Danza

El Auditorio de Tenerife programa danza que no se ve, se escucha

La compañía colombiana Sankofa Danzafro ofrecerá sendos espectáculos este sábado y domingo en el Auditorio, ‘La ciudad de los otros’ y ‘La mentira complaciente’

Un momento de 'La mentira complaciente'.

Un momento de 'La mentira complaciente'. / El Día

Almudena Cruz

Almudena Cruz

Danzar no para ser vistos, sino para ser escuchados. Ese es el lema de la compañía colombiana Sankofa Danzafro, que este fin de semana ofrecerá un programa doble en el Auditorio de Tenerife. El primero de los espectáculos, La ciudad de los otros, podrá verse el sábado. El domingo, el público tinerfeño podrá disfrutar de La mentira complaciente. Ambas piezas están programadas a partir de las 19:30 horas en la Sala Sinfónica del recinto insular.

Las entradas para verlas, a 15 euros, se pueden comprar en la página web www.auditoriodetenerife.com, en la taquilla del Auditorio en horario de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas o de forma telefónica llamando al 902 317 327 en el mismo horario. Sobre el precio general de la entrada existen descuentos para menores de 30 años, estudiantes, desempleados y familias numerosas.

«Es la primera vez que venimos a Tenerife y estamos muy felices de poder llegar a este lugar y de compartir con ustedes lo que hacemos desde hace ya más de 26 años», explicó el director de Sankofa, el coreógrafo Rafael Palacios

Sobre el propósito de su compañía, que el propio Palacios creó en 1997, explicó que efectivamente su objetivo no es ser vistos, sino que se escuche su mensaje. «Ya no nos interesa ser vistos de maneras que nos expropian los conocimientos. Nos interesa ser escuchados, que se sepa lo que tenemos que decirle a esta sociedad: cuál es nuestra verdadera historia. No queremos seguir siendo leídos por lentes de investigadores o antropólogos que hablan de nosotros de una manera errada. Queremos contar nuestra propia historia y esa voz la encontramos también a través de la danza».

Detalle de 'La ciudad de los otros'.

Detalle de 'La ciudad de los otros'. / El Día

Los espectadores que acudan el sábado para disfrutar de La ciudad de los otros se encontrarán con una propuesta que Palacios ideó en 2009. «Fue una petición de la alcaldía de Medellín para conmemorar los 159 años de la abolición de la esclavitud en Colombia. Con bailarines de Sankofa y otros que escogí de la ciudad, todos afrodescendientes, pensamos en crear una obra que conmemorara esa fecha», recordó.

Si originariamente fue concebida para 20 bailarines, en el Auditorio serán 16 los intérpretes que darán vida a un espectáculo que, de nuevo, tiene en la denuncia su razón de ser. «Quisimos hacer énfasis en que la esclavitud no ha terminado sino que se ha transformado. Esas puertas que se nos cierran siguen siendo un legado colonial que no nos permite tener la vida digna que debiéramos tener en la sociedad actual», lamentó.

Sankofa, el nombre de la compañía, procede de un término africano que significa «volver a la raíz». Una palabra que encaja perfectamente con la labor que desempeñan. El trabajo de la formación se centra en la búsqueda de poéticas que parten de la danza afro, desarrolladas en el marco de lo cotidiano, lo tradicional y lo contemporáneo, como opción de vínculo social, crecimiento personal y posicionamiento de culturas locales en la dinámica nacional. 

A lo largo de su carrera la agrupación ha obtenido reconocimientos importantes entre los que se encuentra el Premio Nacional de Danza de Colombia en 2008, Prácticas Artísticas Antirracistas en Latinoamérica de la Universidad de Manchester- Inglaterra 2021 y la mención de las Naciones Unidas como Buenas Prácticas de Inclusión Social Afrodescendiente en Latinoamérica en 2010.

La mentira complaciente, la obra que interpretarán el domingo en el Auditorio, es una creación más reciente, del año 2019. Nació gracias a una beca del Ministerio de Cultura de Colombia y «lo que hace es delatar la hipersexualización que se le infringe a los cuerpos negros racializados».

Con esta pieza, Sankofa hace «un llamado para decir que nuestras danzas son un patrimonio, una herencia que somos capaces de desarrollar para hablar de lo que nos sucede, de nuestra propia historia. Esta coreografía es muy importante para nosotros porque en Colombia hay danzas tradicionales creadas en el Atlántico por la gente negra que en los últimos 40 o 50 años se han vaciado de sentido. Se bailan en taparrabos y se han convertido en unas danzas eróticas que no le cuenta al público lo que necesita saber de las historias de lucha y de resistencia que libramos a través del arte».