tanto los duelos de noviembre como los recientes de febrero. En lo que atañe a los dos bases se añade la obligación de realizar sendos vuelos transoceánicos.

“Desde el partido de Fuenlabrada [28 de enero] hasta Santiago habrán pasado 32 días fuera de casa de los últimos 50”, advierte también Vidorreta, sabedor que esta cantidad tan elevada es uno más de los “aspectos adicionales” con los que lidiar en el reto de que su equipo se resienta lo menos posible.

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