El CD Marino pone fin a las vacaciones de invierno con el partido en el campo del San Fernando del 10 de enero como referencia. En ocho jornadas, el equipo tinerfeño ha sumado dos puntos. Con la meta puesta en la permanencia, el capitán hace balance.

El Marino tuvo de todo en 2020: un campeonato de Tercera con la competición suspendida, un ascenso a Segunda B con suspense, la eliminatoria de Copa que acabó de madrugada...

De repente llegó la pandemia, los playoff se hicieron eternos y estuvimos jugando hasta agosto. Enseguida empezamos a preparar una categoría muy exigente. Y en la Copa del Rey se tuvo que retrasar el partido. Fue un año difícil.

Pero están en Segunda B.

Nos marcamos la meta de pelear por el playoff, pero no hicimos una plantilla para ser primeros de Tercera. La experiencia en Segunda B está siendo difícil. El coronavirus está influyendo en la economía de todo el mundo y, en nuestro caso, ha afectado mucho a un club que es humilde. Pero nos estamos preparando para una segunda vuelta que será muy dura.

¿Le tranquiliza ver que el club es prudente con los gastos?

Hay que tener los pies en el suelo. Sabemos la situación en la que estamos y cuando los jugadores fichan, también lo tienen claro. El club ha buscado el mismo perfil, el de gente con ganas de hacerse un hueco en el mundo del fútbol. Ese es el camino. Fichar está bien, pero hay que tener cabeza. Lo que está por encima de todo es el club, y si volvemos a Tercera División, que espero que no pase, lo importante será que no existan deudas.

¿Les han prometido fichajes?

Depende del presidente y de la dirección deportiva. Nosotros tenemos que centrarnos en el juego.

Dos puntos en ocho jornadas. ¿El balance ha sido injusto?

Quien haya visto nuestros partidos, sobre todo en casa, sabrá que el fútbol no nos ha tratado del todo bien. Hemos sido superiores a la mayoría de los rivales que han venido a la Isla. Por ejemplo, perdimos una vez en el minuto 90, empatamos otra después de tirar el balón por encima del larguero rematando casi en la línea... Luego, sí es verdad que esta categoría te exige muchísimo fuera de casa. Te enfrentas a plantillas muy potentes. En Marbella nos metieron cinco goles, pero hasta el minuto 75 íbamos 1-1 y habíamos tenido ocasiones para hacer el 1-2. El fútbol no está siendo justo con nosotros. Merecemos tener más que dos puntos. Pero esto es así. Estamos pagando la inexperiencia y la falta de minutos en Segunda B. En este sentido, creo vamos a mejorar durante la segunda vuelta y sacaremos muchos más puntos.

¿Cómo se gestiona esa dinámica en el plano anímico?

El mensaje del míster siempre ha sido el mismo. Cuando perdimos por 6-0 en Huelva no fuimos los peores y cuando estuvimos cerca de ganar al Tamaraceite no fuimos los mejores. Hay que tener un equilibrio, sabiendo cuál es la dificultad de cada partido. En esta categoría, para sumar un punto hay que pelearlo y sudarlo. A partir de ahí, necesitamos tener otra mentalidad. Es verdad que cuando al equipo le meten un gol, le cuesta, porque ya son muchos partidos perdidos de manera injusta y en los últimos minutos. Es difícil, pero tenemos que ser fuertes mentalmente, aprender de los errores y ser un equipo unido.

¿Quiénes tiran del carro?

Aparte de haber buenos futbolistas, en el vestuario hay buenas personas. Aquí todos tiramos en la misma dirección. Sabemos lo difícil que es esta categoría y que si no estamos todos juntos, será casi imposible. Nos fuimos de vacaciones con otra derrota, esta vez en la Copa. Fue un partido más que no merecimos perder. Pero es lo que nos viene pasando y hay que mantener el mismo mensaje. Si te esfuerzas cada día, peleas los partidos y compites, el fútbol te va a recompensar tarde o temprano.

Probablemente, en otro club ya se habría producido un cambio de entrenador. ¿Ayuda tener esa estabilidad?

Estamos tranquilos. El cuerpo técnico está haciendo un gran trabajo. Están muy unidos. El cambio no tiene por qué ser de míster. Quizás nos falta mentalidad, creer que tenemos equipo para competir. A partir de ahí, si algo tiene esta categoría es que muchos partidos se deciden por detalles. Son encuentros muy cerrados, con poco margen de error. En muchos pecamos por tener fallos tontos. Pero confiamos en el entrenador.

¿La clave estará en aumentar la producción ofensiva?

Es una asignatura pendiente. Pero hacemos ocasiones bastante claras. Creo que tenemos que ser contundentes en las dos áreas, porque también hemos encajado goles por despistes y hemos salido derrotados. Hay que buscar un equilibrio entre el acierto ofensivo y una mayor contundencia atrás.

¿Tiene claro cuál es el camino que les queda en el nuevo formato de la Segunda División B?

Al principio no lo tuvimos muy claro, pero ya sabemos que tenemos que sacar el mayor número de puntos posible para llegar vivos a la fase de permanencia. Lo vamos a intentar. Mirando el otro subgrupo, los demás tampoco están tan lejos. Eso sí, tendremos que hacer una segunda vuelta muchísimo mejor que la primera. Seguramente, por todo lo que nos ha pasado, llegaremos muy fuertes a la fase por la permanencia.

¿Qué está siendo lo peor?

Sinceramente, jugar sin público. Nos está costando. Quizás es lo que más he echado en falta. Luego, cuando hemos jugado fuera en campos históricos como el del Recreativo, también se ha notado.

¿Con qué se queda?

Uno disfruta por sentirse más futbolista aún de lo que era. Visitas campos, como El Colombino, en los que se respira fútbol. Te sientes futbolista. Eso es bonito.