El latido tinerfeño del Paso

«Pocos clubes tienen la estructura profesional que hemos encontrado en La Palma», advierten Ayoze y Fede Olivera

Fede Olivera y Ayoze Placeres, frente a la sede de Tenerife Espacio de las Artes (TEA).

Fede Olivera y Ayoze Placeres, frente a la sede de Tenerife Espacio de las Artes (TEA). / María Pisaca

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Conversación con dos de los pilares del Atlético Paso 2022/23 y elogios por parte de ambos a la consistencia del proyecto, la organización y la sensatez en el discurso. Uno repite, el otro no ha renovado. Pero ambos hablan maravillas del equipo del volcán.

A Ayoze Placeres (Santa Cruz de Tenerife, 1993) y a Fede Olivera (Maldonado, Uruguay, 1995) les une su pasado blanquiazul, su coincidencia durante el curso pasado en el vestuario del Atlético Paso y casi idénticas opiniones sobre la fuerza del proyecto de los verditos, como así los llaman. El club del volcán –denominado de este modo por su cercanía geográfica con la erupción del Tajogaite– se ha ganado en poco tiempo un prestigio inusitado en el fútbol nacional y, al mismo tiempo, un cariño creciente y un hueco en el corazón de miles de canarios. «Tal vez sea por solidaridad con la gente de La Palma que tan mal lo pasó», describe Ayoze, quien acaba de renovar sus vínculos con el cuadro isleño de Segunda RFEF.

La próxima campaña serán hasta tres los embajadores canarios en este escalafón –han subido también Mensajero y San Fernando– pero algo tiene de especial el Paso que lo hace singular y diferente. Ya no solo la repercusión que tuvo su reciente paso por la Copa del Rey o el impacto que las consecuencias funestas del volcán tuvieron en su afición; también la aparición en escena de un grupo inversor con lazos en el país del Sol Naciente –de ahí vino Mitsuki, del Vissel Kobe– y la intención inequívoca de hacer las cosas bien, dar un paso al frente y competir con los mejores.

El latido tinerfeño del Paso

El latido tinerfeño del Paso / Manoj Daswani

«Había ganas de que hubiese un equipo así en Canarias», asevera Ayoze. «Fue una gran alegría haberme podido enganchar al club a finales de enero. Lo hice por la potencia del proyecto que había, me gustó y decidí ir», explica el charrúa, también ex de los filiales del Tenerife. «La erupción ocurrió el año anterior a ir nosotros, pero sí que llegas y notas que la gente lo ha pasado mal, lo difícil es que responerse. Aún así, la ilusión por el equipo no se ha perdido. Y de algún modo, para mucha gente hemos sido el único motivo para que sonreír. Por eso hemos intentado darles alegrías, ser un motivo de felicidad», resume.

Para el central, «El Paso ha sido volver a casa». «Desde verano del año pasado ya solo llamarte y demostrarte tanto interés eran motivos para confiar. Además, estaba al lado [de su isla natal y sentía que querían hacer las cosas bien. Era volver a sentirme importante y jugar en Canarias. No llega a ser el Tenerife pero es una institución que cada vez tiene más prestigio en las Islas», sentencia.

«Yo pienso como Ayoze», retoma Fede, aún con su futuro profesional en el aire. «El Paso era el único equipo que representaba a las Islas y me sorprendió mucho la forma de trabajar. En los últimos años no ha habido ningún club que trabaje como lo hizo este año el Paso, de forma muy metódica, muy seria. Quizá esperaba un equipo más familiar, menos estructurado», admite. «Creo que la profesionalidad y la organización es lo que nos llevó al éxito de salvar la categoría. Yo otros años me he encontrado con proyectos mucho más rústicos, menos hechos, incluso en Primera RFEF. Hay clubes mucho más humildes que no tienen la estructura del Paso, eso te lo puedo garantizar», añade Olivera, que ha jugado recientemente para clubes peninsulares como el Barakaldo, el Linares o el Calvo Sotelo.

Cantera canaria

La conversación con Ayoze y Fede comienza con el Paso como hilo conductor, con el milagro obrado por Manolo Sanlúcar como principal argumento; y deviene en otro asunto candente en las Islas como la transformación del Tenerife y su apuesta por el trabajo de cantera, con un fichaje rutilante en nómina como el de Jony Vega.

Para Ayoze, que pasó por la casa blanquiazul en tiempos pretéritos, es fundamental darle tiempo. «Seguimos teniendo un problema de cultura, de no valorar lo suficiente a los de aquí. Quizás es por falta de referentes en el primer equipo. No estamos acostumbrados ni siquiera a defenderlos, porque es que no están. Yo me echo las manos a la cabeza cuando llaman pesetero a un futbolista de aquí. ¿Qué pasa? ¿Que por ser de Tenerife no tiene derecho a cobrar un buen contrato? Gente como Maikel o como Ángel han hecho buenísimos años fuera y es normal que te cueste traerlos. Lo incomprensible es que se dé con facilidad cifras altas al de fuera; y con el de aquí se racanee», explica con una claridad meridiana.

«Creo que a cualquier futbolista canario que le preguntes, te va a contestar lo mismo. Hay mucho desconocimiento a la hora de hablar. El fútbol es un trabajo y nadie va a hacértelo gratis, o por debajo de lo que merece, por muy cerca de casa que estés», expone Olivera. Y completa Placeres: «Que sí, que eres de Tenerife, que te crió el Tenerife y te sientes del Tenerife, pero tontos no. Es fundamental que te valoren en tu justa medida. De todos modos, celebro que las cosas ahora se estén haciendo de otra manera».

Para Placeres, es crucial en el trabajo de cantera darle confianza y continuidad al futbolista. «Un ejemplo claro lo tenemos en los centrales de Las Palmas. No es solo ponerlos a jugar, es darles minutos e insistir en tu apuesta. Solo así podrás fabricar buenos futbolistas para el futuro». Y respeto a las repatriaciones, avisa de que «las ganas pueden con todo, pero también hay que tener en cuenta que la responsabilidad aquí es mayor porque te conoce todo el mundo y te van a exigir lo máximo».

Ahora bien, aplauden el cambio. «En el Tenerife todo ha sido muy rápido, al menos esa es la percepción desde fuera. Yo veo con buenos ojos la intención de hacer las cosas con otro estilo. Si querías mejorar, no podías seguir como antes», diagnostica Fede, esperanzado y a la vez optimista.

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En las últimas horas se ha producido «un paso al costado» por parte de Sergio García, hombre fuerte del Atlético Paso durante la última temporada y que ejercía de director general deportivo. Es el segundo golpe de timón en la estructura pasense, tras la inesperada salida de Jorge Muñoz por motivos personales.El club no ha querido dar publicidad al cambio. Ahora, la comisión deportiva estará formada por Ricky Jurado, Luis Planaguma y el entrenador del primer equipo, Manolo Sanlúcar, a quien se le ha ofrecido la renovación hasta 2025.El club trabaja en varios frentes abiertos, por ejemplo la composición del calendario de pretemporada. Aprovechando el parón en Primera División, recibirán en la Isla Bonita a la UD Las Palmas. También es probable un amistoso en julio contra el CD Tenerife.