El Cisneros, digno semifinalista

El Cisneros Alter tuvo contra las cuerdas al vigente campeón de la Superliga. El Guaguas tuvo que sacar su mejor nivel para meterse en la final de la Copa del Rey (3-1).

Empezó igualado el encuentro, con un Cisneros compitiendo a la par que su rival y buscando a Vítor Amorim en ataque. Así, fue un saque directo de Gaby del Carmen el que puso por delante a los suyos (10-8) y obligó a Sergio Miguel Camarero a pedir tiempo muerto. Al regreso a la pista, la avalancha tinerfeña siguió imponiéndose y el técnico grancanario tuvo que parar nuevamente el choque.

Con Bruno Vinti y Mario Dovale parando los ataques por bajo y Macarro haciendo lo mismo en la red, los cisneristas ejecutaron su plan de partido a la perfección (17-12). La tensión se hizo palpable en un momento con varios challenges consecutivos, pero la iniciativa seguía siendo de los laguneros.

Si bien Guaguas se acercó a dos puntos, a los pupilos de Matías Guidolin no les pudo la presión y tuvieron a punto de caramelo el triunfo en el primer set (23-20).

Sin embargo, los grancanarios reaccionaron para empatar el duelo y convertirlo en una muerte súbita (24-25). En esta tesitura, los amarillos golpearon primero y se adelantaron en el marcador: 25-27.

El Guaguas arrancó como un cohete el segundo periodo (0-3), pero el bloqueo del Cisneros apareció justo a tiempo. A los colegiales no puedes dejarle ninguna mínima oportunidad, ya que resulta caro a quien lo haga. Aprovechando los errores del rival, el conjunto tinerfeño se puso por delante en el set con dos saques directos de Del Carmen (14-13).

El partido entró en un intercambio de golpes, primero con grandes acciones de ambos y luego con una concatenación de fallos (23-23). Nadie dio su brazo a torcer, pero la figura que acabó imponiéndose fue la de Amorim. Al final, bloqueo del brasileño para poner el 29-27 y el empate a uno.

Al contrario que en el anterior, el Cisneros empezó dominando en la red y llevando la iniciativa durante gran parte del tiempo (9-7). Eso sí, pese a las destacadas actuaciones de todo el cuadro tinerfeño, el Guaguas resistió (12-12).

En dicho instante, algo hizo clic en los amarillos y, sumando punto tras punto, establecieron una ventaja inédita hasta entonces. Ni los tiempos muertos solicitados por Guidolin frenaron la tormenta grancanaria, que no amainó ni con el 17-25 del tercer set. Cierto es que el Cisneros nunca perdió la cara y compitió en todo momento.

Ya en la cuarta manga, el encuentro siguió por los mismos derroteros. El Guaguas seguía mostrando un gran voleibol, pero no lograba desquitarse de un aguerrido plantel cisnerista (7-12). No obstante, en cuanto la perfección de los laguneros bajó una mínima parte, los grancanarios aprovecharon para casi sentenciar la semifinal (10-17). Guidolin dio entrada a los jugadores menos habituales y el Guaguas llegó hasta el 12-25 para ganar el partido por 1-3.