El fútbol hecho arte con Pedri, la Champions y una historia de cuento que vale un gol: "El pase, un beso con lengua, llegó a..."

El canario reapareció por la puerta grande y en uno de los primeros balones que tocaba dibujó un pase de fantasía para que Raphinha empatase el partido

Pedri durante la eliminatoria de Champions League frente al PSG

Pedri durante la eliminatoria de Champions League frente al PSG / Valentí ENRICH / Sport

¿Qué es el estilo en el fútbol? ¿Hay un exponente mejor que otro? ¿Xavi o Luis Enrique? Son muchas las preguntas alrededor de la manera de jugar del Fútbol Club Barcelona, pero pocas se hacen alrededor del fútbol que despliega el tinerfeño Pedri.

El jugador nacido en Tegueste y formado en la Unión Deportiva Las Palmas está viviendo un calvario con las lesiones, pero su calidad sigue intacta. Lo demostró en unos cuartos de final de la Champions League, ante el multimillonario Paris Saint-Germain de Kylian Mbappe y tras otro parón causado por una inoportuna lesión.

Sacó la varita mágica para dibujar un pase por encima de la defensa francesa y dejar al brasileño Raphinha solo delante de la puerta y empatar el encuentro momentáneamente. Si en directo parecía arte, un escritor y periodista lo ha convertido en una historia poética.

"El canario, capaz de oler un pedo antes de que salga, puso el intermitente en la bota derecha y le dio al balón una de esas caricias que dan los abuelos: firme y cariñosa..."

Sergio V. Jodar, desde su cuenta de Instagram @pluton.ya.no.es.un.planeta, convirtió en una historia de fantasía un pase sacado de los textos de J. K. Rowling. Siéntense y disfruten, la magia de Pedri trasciende del césped al texto:

"Era el minuto 62, unos segundos después en Canarias. Como si anunciara Neutrex, Pedri vino del futuro, le cogió la agenda a Raphinha y le apuntó que había quedado en el área con su cita. El canario, capaz de oler un pedo antes de que salga, puso el intermitente en la bota derecha y le dio al balón una de esas caricias que dan los abuelos: firme y cariñosa. Le susurró a la pelota, que voló como los frisbees que les lanzan a los perros y rasgó la defensa del PSG.

Pedri, que cuando da pases construye futuro, de no ser futbolista habría sido crupier: cuando reparte juego parece que descubre cartas de póker en un tapete verde. El pase, un beso con lengua, llegó a uno de esos lugares sin civilización que solo pueden alcanzar los delanteros y los arqueólogos. Se habló mucho en la previa del ADN y ahí está un canario que llegó tarde al Camp Nou representándolo. Quién sabe si se pierde tantos partidos porque le están haciendo transfusiones de la sangre de Xavi.

Fue Luis Enrique el que sacó el tema del estilo, como si dijera un facto después de haberle dado al palo. Nadie sabe muy bien qué es el estilo ni en el fútbol, ni en la literatura, ni en la vida. Quizás el estilo sean los regates al pasado de Lamine Yamal o Cubarsí con los mofletes llenos porque ha engullido el miedo de los traumas recientes. O a lo mejor el estilo es que Koundé, que derrocha flow con su vestimenta, frene al mejor jugador de la actualidad con la misma cara con la que entraría al supermercado. El estilo es atacar cuando toca y resistir cuando te pasan por encima.

El estilo es hacer lo que te dé la gana, tener personalidad para ser maduro y adolescente a la vez. Y sobre todo tener estilo es que te estén acosando y no sacar defensas, sino meter a Pedri y Joao Félix y defender con la pelota, que por algo solo hay una. El PSG, cuyo título más importante es haber tenido a Messi, sacó una pancarta de Darth Vader. Después de tantas risas con Amunike, Xavi puede decirle a Luis Enrique eso de yo soy tu padre. Fue un Barça desacomplejado y con estilo en unos cuartos de la Champions. Era 2024, nueve años antes en Barcelona".