Danza

Flamenco en el Auditorio de Tenerife: María Pagés trae 'Paraíso de los negros' a la Isla

La pieza, inspirada en parte en la obra de Federico García Lorca, se podrá ver el próximo 21 de enero

Un momento del espectáculo.

Un momento del espectáculo. / El Día

Almudena Cruz

Almudena Cruz

La danza, concretamente el flamenco, será la protagonista del tercer fin de semana de enero en el Auditorio de Tenerife. María Pagés Compañía, liderada por la célebre Premio Nacional de Danza, volverá al escenario de la Sala Sinfónica para dar vida al espectáculo Paraíso de los negros.

Tal y como indica el título, la obra está basada en una de las creaciones de Federico García Lorca (Norma y paraíso de los negros) y en otra obra homónima de Carl Van Vechten. La pieza se podrá ver el próximo 21 de enero en el principal recinto cultural insular a partir de las 19:30 horas. Las entradas para disfrutar de ella ya están disponibles a través de www. auditoriodetenerife.com, en la taquilla y a través del número de teléfono 902 317 327.

Recién llegados de China, donde pusieron en escena Scheherezade –una pieza que ya se pudo ver en Tenerife en 2022– la bailarina y coreógrafa habló sobre su viaje a la Isla. Estuvo acompañada por el director de Paraíso de los negros, El Arbi El Harti, que también se ha hecho cargo de la dramaturgia. Juntos hablaron de la vinculación que la compañía, y de su centro coreográfico de Fuenlabrada, con la isla de Tenerife. «El público de ahí es maravilloso y además en Tenerife, a nivel de danza, hay una gran movida de la que siempre estamos pendientes. Hemos estado varias veces actuando en el Auditorio, en Mapas y en el Guimerá», recordó Pagés. El Harti, por su parte, aseguró que Tenerife es una isla de danza. «Es un lugar de creación y lo demuestra lo que se hace en Tenerife y todos los artistas que exporta la Isla».

Pagés y El Harti, pareja creativa y en la vida real, se han hecho cargo de todos los detalles: dramaturgia, coreografía, dirección musical, escenografía y diseño de vestuario. Completan el equipo de Paraíso de los negros Pau Fullana, al frente del diseño de iluminación, y Enrique Cabañas, que se ha hecho cargo del sonido. Mientras, sobre el escenario, al baile de Pagés hay que sumar el cante de Ana Ramón y Cristina Pedrosa, la guitarra de Rubén Levaniegos, el chelo de Sergio Menem, el violín de Dabid Moñiz y la percusión de Txema Uriarte.

Según El Harti, Paraíso de los negros es un espectáculo «muy vitalista que habla del miedo y de la violencia». Es, continuó explicando, una reflexión «sobre la violencia donde intentamos indagar sobre sus orígenes. Vivimos actualmente una suerte de cansancio de la democracia y el surgimiento de movimientos populistas que hacen de todo para mermar nuestra calidad de vida y equilibrio vital fomentando el miedo. Nosotros intentamos aquí indagar en ese origen, que es el que crea la violencia». Pagés, por su parte, recordó que la pieza también indaga en la búsqueda de la luz, de la salida. «Por eso es muy vitalista y activo. La música es original y en directo, los textos son maravillosos y hay una inspiración en ese mundo lorquiano menos conocido. Siempre se le asocia más a lo andaluz y a lo femenino pero hay una parte de su época en Nueva York donde se ve que él también estaba en esa continua búsqueda».

Es necesario recordar que además del Premio Nacional de Danza, Pagés cuenta con la Medalla de Oro de las Bellas Artes –que se le concedió en 2014– el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid y el IV Premio de Cultura de la Universidad de Sevilla. En 2015, Santiago de Chile reconoció también su espectáculo Utopía como la mejor obra de danza internacional.

El flamenco, sin duda, es un lenguaje que ha llevado muy lejos a estos dos artistas. Es una disciplina capaz de emocionar y captar la atención del público en cualquier punto del planeta. «Es realmente bonito que sea un lenguaje que empieza en la aldea para luego ser universal. La contemporaneidad es eso. Todo esto tiene un punto de arranque: un centro coreográfico en Fuenlabrada. Y desde aquí estamos en el mundo. La danza es universal en general pero creo que la flamenca lo es mucho más. Empieza como arte popular, en un espacio puramente tradicional, tiene esa capacidad sincrética de volar, buscar y conectar con el mundo. Acabamos de volver de China y hemos visto a chinos llorar de emoción», concluyó El Harti.