El partido de categoría cadete provincial entre el CD Valeriana y la UD Ibarra, disputado el pasado sábado en el campo de fútbol de Francisco Reyes, de El Chorrillo, dejó momentos de tensión instantes después de que el árbitro señalara el final del mismo.

El encuentro terminó con el resultado de empate a dos goles. El último tanto se produjo a poco del 90’, tras un penalti a favor del conjunto local provocado por unas manos de un visitante en el área.

El duelo, que había transcurrido con normalidad y sin grandes sobresaltos, dio paso a la inesperada reacción de una parte de la plantilla de la UD Ibarra, de su entrenador, que había sido expulsado en el primer tiempo del choque, y de algunos aficionados de este conjunto, indicaron testigos presenciales. Inicialmente, cada equipo se dirigió a su vestuario, sin que la situación fuera a mayores. Pero las discusiones de camino a la caseta animaron a los futbolistas de la entidad sureña a volver al campo para expresar su descontento con el desenlace del partido, con el arbitraje...

De repente comenzaron los insultos y golpes a puertas y sillas de las instalaciones del Verdellada.

Como medida preventiva, el presidente del club anfitrión, Roberto Herrera, optó por acompañar a los árbitros a un lugar seguro. Asimismo, ordenó a sus jugadores que aguardasen en otro punto del recinto deportivo, en el cuarto de la lavandería, con el fin de evitar enfrentamientos con los rivales. Además, llamó de inmediato a la Policía Local, que no tardó en acercarse al campo de El Chorrillo.

Uno de los contenedores del campo del Valeriana que fueron lanzados durante la reyerta. E. D.

Las fuerzas del orden público llegaron pasadas las 14:00 horas, cuando ya había comenzado a enfriarse el ambiente y el árbitro había empezado a abandonar el campo por una puerta trasera, de manera que no tuvo que ser escoltado en el trayecto a su coche. La delegación del Ibarra, con jugadores, técnicos, algún dirigente y aficionados, también se encontraba en la zona de estacionamiento, dispuesta a volver a casa; sin el ánimo de dar continuidad al enfrentamiento que se había producido minutos antes en el campo. De hecho, no se registraron más incidentes y tampoco se notificaron lesiones, solo desperfectos en las instalaciones del Verderllada, tal como recogen diferentes vídeos tomados por los directivos locales. «Volaron sillas y contenedores», aseguran desde el club verdinegro. Las imágenes serán enviadas a los responsables de la UD Ibarra, a modo informativo, y de la Federación Tinerfeña de Fútbol. Estos últimos serán los que determinarán si resultará necesario aplicar algún tipo de sanción.

Se supone que sí habrá castigo disciplinario, a modo de partidos sde arresto, para tres jugadores del Ibarra que fueron expulsados con roja directa a la conclusión del partido, en medio de las protestas.

«Había sido un bonito partido de cadetes provincial, pero creo que algunos perdieron los papeles al final. Por suerte, la cosa no llegó a más, pero nos encontramos con algunas cosas destrozadas, volaron sillas y contendedores», lamentó el presidente del Verdellada, Roberto Herrera.