Nico Paz, "más canario que el Teide"

El canterano de moda del Real Madrid es tinerfeño. Su padre, el exblanquiazul Pablo Paz, se muestra orgulloso de los orígenes del protagonista del triunfo ante el Nápoles.

Nico Paz.

Nico Paz. / Europa Press

Julio Ruiz

Julio Ruiz

En el Real Madrid se habla de un tinerfeño. Y eso no pasa todos los días. El protagonista en cuestión no es otro que Nicolás Paz Martínez. El joven jugador había asomado esta temporada con tres actuaciones puntuales en el equipo entrenado por Ancelotti, una en la Liga de Campeones, ante el Braga, y dos de Primera División, frente al Valencia y el Cádiz. Apenas unos minutos, sin más. Pero lo del miércoles ya fue otra cosa. También participó como reserva, pero lo hizo para desbloquear el triunfo de Champions frente al Nápoles (4-2). Con 2-2 en el marcador, Nico recibió el balón en el campo contrario, avanzó y remató para batir al portero del conjunto italiano. Con 19 años cumplidos el pasado mes de septiembre, se había estrenado a lo grande como goleador.

Todavía en caliente, reconoció que estaba «flipando» por lo que había vivido unos instantes antes. «Me atreví, estaba en modo automático, no sabía ni lo que estaba haciendo y le pegué», dijo sobre el césped del Santiago Bernabéu.

Nico se unió a la Fábrica del Real Madrid con 12 años. Por supuesto, ya sabía lo que era ponerse unas botas y entrar en contacto con un balón de fútbol. Había apuntado maneras en su Isla natal, en el Atlético San Juan y en la base del CD Tenerife, del que salió en su último año de alevín. Pero Nico tenía en casa a un buen maestro, ni más ni menos que un internacional absoluto con Argentina, el exjugador del Tenerife Pablo Ariel Paz, quien decidió fijar su residencia en la Isla tras colgar las botas e iniciar su carrera como entrenador.

Pablo, un central que fichó por el representativo en el verano de 1996, a las puertas de la temporada cumbre de la presencia de los blanquiazules en la semifinal de la Copa de la UEFA ante el Schalke 04, habla con orgullo de los orígenes de su hijo. «Es más canario que el Teide», aseguró en Radio Marca Tenerife. «No se le va a ir el acento, está orgulloso de ser de Tenerife; y a mí me encanta que siga tan natural como lo era cuando llegamos a Madrid, a sus 12 años», dijo sobre un «chico que hace una vida normal», como cualquiera de su edad: «Entrena, juega a la Play, está con sus amigos del colegio...».

Desde su condición de exfutbolista, procura no intervenir en la formación de Nico. Solo se presta a colaborar si le pide algún consejo. «Pero no voy a incidir en nada, sino a ayudar desde mi posición de padre; no me meteré en nada que le pueda afectar», aclaró sobre Nico, que ha heredado la «personalidad y la tranquilidad» de su progenitor, pero no tanto su manera de desenvolverse en el campo. «Yo era bastante más tosco».

Al día siguiente de la irrupción estelar de Nico, Pablo seguía sorprendido por la madurez que había mostrado el canterano. «Pareció que no le pesaba el Bernabéu», comentó. «Ni pensó que estaba jugando la Champions ni que estaba en un momento tan importante del partido, porque iban 2-2», continuó con la corazonada de que su hijo imaginó que «estaba con el Castilla o con el juvenil y tiró a puerta» para hacer el tercer gol del Madrid. «Si lo llega a pensar un poco, no le sale tan bien, pero fue valiente, gracias a Dios», concluyó.