Natación

Judit Rolo: "Gracias, gracias y gracias"

La nadadora paralímpica Judit Rolo, la 'mariposa', dice adiós a la alta competición y a 20 años de sacrificio, superación y muchísimas alegrías tanto en lo deportivo como en lo personal

Judith ha sido una las deportistas más destacadas en el mundo de la natación adaptada en España.

Judith ha sido una las deportistas más destacadas en el mundo de la natación adaptada en España. / El Día

"Gracias, gracias y gracias". Ese fue el sencillo final elegido por la nadadora paralímpica Judit Rolo, la mariposa, a la hora de anunciar el fin de su carrera como deportista de élite, un adiós sentido que anunció en el marco de la XXVI Gala del Deporte de Tenerife y tras recibir el Premio APDT a una gran trayectoria. Un final que provocó que los más de 300 invitados al acto celebrado en la Sala Andrómeda de Puerto de la Cruz, emocionados y puestos en pie, regalaran dos minutos de aplausos a una mujer que como en tantas ocasiones luchaba por aguantar el tipo, tal y como hizo en un montón de ocasiones en las piscinas de todo el país, en los vasos de medio mundo que la han hecho ser una referencia paralímpica.

En el escenario dio la puntilla a una trayectoria, un bombazo como lo fue el anuncio de la retirada de Michelle Alonso en la edición anterior de la gala. Emocionada, Judit casi no podía sostener el papel que guardaban unas palabras sencillas, pero difíciles de leer, no solo por lo que significaban, si no por el temblequeo en las manos que la invadió cuando veía cómo su vida pasaba por ese instante de tristeza al decir adiós, y de alegría por su apuesta decidida por incorporarse al mundo laboral y labrarse triunfos personales igual de importantes que los logrados en el ámbito deportivo.

"Se cierra una etapa, pero siempre digo a partir de aquí se abren 20.000 puertas. A ver lo que viene ahora", destaca entre risas y quitándole trascendencia a la decisión tomada. Judit destaca que "el deporte me lo ha dado todo, gracias a que un día mi entrenador Guada (José Luis Guadalupe) me encontró en la piscina nadando, me explicó qué era el deporte adaptado y la verdad es que el deporte me ha enseñado mucho, desde valores hasta gestionar las cosas, además permitirme conocer lugares y personas. Miro el deporte como un regalo", recalca.

La mariposa no quiere oir hablar de legado por sus incontables triunfos y récords, más bien le gustaría "que se hable de que Canarias y Tenerife tienen deportistas excelentes, no sé si es por las instalaciones o el gofio [risas]. Al margen de la broma, no me considero un ejemplo de deportista. Solo digo que si alguien está mal, en su casa u otro sitio y nos ve a nosotras, a Michelle (Alonso), Pedri u otro deportista, pues que nos vea como una motivación para hacer deporte. Y da igual el que quiera hacer, no tiene que ser de alta competición. Pero no solo por la salud o por estar bien físicamente, sino por su componente psicológico".

La nadadora reconoce que se dio cuenta de que se cerraba una etapa y se abría otra "cuando las lesiones me empezaron a sobrepasar. Estaba preparándome para Tokio y me habían operado del túnel carpiano y ya no estaba en las marcas... supe llevarlo más o menos porque psicológicamente es un palo, pero siempre he defendido que cuando ya no disfrute tanto en las competiciones de alto nivel, pues algo va mal... y así fue".

"Daba igual que me machacaran en un entrenamiento haciendo 6.000 metros, porque después decía que valía la pena. Pero cuando estaba sintiendo esa falta de empatía, y no por nada ni por nadie, ya me decía que las cosas no estaban bien", reiteraba. No obstante, segundos después reconocía que "acabo de hacer 5.000 metros como entrenamiento" [risas]. "También es porque lo disfruto ahora que no tengo la exigencia y lo tengo todo más claro", justifica volviendo a recordar la lesión.

Judit Rolo confirma que fue determinante para dejarlo al no conseguir la mínima para Tokio, "ahí ya me di cuenta de que sintiéndome bien con lo que he hecho, podía dejarlo. Iré a alguna competición, pero ya más por hobby, sin esa exigencia al máximo nivel".

Recuerda que siempre "hubo momentos en los que me enfadaba con los entrenadores, pero también otros en los que ellos se enfadaban conmigo [risas]. Al final la relación es como en una familia, cuando ellos se enfadan conmigo y viceversa. Tantas horas de entreno, tantas cosas que vivimos y todo es una balanza. ¿Pero sabe una cosa? Guada, para mí, es el mejor entrenador del Mundo, no lo cambiaría por otro, aunque tuviera aquí al entrenador de Mireia del Monte, que seguro que es buenísimo, pero a mi Guadipita no lo cambio por nada".

Ahora viene la vida después del deporte, una situación que Judit busca con ahínco "para crecer un poco más como persona" y ese futuro pasa por desarrollar en la práctica sus estudios, un amplio abanico de posibilidades que van desde "técnica de laboratorio, pasando por auxiliar de veterinaria o administrativa... hasta técnica deportiva. Parar no he parado -dice con orgullo-, pero la verdad es que me gustaría encontrar trabajo".

"Es muy duro haber compatibilizado las dos cosas, entrenar y estudiar. Es una válvula de escape y es muy difícil, pero todo en esta vida es sacrificio. Hay logros que he conseguido gracias a un aplazamiento de prácticas, por ejemplo, u otra situación. Es muy complicado hacer las dos cosas", reitera con su risa contagiosa y con el orgullo de haber logrado grandes metas.