Muere Juan Fumero: Tenerife llora el adiós de uno de los impulsores del fútbol base en Canarias

Juan Fumero estuvo vinculado a la SD San José durante más de cinco décadas 

Fotografía de Juan Fumero.

Fotografía de Juan Fumero. / El Día

El presidente de la SD San José, Juan Fumero, falleció el pasado 12 de marzo. Este histórico dirigente deja un recuerdo permanente en el deporte base de Tenerife.

El fútbol base tinerfeño perdió, el pasado 12 de marzo, a una de sus figuras más emblemáticas con el fallecimiento de Juan Fumero, presidente del SD San José. Su partida, a los 80 años, deja un vacío en el corazón de la entidad y también en aquellos que tuvieron el privilegio de cruzar su camino con él. 

Su trayectoria en el balompié se inició como directivo del ya desaparecido Unión Palma. Desde entonces, su pasión por este deporte y su incansable dedicación lo catapultaron hacia el reconocimiento como un referente del fútbol base de Tenerife. Su labor ha sido fundamental en la formación de nuevas generaciones, trazando el camino para el futuro del deporte en la Isla. 

La SD San José, un modesto club de Santa Cruz sin categoría regional, fue su hogar durante cinco décadas. Desde allí, Fumero no solo dirigió la institución, sino que moldeó vidas y oportunidades. Perteneciente al barrio de Las Delicias, pero con un arraigo profundo en Las Cabritas, el SD San José no solo fue un equipo, sino un faro de esperanza y desarrollo para estas localidades. Trabajar para mantener a la entidad en la élite del fútbol base canario fue difícil para Juan Fumero. A diferencia de otros clubes que contaban con categoría regional o una base establecida, el San José se veía obligado reclutar jugadores de otros equipos. Gracias a su visión y dedicación, el equipo se consolidó en la División de Honor, llevando el nombre del barrio a lo más alto en el panorama futbolístico canario. Sin embargo, esta temporada ha estado marcada por la remodelación del campo de Las Delicias, lo que obligó al San José a disputar sus partidos como local en el campo de Añaza. Esta situación supuso un revés para el juvenil, que culminó con su descenso a la categoría Provincial.

La herencia de Juan Fumero en el fútbol base de Tenerife «es innegable». Así lo describe José Barroso, periodista y amigo del expresidente. «Se convirtió en un impulsor del desarrollo del deporte tinerfeño», comenta. Desde su compromiso con el equipo de su barrio, Las Delicias, hasta la formación de una sólida estructura que abarcaba desde benjamines hasta juveniles, Fumero siempre buscó lo mejor para su club. «Formó una base que llegó a tener tres equipos juveniles en funcionamiento», añade Barroso. Además, el exdirectivo santacrucero logró desarrollar talentos como Ángel Rodríguez, hoy jugador del CD Tenerife.

En cuanto a las cualidades de Fumero, Barroso destaca «su profundo amor por el balompié y su dedicación al deporte». «Era reconocido y aceptado en toda la comunidad del fútbol base de Canarias», añade. Además, su compromiso con el desarrollo de Las Delicias se evidencia en la transformación del estadio de un campo de tierra a uno de césped, un logro complejo que requirió el esfuerzo y la colaboración de la Alcaldía de Santa Cruz.

La relación entre Fumero y la cadena del San José era excepcional. «Era un presidente muy cercano a los jugadores y entrenadores, involucrándose en gran medida», verbaliza el periodista. Se interesaba por el «bienestar de los chicos, les brindaba ayuda cuando más lo necesitaban».

El apellido Fumero ha trascendido su mera asociación deportiva para convertirse en una marca, equiparable al reconocimiento del San José. 

El periodista y docente Lolo González imparte clases a varios niños pertenecientes a la base del club en el CEIP Las Delicias y destaca que estos jóvenes encarnan valores como la humildad, la esperanza y la ilusión.

En Las Delicias y Las Cabritas, la contribución de Juan Fumero era reconocida. «Realizó numerosas aportaciones positivas para el bienestar de la localidad», afirma González. Su compromiso con la protección del campo y su amor por el club lo convirtieron en una figura respetada y querida en los barrios.

Al ser preguntado por cómo cree que a Fumero le gustaría ser recordado, José Barroso destaca que la gente lo reconocerá por su compromiso con el desarrollo del balompié en Canarias. En un momento en que la categoría de División de Honor se jugaba a nivel nacional con equipos como Barcelona, Madrid y Atlético de Madrid, él «trabajó para mantener la unidad en el fútbol canario». Cuando la liga se dividió en Tenerife y Gran Canaria, Fumero fue un «elemento crucial» en la unificación, llegando a un acuerdo con todos los clubes para que la liga canaria de juveniles tuviera un solo grupo y se la reconociera como la sexta liga de Nacionales. Con su trabajo incansable, Fumero fue el presidente que defendió el balompié juvenil del Archipiélago y promovió la unidad en el deporte local. 

Ahora, mientras la Federación Interinsular de Fútbol de Tenerife prepara un torneo en su honor, las memorias de Juan Fumero seguirán inspirando a futuras generaciones a seguir sus pasos, a dejar una marca imborrable en el mundo del deporte y a ser, como él, un verdadero líder. Clubes de renombre como el CD Tenerife, la UD Las Palmas y la UD Icodense se unieron al luto, reconociendo la grandeza del exdirigente como una persona que dedicó su vida al deporte y a su barrio.

La mano derecha de Fumero

La partida de Miguel Bercedo en el año 2020 no solo marcó el fin de una bonita historia en el San José, sino que también dejó un vacío profundo en el corazón de Juan Fumero, que lo consideraba su «mano derecha». La relación entre ambos era más que laboral. Bercedo era «un amigo cercano», alguien que siempre estaba ahí. Tal y como lo describe Gerásimo Rivero, periodista experto en fútbol regional, Bercedo era un «verdadero todoterreno». Su dedicación y disposición para ayudar en cualquier tarea dentro del club eran inigualables. «Desde recuperar un balón en la carretera hasta estar presente en las puertas de la taquilla para recibir a los equipos, Bercedo era el alma de la entidad». La profundidad de la relación entre Bercedo y Fumero trascendía las funciones administrativas del club. «Eran compañeros inseparables, compartieron momentos de alegría y de dificultades», concluye Rivero. El legado de Miguel Bercedo perdura en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo. Su compromiso, dedicación y amistad dejaron una marca indeleble en la historia del San José y en el corazón de Fumero.