Semana de orgullo rojinegro

Guillermo Jiménez es el vicepresidente y también pertenece al área deportiva de la entidad. Es el hombre de fútbol del club, portavoz idóneo para exponer, a grandes rasgos, las líneas maestras del nuevo proyecto rojinegro. «Para el Mensajero es un ascenso muy importante. Somos un equipo de una isla menor y además este es nuestro tercer ascenso. Le damos más importancia por la reestructuración que hay en el fútbol español. Sería importante asentarnos en la nueva categoría y no ser un equipo de sube y baja, por eso estamos empezando a trabajar, para poner las bases de un proyecto bonito e ilusionante», asegura Jiménez, que valora el potencial y el interés de la nueva competición. «Esta Segunda RFEF sigue siendo una gran categoría, sobre todo para un equipo como el nuestro, es verdad que los clubes potentes y poderosos (que estaban antes en Segunda B) se han ido a la Primera RFEF, pero hay muchos equipos importantes, que pertenecen a capitales de provincia», recuerda.

No obstante, la entidad palmera vive una semana que en la que mezcla la alegría con la responsabilidad de los dos partidos que aun debe disputar como equipo de Tercera División. «Es bueno pensar ya en la próxima temporada, en jugadores y cuerpo técnico, pero sin olvidar que restan dos partidos», máxime teniendo con consideración que el equipo de Yurgen Hernández puede ser juez para el segundo ascenso directo. Poniendo la vista en la planificación futura, Jiménez apuesta por la continuidad en el banquillo. «Quiero empezar por el cuerpo técnico, nuestra primera opción es que Yurgen (Hernández) pueda continuar. Creo que él también quiere y cuando las dos partes coinciden, el acuerdo es más sencillo. En cuanto a jugadores, aún es pronto para hablar de ello, pero el club trabaja para no llegar tarde a aquellos futbolistas que interesan», señala el vicepresidente.

Sin nombres sobre la mesa, Jiménez sí tiene claro el criterio que va a presidir la confección del nuevo plantel. «La idea de salida es que nuestra plantilla sea netamente canaria, no hay que olvidar que muchos jugadores de Canarias juegan en la península, e incluso en Europa. Si no se puede tener buenos futbolistas de aquí, pues tendremos que ir al mercado peninsular, pero para esta directiva, la prioridad es que la plantilla sea mayoritariamente canaria», adelanta.

Trabajando sobre la incógnita que representa esta nueva categoría, el Mensajero asume que «hay que dar un pasito hacia delante y profesionalizar las estructuras del club, no debemos olvidar que la propia Federación lo va exigiendo. A día de hoy los clubes reciben ayudas de la Federación, que invita a que se profesionalice parte del club. Tenemos claro que todo el cuerpo técnico va ser profesional, y un 99% de la plantilla de futbolistas tiene que serlo también. En el área administrativa deberá entrar alguien que igualmente sea profesional. Las instalaciones del Silvestre Carrillo son del club y eso es muy importante», señala el dirigente.

El primer paso en el nuevo reto del histórico club palmero es confeccionar un presupuesto de ingresos que dé margen de maniobra al club. «Lo que debemos tener claro es qué ingresos aproximados vamos a tener, para poder saber cuánto nos podemos gastar en planificar y confeccionar una plantilla acorde a la categoría. Ya estamos trabajando con nombres de futbolistas que nos podrían venir bien, y en cuanto sepamos los ingresos con los que contamos, pues nos pondremos a llamar a jugadores. Tenemos la suerte de que somos el único equipo ya ascendido y eso es una ventaja», valora el veterano dirigente, que ve cumplido un anhelo: devolver al Mensajero a una categoría acorde con su historia. Lo contemplan 12 temporadas en la vieja Segunda B.