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Liga Endesa

Enésimo sacrificio del Lenovo antes del parón

El club isleño sigue en lo alto de la tabla tras derrotar al Bilbao (73-57) gracias en buena medida a un soberbio ejercicio defensivo en la primera parte (38-23)

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Partido Lenovo Tenerife - Surne Bilbao Basket Carsten W. Lauritsen

Como si fuera sabedor de que necesitaba vaciarse incluso más de lo normal antes del obligado parón por la Ventana FIBA, el Lenovo Tenerife realizó este domingo su enésimo sacrificio defensivo para seguir con paso firme en la Liga Endesa. Una extraordinaria labor en su lado de la cancha que fue el argumento principal de la victoria canarista frente a un Bilbao Basket (73-57), totalmente colapsado en la primera parte por el arrojo de los locales (38-23) y que solo se mantuvo con vida gracias a sus 22 rebotes ofensivos (17 de ellos tres el descanso) y el pobre acierto exterior de los aurinegros (7/26 en triples).

La paciencia, un nuevo apretón atrás y la profundidad de banquillo para llegar más fresco de ideas al tramo final del encuentro hicieron que no peligrara el triunfo de los canaristas (pese al 54-47) que de nuevo tuvieron en Shermanidi (20 puntos y siete rebotes para 26 de valoración) a su jugador más destacado. Aaron Doornekamp (11 puntos), Elgin Cook y Marce Huertas (10 tantos cada uno) también acabaron en dobles dígitos.

Pese al triple inicial de Salin y un 2x2 entre Huertas y Shermadini fenomenalmente finalizado por el georgiano (2+1 para el 6-2), el Lenovo no arrancó del todo cómodo. Hakanson era más rápido que Huertas, y en los cambios defensivos se generaron ciertos desequilibrios para los aurinegros (2+1 de Alonso), mientras que al otro lado de la pista Cook gastó algunos tiros con escaso criterio y en varias ocasiones las ayudas defensivas multiplicaron las manos para evitar recepciones cómodas de Shermadini tras el 2x2.

Aún así, el cuadro aurinegro siempre llevó la delantera en el electrónico (10-9). Lo hizo gracias a los triples de Cook y Abromaitis y también con alguna acción interior más de Shermadini, si bien el Bilbao respondió saliéndose del guion con cinco puntos desde el exterior de Kyser (18-16). Incapaz de hilvanar tres o cuatro jugadas positivas, fue la aparición en escena de Jaime Fernández la que le dio una marcha más al cuadro lagunero.

El madrileño fue tan vertical como de costumbre, lo que le permitió sacar faltas, anotar de forma directa -incluida su ya habitual canasta para acabar un cuarto- e igualmente asistir para Guerra. Por primera vez en todo el partido el Canarias dio un pequeño estirón (24-16, 11') que sin embargo no terminó de consolidar tras errar Abromaitis, Fitipaldo y Salin sendos triples. Insistió el cuadro de Ponsarnau con la manita tonta de Kayser y con una de las pocas segundas opciones que permitieron los locales (dos libres de Sulejmanovic) para seguir aferrados al encuentro (26-23, 15').

Sin dar con las revoluciones ideales en ataque, con Huertas en dificultades para finalizar ni encontrar destinatario a sus asistencias a dos manos en el aire, y con Shermadini -y de forma esporádica- como única referencia ofensiva, un triple de Doornekamp con la mano de Andersson en su cara (29-23) fue el chispazo que necesitó el Lenovo para darle el necesario punto de inflexión al encuentro.

Los aurinegros elevaron, de golpe, varios puntos su intensidad defensiva. Ese aumento de nivel fue diferencial, toda vez que colapsó por completo las acciones ofensivas de los visitantes. El Bilbao se vio obligado a llevar la mayoría de sus ataques al filo de la posesión de 24 y además con apuradas selecciones de tiro. Eso, cuando lograban mirar aro, porque durante varios minutos el Canarias mordió con fiereza en el 1x1 lejos del aro, lo que permitió varias recuperaciones; un total de cuatro en este cuarto. Hasta siete puntos tras robo y corriendo sumaron los isleños al intermedio.

De esta forma el Canarias dejó a su rival sin anotar durante más de cinco minutos y a poco que aportó algo más a su cuenta ofensiva (triple de Doornekamp y canasta de Cook tras marcar muy bien los pasos hacia dentro) se disparó en el electrónico hasta el 38-23 del descanso. El 2/14 en tiros de campo en el que los aurinegros habían dejado a su rival en los segundos diez minutos hablaba por sí solo.

Pese a la canasta de Shermadini para abrir el tercer acto (40-23), quizá por la superioridad mostrada previamente y por la diferencia en el marcador, el Canarias no fue tan incisivo a la vuelta de vestuarios. Menor solidez que se tradujo en una mayor presencia interior de un Withey (11 puntos en el tercer periodo) que fue el que mejor interpretó la fuga que comenzaron a tener los aurinegros para cerrar su propio rebote. Aún así, y con Salin poniendo bloqueos ciegos para que Shermadini anotara a placer, la renta local se mantuvo intacta algunos minutos más (44-27, 25') toda vez que el divorcio visitante con el tiro seguía siendo más que manifiesto: 1/11 tras el intermedio.

Pero un triple de Withey lo empezó a cambiar todo ya que el Lenovo encadenó varias acciones negativas en los dos aros (0/5 en triples), a lo que sumó una brecha todavía mayor para cerrar su rebote. Hasta diez segundas opciones concedieron los locales en otros tantos minutos. Razón principal por la que el Bilbao llegó con vida al tramo final del choque (52-40).

Sin noticias de la aportación exterior y con Shermadini errando canastas que no suele, los hombres de negro terminaron de meterse en el choque (54-47, a 7'31''). Tuvo que pararlo Vidorreta con un tiempo muerto que sirvió para recuperar algo de criterio ofensivo y activar un tanto más a los suyos en labores defensivas. Sin llegar, ni de lejos, a las prestaciones de la primera parte, el Canarias sí frenó su caída y logró al menos llevar el duelo a un intercambio de aciertos y errores para hacer que su ventaja no corriera peligro (64-53 tras un 2+1 de Cook a tres minutos del final). Un par de presencias de Shermadini en el tiro libre y un triple de Doornekamp (70-53) terminaron de sentenciar la victoria del cuadro aurinegro, que llegó incluso a disponer de una nueva máxima renta (73-54) antes de la canasta final de Rabaseda. Una victoria más antes del obligado parón por la Ventana FIBA. Un paréntesis al que llega este Lenovo en una situación casi inimaginable hace un par de meses.

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