Chiefs-Eagles

Mahomes y Hurts aseguran una Super Bowl para la historia

El flamante MVP de Kansas City Chiefs y la estrella de Philadelphia Eagles libran el primer duelo de quarterbacks negros, que están cambiando la NFL | La gran final del fútbol americano enfrenta por primera vez dos hermanos de sangre,Travis y Jason Kelce, y plantea un reto fenomenal de entrenadores

Una imagen del estadio de Glendale (Arizona), el escenario de la LXVII Super Bowl.

Una imagen del estadio de Glendale (Arizona), el escenario de la LXVII Super Bowl. / BRIAN SNYDER

Idoya Noain

Hace solo un mes, después de que a principios de año el jugador de los Buffalo Bills Damar Hamlin cayera de forma fulminante sobre el terreno de juego por un paro cardíaco tras un choque, Estados Unidos y la liga de fútbol americano (NFL por sus siglas en inglés) quedaron conmocionados. Hamlin sobrevivió pero su caso volvió a colocar bajo los focos la violencia del deporte estrella del país.

Como ha pasado varias veces en la última década, especialmente tras la publicación de revelaciones e informes médicos sobre el impacto de las lesiones cerebrales y hasta el estreno de una película de Hollywood protagonizada por Will Smith, corrieron de nuevo ríos de tinta, se analizó la idoneidad y suficiencia de cambios en reglas o equipamiento que no han evitado que este año los traumatismos subieran un 18%, se prodigaron reflexiones, resucitaron miedos... Pero cualquiera diría que ha pasado un siglo.

Este domingo (madrugada del lunes, hora española) llega la Super Bowl LVII, un duelo monumental entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, dos equipos que cerraron la temporada regular con la marca de 14 victorias y solo tres derrotas. La NFL anda dando palmas por un partido hecho para la historia que, además, representa el retorno pleno tras dos años en que se dejó notar el impacto de la pandemia. Hay 6.000 periodistas de 24 países acreditados. El espectáculo debe continuar.

Mahomes y Hurt, fin del debate

El Estadio State Farm de Glendale (Arizona) va a acoger el primer cara a cara entre dos 'quarterback' negros, el emparejamiento, además, más joven de la historia. Ahí estará el estelar Patrick Mahomes, que pese a un reciente esguince en el tobillo derecho llega a los 27 años y en su quinta temporada como titular en Kansas a su tercera Super Bowl en las últimas cuatro ediciones, con la memoria del título en 2020 (segundo para la escuadra tras el de 1970) y con su flamante segundo reconocimiento como MVP anunciado el jueves.

Patrick Mahomes, el 'quaterback' de Kansas, en un entrenamiento.

Patrick Mahomes, el 'quaterback' de Kansas, en un entrenamiento. / CHRISTIAN PETERSEN

Ahí estará también el aún más joven (24 años) y no menos fenomenal Jalen Hurts, acariciando la gloria en su segunda temporada en la completísima escuadra de 'Philly', un equipo que alzó el trofeo Lombardi en 2018 y, tras desdibujarse los años siguientes, desde 2021 ha marcado una resurrección de ensueño. “Solo queremos inspirar a los siguientes”, decía esta semana Hurts. “Ser parte de la historia es una bendición”.

En el año en que el espectáculo de medio tiempo correrá a cargo de Rihanna (que en el pasado lo rechazó considerando que sería una hipocresía actuar para una liga que estaba castigando a Colin Kaepernick por sus protestas contra la injusticia racial) el duelo de Mahomes y Hurts es como maná para la NFL, una liga con la mayoría de jugadores negros pero que, pese a los avances que se encarga de subrayar el comisionado Roger Goodell, aún sigue siendo abrumadoramente blanca cuando se habla de propietarios, directivos y entrenadores.

Jalen Hurts, rodeado de compañeros de los Eagles, durante un entrenamiento.

Jalen Hurts, rodeado de compañeros de los Eagles, durante un entrenamiento. / ROB CARR

Es también una bendición para una liga que ha tardado demasiado en abrir espacio a los negros como 'quarterbacks'. Han pasado 35 años desde que Doug Williams debutara como el primero en la Super Bowl, y ahora Mahomes y Hurt, dos jugadores muy similares en altura y peso pero de estilos muy diferentes, dan por enterrado cualquier debate sobre la idoneidad de los negros para la posición. Y a ellos en buena parte, y especialmente a un Mahomes que roza sino representa la excelencia tras haber pulido sus imperfecciones, se les atribuye haber roto la rigidez y abierto todo un mundo de posibilidades con osadía, estilo libre, imaginación, improvisación y creatividad.

Duelo fraternal y de entrenadores

Sobre el verde se producirá este domingo también el primer duelo entre dos hermanos no de piel sino de sangre: Travis Kelce, el receptor fundamental para Mahomes, y Jason Kelce, el centro de los Eagles que probablemente sea hoy el deportista más querido de Filadelfia.

El duelo de banquillos no tiene menos miga. En el de Kansas se sienta Andy Reid, veterano de 64 años, que antes de llegar en 2013 a los Chiefs, a los que llevó hasta el título de 2020 y a la final al año siguiente, había pasado 10 años entrenando precisamente a los Eagles, a los que también llevó a una Super Bowl (la de 2005, que perdieron con los Patriots). En el de Filadelfia, mientras, está alguien más joven, Nick Sirianni, uno de los asistentes de Kansas a los que dejó ir Reid.

Los hermanos Jason Kelce (Philadelphia Eagles) y Travis Kelce (Kansan City Chiefs).

Los hermanos Jason Kelce (Philadelphia Eagles) y Travis Kelce (Kansan City Chiefs). / TIM NWACHKWU / DAVID EULITT

En los Eagles, Sirianni debutó hace dos años con cinco derrotas en sus siete primeros encuentros pero no tardó en corregir el curso y el año pasado acabaron en los play-off. Ha aprovechado al máximo la lluvia de talento que ha hecho caer sobre los Eagles el mánager general Howie Roseman. Emocional y también vistoso, rompe esquemas sobre los patrones anodinos por los que parecen cortarse los entrenadores de la NFL. Y este hijo de profesores, casado también con una antigua maestra, ha creado uno de los equipos más completos de la liga, con una defensa que bate récords y uno de los ataques más equilibrados. “Su trabajo número uno ha sido facilitar un equipo concentrado en mejorar, en trabajar, y llega cada día con energía, motivado para mejorar”, ha dicho de él Kelce, atribuyendo a ese espíritu más importancia que al diseño de jugadas concretas.

Sobre la NFL siguen sobrevolando fantasmas: desde por casos de violencia de género, acoso y adicciones que salpican a jugadores y propietarios hasta por prácticas empresariales tan dudosas como para que haya abiertas investigaciones o procesos legales. Por un día, no obstante, la liga puede mostrar lo mejor de sí misma. Sigue siendo uno de los negocios más rentables, atrae inversiones milmillonarias de televisiones y plataformas de 'streaming' (113.000 millones de dólares ganará de ellas en la próxima década) y amplia horizontes internacionales (este año jugó su primer partido en Alemania). La Super Bowl, además, sigue siendo el fenómeno deportivo y cultural del año. Con los Chiefs y los Eagles, con Mahomes y Hurts, con Kelce y Kelce, con Reid y Sirianni y con Rihanna tiene garantizado ese lugar. 

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