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Atletismo

«Paolo, ¿cuándo vamos a Tenerife?»

El campeón olímpico de 100 metros y 4x100 en Tokio 2020 Marcell Jacobs no falta a su cita anual de entrenamientos en Tenerife, una isla que le encanta

Marcell Jacobs

«La pista es magnífica, se está genial, hace calor. Tienes que venir, es un sitio fantástico». Así le vendió Tenerife un compañero de entrenamientos a Marcell Jacobs la posibilidad de realizar parte de su pretemporada en la Isla. «Y al año siguiente, en 2017, vine y fue increíble», ratifica el ahora campeón olímpico. En su primera visita Jacobs era uno más entre las decenas de atletas profesionales que coinciden sobre el tartán del Antonio Domínguez. Trasiego que en parte lo descolocó, ya que «en Italia no había tanta gente entrenando y todo era más tranquilo». Pero este movimiento se compensó enseguida.

«Mirabas a la pista y veías a campeones olímpicos, mundiales y europeos. Y estar rodeado de tantos grandes te creaba un estímulo extra», recuerda el italiano. «Así que desde 2017 hasta hoy he venido todos los años, y seguiré haciéndolo porque es una isla que me gusta. Entrenas bien, hace calor, se está tranquilo, me encanta la gente y además puedes divertirte. Ya fui al zoo [Loro Parque] con los niños, también a los karts, el Teide lo he visto nevado varias veces...», relata a modo de resumen de todas sus visitas.

Ahora, en su sexta presencia en Arona, cinco años después, han cambiado las cosas. Ya son los otros deportistas concentrados en la isla los que prácticamente ruegan poder compartir pista en alguna de las explosivas series de Jacobs. Aunque se trate de solo unos segundos. Por la calle también es diferente. Antes Marcell pasaba desapercibido. Como un turista más. Ya no. «¡Mira, el campeón, el campeón!», recrea el atleta sobre lo que en varias ocasiones vive por el litoral del Sur de Tenerife. «El año pasado, por el covid, todo estaba cerrado, pero ahora me reconocen mucho porque hay un gran cantidad de italianos; el otro día fui a un restaurante y solo había italianos», comenta el velocista sobre una comunidad que únicamente en Arona supera los 10 millares de habitantes.

Y Marcell nunca rehúye, sino que siempre corresponde «a la simpatía de la gente». Su integración y la de todo su equipo con la Isla es total. Dentro y fuera de la pista. Así lo escenifican, por ejemplo, su hermano pequeño que entrena habitualmente en la Escuela de Boxeo de Manuel Povedano, donde también ha llevado a su hijo. E igualmente Alberto Marcellini, su fisio, «al que le encanta venir aquí para surfear todas las mañanas». Una sensación que ratifica su entrenador. «La vida diaria ha cambiado, pero parece que en esta Isla no. No sé si es por el influyo del volcán o por qué, pero lo cierto es que cuando venimos aquí, sonreímos. Pero no sonreímos porque haya sido un lugar que nos trajera buena suerte, sino porque estamos muy bien», explica Camossi.

Por todo, es normal que Jacobs sienta la Isla «como un segundo hogar» y asocie a ella sus éxitos más recientes. «El año pasado hice mis mejores entrenamientos aquí y luego gané el Europeo, hice récord italiano y de Europa y logré dos oros olímpicos. Así que creo que se puede decir tranquilamente que una parte de mis medallas es de Tenerife». Por eso, «cuando llega noviembre y empieza a hacer frío en Italia», Marcell comienza a preguntarle a su entrenador: «Paolo, ¿cuándo vamos a Tenerife? ¿Cuándo vamos a Tenerife?».

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