Las Palmas y Tenerife se presentan en el derbi del domingo inmersos en rachas opuestas que, sin embargo, enmascaran su realidad futbolística. Las Palmas viene de realizar en Girona su mejor partido, al menos como visitante, pero el marcador le dejó un solo punto con lo que prolonga una secuencia de cuatro partidos sin conocer la victoria, en los que ha sumado 2 de los 12 últimos disputados, su peor micro ciclo en la competición. Enfrente estará un Tenerife, perdido en la búsqueda de un estilo, en un proceso de dudas que cada vez deteriora más su juego, pero que ha sido capaz de alcanzar la cuarta jornada seguida sin perder. En ellas ha sumado 6 puntos, para redondear su mejor tramo de competición hasta ahora.

El análisis previo de este partido no se puede desligar del estado anímico con el que lo afrontan en cada bando. El Tenerife tiene razones para aferrarse a la teoría de que los resultados ayudan a mejorar el juego, a través de la confianza que le aportan al jugador. De la misma manera, en el lado amarillo se podría generar el temor a que este tiempo sin ganar, y el hecho de haber encajado la primera derrota en casa ante el último visitante (Oviedo), pueda afectar a la firmeza de un equipo que, sin embargo, a diferencia de su rival del domingo, no tiene dudas respecto a los procedimientos que utiliza.

Las rachas inversas

Las rachas inversas

El mejor promedio goleador

Los derbis son partidos aparte, generan su propia burbuja, de manera que pueden deparar también resultados muy poco relacionados con las trayectorias anteriores. No obstante, estamos ante un clásico canario con datos que remarcan ciertas diferencias que se deben tener en consideración. El más llamativo: el partido mide la capacidad goleadora de Las Palmas como local frente a la pobreza de anotación del Tenerife a domicilio. Las Palmas ha marcado diez veces en sus cinco apariciones en el Gran Canaria. Tiene, entonces, una media de dos dianas por partido, la mejor de la categoría (el Espanyol también ha hecho 10, pero en 6 partidos). El Tenerife no ha ganado fuera, solo ha hecho dos goles en sus cinco desplazamientos y ha encajado en todos ellos, hasta un total de 7. Su único dato positivo es que en los dos partidos en los que marcó (Gijón y Fuenlabrada) no perdió.

Sobre el juego

En las cuatro últimas fechas, a las que se refiere este informe, Las Palmas ha perdido seis posiciones en la tabla y ha visto recortada su ventaja sobre el Tenerife, que llegó a ser de 5 puntos (la mayor, en la jornada 7), a uno solo, que es la actual. Pero no se puede entender que esté atravesando un bache. Los dos puntos que ha sumado en este tiempo son muy meritorios, un empate en Albacete y otro en Girona, y los ha logrado jugando bien. Los dos malos resultados intercalados entre ambos fueron las derrotas en Cartagena (3-0) y frente al Oviedo, con los goles de Nahuel Leiva. La UD llega en su peor momento de producción, pero con un rendimiento futbolístico notable, como demostró el lunes en Montilivi. La intrahistoria de la miniracha del Tenerife es muy diferente. Ha logrado dos triunfos en casa, ante Rayo y Zaragoza con lo mínimo y renunciando a apostar por un progreso en su idea de juego, con un planteamiento de supervivencia que no se atisba solvente para largo recorrido. Los dos empates, ante el Espanyol y en Fuenlabrada, no dejan mejores noticias. Contra el líder sobrevivió replegado y en Fuenlabrada lo salvó el coraje.

La mejor versión, a remolque

El Tenerife ha perdido tres partidos de los cinco que ha jugado como visitante. Solo ha convencido a través de sus reacciones con el marcador en contra. Fueron tramos de partido marcados por las circunstancias, con el rival ya conservando su renta. En El Molinón, ante el Sporting, el equipo blanquiazul mostró la mejor versión de la era de Fran Fernández. Fue, sobre todo, después de encajar el gol de Pedro Díaz, e incluso estuvo muy cerca de ganar el partido. En Ponferrada sucedió algo similar, empató Jorge Padilla y el equipo pudo llevarse los tres puntos. Y en Ponferrada, solo el error de Suso en el penalti impidió otro empate tras reaccionar a un tanto en contra. En las otras dos visitas, a Alcorcón y a Mallorca, casi no tuvo opción.