Falta una semana para el 5 de agosto, un día marcado a fuego en el barcelonismo: el aniversario de la marcha de Leo, una herida que sigue abierta y que Joan Laporta asegura que quiere cerrar.

"La etapa de Leo no acabó como todos queríamos. Acabó muy condicionada por cuestiones económicas. Tenemos una deuda moral con él en este sentido. Nos gustaría que el final de su carrera fuera con la camiseta del Barça y siendo aplaudido en todos los campos”, ha sentenciado desde Nueva York. El presidente azulgrana ya había abierto esta puerta el pasado fin de semana en una entrevista en ESPN pero esta vez ha sido más claro. “Esto es una aspiración. No hay nada hablado. Me siento corresponsable de este final. Creo que es un final provisional, creo que conseguiremos que esta aspiración sea una realidad”.

Laporta prometió durante la campaña electoral que renovaría a la estrella argentina. Pero, aduciendo el 'fair play' financiero de LaLiga, no pudo cumplir su palabra. Las palancas económicas han cambiado la situación: el Barça ya no tiene que fichar con la regla 1x4 (solo podía invertir en nuevos fichajes un euro de cada cuatro nuevos que ingresara) sino que vuelve a la 1x1.

De 38 goles a 11

El curso pasado fue decepcionante tanto para el Barça como para Messi. Los azulgranas quedaron fuera de la fase de grupos por primera vez en 18 años y el PSG, pese al tridente Messi-Mbappé-Neymar, sufrió una dolorosa eliminación ante el Madrid. Quién marcará los 30 goles de Messi, se preguntaba Koeman antes de la salida del ocho veces 'pichichi' liguero. Sin él, los máximo goleadores fueron Aubameyang y Memphis Depay (13 goles en todas las competiciones), mientras que el exazulgrana, tras 13 temporadas seguidas sin bajar de los 38 tantos, solo aportó 11 en el PSG.

Como Eric Castel

Messi firmó por dos años con el PSG con la intención de poner luego rumbo el año que viene EEUU para terminar su carrera en el Inter de Miami. Pero el cambio de la situación económica y deportiva del Barça podría alterar sus planes: el club azulgrana, a diferencia de hace un año, vuelve a ser competitivo. Además, en el banquillo ya no está un Koeman con el que no tuvo 'feeling' sino su amigo Xavi, que desea su regreso. El técnico ya dijo esta semana que "ojalá" que la historia de Messi con el Barcelona no haya terminado.

El próximo verano, cuando cumpla 36 años, quedaría libre con lo que podría hacer como Eric Castel, que cambió el Barça por el PSG pero volvió a los dos años. ¿Se repetirá el guión del cómic?