El Tenerife llega a su primer cruce de caminos de la temporada. Un triunfo ante el Lugo, a ser posible con una actuación convincente, atenuará los efectos de un decepcionante comienzo de Liga, resumido con la suma de ocho puntos en el mismo número de jornadas y la conquista de solo dos triunfos. Cualquiera de los otros dos resultados atrapará al equipo en una peligrosa -y familiar por las últimas campañas- dinámica inicial que, normalmente, reduce los objetivos a la permanencia. Con 33 partidos por delante a partir de hoy, se podría pensar que aún es pronto para definir metas -y lo es-, pero los arranques de curso están siendo cada vez más influyentes.

Los blanquiazules ganaron por última vez el 10 de octubre, por 1-0 al Rayo en el Heliodoro. Ese fue el escenario de su anterior triunfo, el de la fecha inaugural frente al Málaga. Entre esas dos alegrías, el equipo enlazó tres encuentros sin sumar, y tras la victoria más reciente, no pasó del empate en El Molinón y en la reciente visita a la Isla del Espanyol (0-0), con un tropiezo en medio en El Toralín. El balance es insuficiente para un aspirante a algo más que la salvación, de manera que urge ir recuperando el terreno perdido. En teoría, el reto es más exigente de lo que parece, dado que su rival es el mejor equipo de las tres últimas jornadas, un Lugo que lleva un pleno de puntos desde que sus dirigentes cambiaron a Juanfran por Mehdi Nafti en el banquillo. Con el franco-tunecino, la escuadra gallega se impuso de manera consecutiva al Castellón (0-1), Girona (3-0) y Logroñés (2-3). Son datos que demuestran que algo ha cambiado en el Lugo, que ya le saca cuatro puntos a un Tenerife en el que se esperan cambios en el once.

El regreso de Zarfino, después de una jornada de suspensión por su expulsión ante la Ponferradina -la única baja es la de Lasso-, invita a mover el equipo. En el caso que juegue de entrada -Aitor parece fijo y Folch es una garantía-, quedaría la incógnita de la demarcación que ocuparía, dado que Fernández descartó ayer que vaya a ejercer la función de 10. El de mediapunta es el puesto que más protagonistas ha tenido. El último, un Shashoua que cumplió el domingo ante el líder.

Pero la falta de gol del Tenerife, con cinco tantos y ninguno anotado por sus delanteros, abre el debate sobre la conveniencia de que coincidan dos especialistas, solución que no llega a convencer al técnico. Sol tiene un sitio seguro, mientras que esperan su oportunidad Apeh o un Joselu que no participa desde la cuarta jornada. Con un enganche -el abanico es amplio, con Vada, Shashoua, Bermejo, Jacobo... e incluso Zarfino- o un segundo delantero, la duda residiría en esa zona del campo.

En cuanto a otras líneas, cabe la posibilidad de que, por la acumulación de minutos en algunos jugadores, el entrenador se decante por dar descansos, pensando que el domingo tocará visitar al Fuenlabrada. Seguramente, el caso más claro es el de Shaq Moore, quien acusó falta de chispa frente al Espanyol. Si el estadounidense para, habría vía libre para Suso Santana.

En cuanto al Lugo, ayer viajó a Tenerife sin Luis Ruiz, Borja Domínguez y el icodense Iriome, descartados por estar lesionados.