La de hoy será la sexta vez en la que se midan el Lenovo Tenerife y el San Pablo Burgos esta campaña. También la sexta ocasión en la que vuelvan a emparejarse en el puesto de base Marce Huertas y Omar Cook. Dos archiveteranos curtidos en mil batallas. Lo hacen esta vez en un reducido formato de playoff. Al mejor de tres encuentros. Casi sin opción al error. Una situación prácticamente al límite por la que los ya han pasado en numerosas ocasiones a lo largo de su prolija trayectoria profesional.

Cuando Huertas y Cook salten esta tarde al parqué del Santiago Martín sumarán entre ambos casi 77 años y medio de edad. Será el duelo entre los dos bases que más longevidad sumen en la historia del playoff de la ACB. El director de juego canarista acaba de cumplir los 38, mientras que el uno del Burgos llegó hace algo más de cuatro meses a los 39. Edades que habitualmente son sinónimo de ocaso en el deporte de alta competición, pero que en este caso se convierten en un plus para sus respectivos conjuntos. A nivel global solo existe, en este último lustro, un caso de mayor vejez, el que cruzó hace tres años a Felipe Reyes y Alber Oliver con motivo del Real Madrid-Granca. La diferencia, apenas ocho meses más.

Con 6,1 y 5,7 respectivamente, Huertas y Cook son el segundo y el tercer jugador de toda la Liga Endesa 20/21 que más asistencias repartieron en la fase regular tras jugar de media, en ambos casos, más de 20 minutos por encuentro. La fiabilidad del brasileño desde el tiro libre y una producción anotadora más elevada que nunca en ACB (14,2 puntos), o la capacidad de incordio del neoyorkino en defensa (1,2 robos por duelo) son otros factores numéricos que ponen en valor la impronta de ambos para sus equipos.

Sin embargo, lejos de las estadísticas, su avanzada edad permite tanto a Huertas como a Cook ofrecer intangibles vitales. Aquellos que cobran un especial valor cuando llega este momento de la temporada en el que todo se juega al cara o cruz. «La experiencia en una serie como esta es importante porque juegas contra el mismo equipo en solo un par de días», admite Omar, que califica la que hoy empieza como «la mejor parte de la temporada», aquella en la que «tienes la oportunidad de ganarlo todo».

Un tramo, eso sí, con un posible hándicap añadido... e incluso acentuado en los más veteranos del vestuario. «Yo me siento bien, pero esta pausa que hemos tenido puede ser buena o mala. Descansas, pero a la vez existe el riesgo de perder el ritmo. Disputar partidos tan importantes después de una semana sin encuentros puede resultar complicado», pone sobre la mesa el estadounidense a modo de incógnita.

Marce, por su parte, relaciona su buen rendimiento actual con su deseo baloncestístico. Aquel que quiere mantener intacto en estos playoff de la Liga Endesa. «Sigo con el mismo hambre de siempre, y cuando entro en una cancha trato de hacerlo lo mejor posible; sueño con seguir haciendo cosas», reconocía el paulista estos días en el programa 4 cuartos de Onda Cero. A esta ambición Marce añade su carácter inconformista. «La edad no es una excusa para no seguir aprendiendo; saber que siempre se puede aprender algo es vital», argumenta el base brasileño, que ahora, más si cabe, tratará de tirar de «liderazgo» con el fin de trasmitir «buenas sensaciones» a sus compañeros.

La actual es la séptima campaña (la primera fue la 09/10) en la que Huertas y Cook se ven las caras en equipos diferentes de la ACB. Una larga trayectoria al más acto nivel en España para «dos de los creadores de juego más antiguos de esta liga», como califica a ambos el propio Cook, que además se deshace en elogios hacia uno de los principales referentes del Lenovo Tenerife. «Está haciendo una gran temporada y se merece estar en el Mejor Quinteto de la ACB. Es el jefe del equipo. Gran jugador de pick and roll y muy inteligente», argumenta el base del Burgos. A partir de esta tarde le toca a Marce hacer buenas las palabras de su rival de puesto. En forma de calidad y, sobre todo, de experiencia.

Marcelinho, a por el Top 3 de asistencias

Precisamente es Marce Huertas el único jugador del Lenovo Tenerife que aparece en alguno de los ranking históricos del playoff de la ACB. Lo hace el brasileño en el de asistencias, donde totaliza 342 pases de canasta. Con un poco de suerte el base canarista podría opositar al top 3 de esta clasificación, si bien su más inmediato antecesor es el madridista Sergio Llull, con 363. Algo más lejos queda Nacho Azofra, con 379, mientras que Juan Carlos Navarro es el líder con 381.