eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Atletismo

«No nací siendo un superhéroe»

«Yo mismo creé mi destino; con trabajo y determinación se pueden lograr las cosas», afirma el campeón olímpico de 100 metros y 4x100 en Tokio 2020

«No nací siendo un superhéroe»

El campeón olímpico de 100 metros en Tokio, Marcell Jacobs, no solo trabaja a diario para ser más rápido en la pista. El velocista italiano ha entendido que su mejora pasa igualmente «por entrenar el aspecto mental».

Su infancia no resultó nada sencilla. ¿Se considera un ejemplo de persona que logró alcanzar una vida mejor?

Sí, creo que puedo ser un ejemplo de historia para contar. Mi vida no siempre ha sido perfecta, nunca lo tuve todo, ni gané siempre cada carrera. Al contrario. Pasé por muchas dificultades de niño, muchas lesiones y tantos problemas... No he sido siempre el numero uno, sino que tuve que construir todo esto. Por eso, para esas personas que quizá viven algunas situaciones difíciles o más complicadas de lo normal, quiero decirles que yo no soy un superhéroe, ni nací así, sino que yo mismo fui el que creé mi destino. Por eso pienso que con trabajo duro y determinación se puede lograr cualquier cosa.

¿Ha pensado que quizá solo una línea muy delgada le pudo separar de ser una estrella como ahora a terminar como un joven en dificultades?

Desde que era niño en mi cabeza tenía la idea de que quería ser alguien, y cuando empecé a hacer deporte mi mayor sueño era ganar los Juegos Olímpicos. Y creo que todo lo que me ha pasado en la vida me ha ayudado a llegar donde estoy ahora. En su momento no lo entendí, pero ahora veo como ese camino y todas esas dificultades me han permitido estar donde estoy hoy. Sin esas adversidades no sería el que soy. Fue un solo camino, sin cruces, pero ese camino es el que me llevó a ser quien soy.

Más allá del plano físico, también ha venido trabajando mucho el plano mental...

Sí, es algo muy importante. Es como si estuviéramos completando un rompecabezas y faltara una pieza, y esa pieza fundamental era el aspecto mental. Por ejemplo, si yo ahora trato de revivir lo que ocurrió en la final de Tokio se me agita el corazón y me entran palpitaciones. Pero en cambio, en ese momento estaba totalmente concentrado, feliz de encontrarme allí y disfrutando ese instante. Así que creo que es tan importante entrenar el cuerpo como entrenar la cabeza, y por eso lo hago, lo seguiré haciendo mientras mi carrera continúe, y tal vez, incluso, después porque en la vida normal también necesitas este tipo de ayuda.

Pero esta es una faceta de la que no hablan muy a menudo los deportistas. Al menos de forma abierta...

Es un camino muy difícil porque debes sacar esas cosas que no le cuentas a cualquiera; esas dificultades que tienes y que no quieres que la gente a tu alrededor sepa. Ante los demás siempre mostramos que va todo perfecto, pero en cambio cuando llegas delante de la persona [su mental coach] de vez en cuando te sientes pequeño; pequeño porque cuentas situaciones que solo tú conoces. Hacer este tipo de trabajo es muy difícil porque debes estar muy predispuesto a hacerlo. Pero acabas dándote cuenta de que se trata de una parte fundamental, y a mí me ha ayudado mucho.

Antes de decidirse por el atletismo también jugó al fútbol y al baloncesto. ¿Piensa que hubiera triunfado en otro deporte?

Creo que sí, porque lo que me hizo llegar hasta aquí fue mi determinación. Lo pude hacer en otros deportes y lograr cualquier cosa. Pero lo hice en el atletismo porque me gustó de inmediato, y cuando lo probé sentí que era mío, que formaba parte de mi naturaleza y de mis movimientos, porque ya de niño me pasaba corriendo todo el día. Y esto es algo que he hablado hace tiempo con mi madre, incluso este año pasado, que tengo la seguridad de que si hubiera crecido en Estados Unidos, con la determinación que tengo de querer convertirme en alguien, hubiera podido hacer algo importante en otros deportes o ámbitos.

También se ha dejado asesorar para quitarse una muela del juicio que al parecer le daba muchos problemas...

Sí, sí, sí. Realmente no creía que esto pudiera cambiar nada, y aunque me fié de mi gente, cuando me la quitaron estuve una semana con la cara hinchada e insultando a todo mi staff porque no podía comer ni hacer nada. Pero cuando volví a ir al gimnasio a entrenar comprobé que mi pierna derecha, que hasta entonces era más débil, se había vuelto mas fuerte solo por quitarme un diente. Incluso bromeaba y decía ‘¡Wow!, vamos a quitarlos todos, porque imagina lo que puedo hacer...’ Fue un detalle importante, porque incluso en Tokio tuve una pequeña dificultad en la pierna derecha, que era un poco más lenta que la izquierda, pero ahora la derecha es aún más rápida.

¿Cómo ha lidiado con todo lo que condiciona a un deportista la pandemia del covid?

Fue difícil, aunque afortunadamente a mi familia no le pasó nada, ni tampoco a la gente más cercana. Tuvimos mucha suerte en comparación con otras personas que han perdido seres queridos. Cuando sucede algo nuevo que nadie conoce se genera mucha incertidumbre, y mentalmente no fue sencillo, ya que me había estado preparando durante cuatro años para esta Olimpiada, y de un momento a otro se aplazó para 2021. Resultó complicado encontrar ese deseo y decirte a ti mismo que tenías que hacer otro año de preparación. Ahora debemos trabajar en la misma dirección para tratar de que todo esto desaparezca lo antes posible; no pensar solo en nosotros mismos sino también en los demás y ser capaces de hacer las cosas como se nos dice.

Compartir el artículo

stats