La calidad del rival en el cara al cara y la suerte esquiva en los triples finales condenó el estreno del Lenovo Tenerife, que no pudo doblegar a un Baskonia que fue casi siempre a remolque pero que estuvo más acertado en el momento de la verdad. Tras un continuo intercambio de canastas, una penetración de Henry a 29 segundos del final supuso el 79-81 definitivo, toda vez que los laguneros no acertaron a convertir los dos triples finales (Salin y Huertas para un 8/25 global) que le hubiera dado la victoria. Shermadini, con 17 puntos y cinco rebotes, aunque más errático que de costumbre, fue de nuevo el más destacado de los isleños, que caen a la cuarta plaza de la tabla. 

Tiró de entrada el Lenovo de la movilidad de Salin ante Giedraitis, y su conexión con Guerra, de nuevo titular. Entre los dos se combinaron para hacer los primeros siete puntos de los locales (7-5), que también tuvieron un buen argumento en varias circulaciones pacientes (11-7). El cuadro lagunero esquivó cualquier susto inicial, pero en cambio no pudo evitar que su rival hiciera daño desde el perímetro (4/5) para hacer tres triples consecutivos en un parcial de 0-9 (11-16). Además, con la entrada en pista de Shermadini, los laguneros se atascaron por momentos en ataque ante las ayudas interiores de los visitantes. 

Pero la espesura canarista apenas duró unos momentos, ya que con la dirección de Huertas el Lenovo comenzó a producir de manera colectiva. Doornekamp insistió desde la esquina, Yusta sacó lustre a su capacidad física en el dos, Shermadini comenzó a encontrarse cómodo dentro (2+1 ante Diop) y Sulejmanovic puso de manifiesta su innata capacidad para rebotear y además anotar desde la esquina. Así lograron los locales un parcial de 11-2 (22-18) que tuvo continuidad en el arranque del segundo periodo con la clásica bombita de Huertas y dos chispazos de calidad (triple y penetración por fuerza) de Yusta.

El estirón tinerfeño llegó hasta el 18-2 para un 29-18 (13'). Sustanciosa renta labrada no solo por el acierto ofensivo de los de Vidorreta, sino también gracias a una actividad defensiva superlativa. En el uno contra uno, en los cambios y en las ayudas, llevando al Baskonia a varias posesiones al límite de los 24. Los aurinegros evitaron el daño en el interior, e igualmente anularon la productividad exterior de su oponente (1/1 en triples en el segundo acto), que durante un buen rato solo produjo desde el 4,60 (9/9 en el periodo) para reducir diferencias (31-27).

Un triple de Vildoza (33-30) terminó de estabilizar el duelo, que ya se movió hasta el ecuador en un intercambio de golpes. Gracias a una continua reedición de su esfuerzo defensivo, el Lenovo no se descompuso ante el empuje rival. Delante, certero desde el 4,60 (6/6 en este acto) y con la vuelta de Doornekamp a su mejor versión ofensiva (dos libres, triple y asistencia), los isleños mantuvieron intacta su corta renta (40-34) que, eso sí, se quedó en cuatro puntos al descanso (42-38). Sin haber firmado una primera parte soberbia, los aurinegros se vaciaron atrás y minimizaron errores delante (cuatro pérdidas al descanso) para creer en el triunfo.

Se mantuvo el toma y daca a la vuelta de vestuarios, y aunque el Lenovo se agarró a los puntos de Doornekamp y Shermadini (47-43 y 49-45), no pudo atar en corto a un soberbio Vildoza (siete puntos seguidos) ni impedir que se repitiera la producción inicial de los visitantes desde el perímetro. Así, con los triples de Polonara y Raiestie, el Baskonia recuperó la delantera en el electrónio 16 minutos después (50-51).

Trance delicado para el Lenovo, que además vio como su caudal ofensivo se secó por momentos. Ya fuera por no dar con situaciones claras de tiro (Jekiri contuvo bien a Shermadini) o directamente por falta de acierto. Ahí, los de Vidorreta volvieron a multiplicarse en las ayudas defensivas de los pequeños, que con muchas manos equilibraron los errores de ambos conjuntos en los dos lados de la cancha. 

Esa chispa atrás le dio algo de clarividencia a los laguneros en medio de tantos ataques a trompicones, y primero con Fitipaldo y luego con la superioridad interior de Guerra ante la ausencia de un cinco puro en el cuadro vitoriano los locales volvieron a pegar un pequeño estirón (59-54). Pero como ocurriera en el epílogo del segundo acto, el Baskonia también apretó atrás (dos tapones de Polonara) y se mostró infalible desde el 4,60 (6/6) para dejar de nuevo el partido en un pañuelo. La guerra táctica afrontó su última batalla en tablas.

nada cambió en el cuarto periodo, ya que cualquier apretón de uno de los equipos era inmediatamente respondido por el otro. Así, Ivanovic cortó de raiz, con un tiempo muerto, el 6-2 de los locales en menos de dos minutos (67-62) del que salió el Baskonia con dos canastas de Jekiri (67-66). Volvió a sumar el Lenovo con un triple de Salin y una canasta de Cavanaugh (74-69), pero entre Peters y Giedraitis los visitantes volvieron a tomar la delantera (74-76) en un partido en el que cada fallo fue cada vez más panalizado. Fitipaldo convirtió de tres, pero la conexión Henry-Jekiri fabricó un 2+1 (77-79). Gio puso las tablas antes de que erraran Henry y Cavanaugh, aunque con 29 segundos por jugarse el base galo no falló entrando hasta la cocina (79-81). El Lenovo decidió jugar largo y aunque la jugada para el triple de Salin no salió, aunque el finés dispuso de un tiro que se fue al hierro. En el rebote, Huertas también la tuvo, pero como en el duelo del curso pasado, el aro le dio la espalda al brasileño.