El arte político de Concha Jerez y Jane Millares se exhibe en Valencia

«Fusilados esta mañana», anuncia la portada del diario Informaciones, a 27 de septiembre de 1975, con un titular de punta a punta que cristaliza la memoria de la ignominia en los estertores del franquismo. La artista grancanaria Concha Jerez, Premio Nacional y Velázquez de Artes Plásticas, exhumó los nombres en papel de los últimos hombres ejecutados bajo el régimen y fundó su serie artística «escritos ilegibles autocensurados», basada en textos intervenidos como una forma de resistencia contra el olvido, la represión y la censura. 

Junto a la instalación La Vanguardia (1980), que trenza dos bloques de estéticas de lo mediático y lo cotidiano, la creadora y pionera nacional de la performance participa con estas dos obras en la exposición colectiva El poder con que saltamos juntas - Mujeres artistas en España y Portugal entre la dictadura y la democracia, que abre sus puertas hoy en el prestigioso Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). «Ambas son obras muy importantes y muy representativas de dos líneas de creación mías», manifiesta la artista desde Valencia. 

La muestra reúne un total de 186 obras de 58 mujeres artistas de todo el país, creadas entre finales de la década de los 60 y comienzos de los 70, con un discurso político velado o manifiesto en las antípodas del régimen franquista. Además de Jerez, la nómina incluye a otra artista grancanaria, Jane Millares Sall, referente del indigenismo, con su pintura Garrote vil (1974).

Homenaje a El Corredera

Millares Sall pintó Garrote Vil en homenaje al teldense Juan García, El Corredera, luchador antifranquista, última víctima de la guerra civil española, condenado y ejecutado bajo pena de muerte en Canarias, el 19 de octubre de 1959. 

La pintora plasmó este cruel mecanismo de ejecución capital sobre fondo negro, en consonancia con los tiempos oscuros que atravesaba el país. El hijo de la artista, el periodista Míchel Jorge Millares, recuerda las intensas movilizaciones por parte de distintos colectivos de la sociedad canaria a favor del indulto, pero el fascismo llegó primero. 

«En este proceso tuvo un importante papel Luis Jorge [marido de Jane y padre de Míchel], quien visitaba al perseguido junto a Germán Pírez, y fue el que, como corresponsal de United Press International, remitió los telegramas que dieron a conocer en el mundo el proceso y el final del Corredera», explica el periodista. Las últimas ejecuciones a garrote vil en España fueron las de Salvador Puig Antich y Heinz Chez, el 2 de marzo de 1974.

Tanto las obras instalativas de Concha Jérez como la pintura de Jane Millares Sall exhiben una crítica abierta y manifiesta a la dictadura franquista en un contexto en que el arte creado por mujeres permanecía en segunda fila. En esta línea, las comisarias de El poder con que saltamos juntas, Patricia Mayayo y Giulia Lamoni, indican que esta muestra, sobre todo, «reclama el lugar en la historia de estas artistas y reivindica la dimensión poética y política de su obra». 

Pero el proyecto también nace con vocación de «explorar de forma conjunta el trabajo de las mujeres artistas en España y Portugal en los años finales de la dictadura y los inicios de la democracia», puesto que «la evolución histórica de ambos países tiene en esos años muchos puntos en común: tanto España como Portugal sufrieron largas dictaduras; de hecho, ambos regímenes adoptarán el mismo lema para resumir su ideología: Dios, patria y familia», indican las comisarias.