Novela negra

John Verdon: "Hay más odio en la política y la sociedad del que ha habido nunca, y los medios son cómplices de ello"

John Verdon, en su casa de las montañas Catskills, al norte de Nueva York.

John Verdon, en su casa de las montañas Catskills, al norte de Nueva York. / PAU SANCLEMENTE

Anna Abella

Cuando John Verdon (1942) se jubiló tras 30 años como publicista y se fue a vivir con su mujer, Naomi, a las Catskills, unas montañas al norte de su Nueva York natal, fue ella quien le instó a intentar publicar su primera novela negra, ‘Sé lo que estás pensando’, un éxito instantáneo protagonizado, como las siete siguientes, por el expolicía Dave Gurney, también retirado en una zona rural con su esposa Madeleine. Durante la entrevista por videoconferencia con el escritor, Naomi está a su lado. No se la ve en pantalla, pero se la intuye por el movimiento del brazo de una mecedora, por las risas cómplices que se le escapan ante algunas preguntas y por la revelación de él: "Es improbable ver a mi mujer andar por casa armada con una escopeta, como hace la de Gurney, pero me acaba de decir que, por motivos que se me escapan, duerme con un bate de béisbol al lado de la cama…". 

En su último ‘noir’, ‘El favor’ (Roca Editorial, en castellano y catalán), Gurney hace un favor a una amiga de su mujer y se pone a investigar la probable inocencia de un extenista de muy cuestionable conducta que cumple condena por un asesinato. El expolicía acaba amenazado por un asesino en la sombra, difamado por medios sensacionalistas y perseguido por la fiscal por una muerte. Y su matrimonio se tambalea. 

"Su relación siempre ha sido algo tensa, con expectativas mutuas insatisfechas. Madeleine esperaba que al jubilarse él fuera más marido y menos detective, que dejara esa vida peligrosa. De ahí la escopeta, para defenderse, pero también para hacerle ver la vida que le obliga a llevar. Y él esperaba poder hacer lo que le apeteciera. Su motivación siempre ha sido averiguar la verdad. Ahora ya no solo le mueve eso, sino el deseo de ganar, de vencer a los malos. Antes era como un Sherlock Holmes cerebral, racional, lógico, que resuelve rompecabezas; en eso sí es un poco mi álter ego. Pero ahora es más como el Sherlock de acción en el cara a cara final con Moriarti antes de caer por las cataratas de Reichenbach", se explaya Verdon, lector y admirador de Conan Doyle

La tenencia masiva de armas en EEUU es resultado del miedo y de la herencia del Salvaje Oeste

"En lo que no me parezco a mi personaje es en su valentía", confiesa con una sonrisa el autor de ‘El ángel negro’. Aunque no se arredra ante sus temores: en ‘El favor’ están muy presentes, ya desde la portada, las serpientes. "Donde vivimos ahora son chiquititas, pero las de la novela son producto de mi miedo cerval. Escribir sobre ellas me da una sensación de control, de ser yo quien manda, y tiene el efecto de contrarrestar ese terrible miedo", dice quien, cómodo con Gurney, piensa seguir la serie y no tiene en mente crear un nuevo protagonista.  

John Verdon, en su casa de las montañas Catskills, al norte de Nueva York.

John Verdon, en su casa de las montañas Catskills, al norte de Nueva York. / PAU SANCLEMENTE

En varios de sus libros, constata, se suceden las relaciones paternofiliales. "En este es el tema central. Arranca de la desesperación de un padre por recuperar el respeto de un hijo, pero surgen otras otras, unas nutritivas, otras destructivas", avisa. Tampoco es la primera vez que vierte una crítica sobre los medios de comunicación sensacionalistas. "Hoy hay una elección selectiva de los hechos muy venenosa. Nos encontramos ante grupos y colectivos que creen tener la razón, que viven en sus propias realidades y acaban odiándose entre sí. Hoy hay más odio en la política y la sociedad del que ha habido nunca y los medios son cómplices de este desastre. Muchos personajes mediáticos han descubierto que el camino hacia el éxito y la riqueza es alimentar ese odio. Solo les interesa generar audiencia y dinero. Es muy grave. No sé la solución para detener esas mentiras que tanta gente devora, pero no soy optimista"

"El veneno de internet"

Verdon evita nombrar a Trump, sus ‘fake news’ y sus medios afines, pero responde que "donde el veneno se vuelve más evidente es en internet, uno de los inventos más monumentales y maravillosos de la humanidad y potencialmente el más peligroso [con permiso, dirá en seguida, de la Inteligencia Artificial], porque facilita el aislamiento intercomunitario".  

La terapeuta Emma cree que la reinserción de un criminal es posible. "Hay mucha gente torcida que nunca se va a enderezar. Quizá solo cuando uno se enfrenta a su propia destrucción puede cambiar. O acabar destruido...". Opina también que "hay mucha gente en la cárcel injustamente. Si sacáramos a los adictos y a los que sufren alguna enfermedad mental, estarían mucho más vacías".  

Hay mucha gente torcida que nunca se va a enderezar

Con un millón de ejemplares vendidos en España (en una semana en librerías ya han lanzado la segunda edición), vuelve sobre la masiva tenencia de armas en Estados Unidos. "Es el resultado del miedo. Y un arma de doble filo. Hay más desgracias y accidentes a causa de las armas que vidas salvadas por ellas. En mi país, por desgracia, tenemos esa herencia del Salvaje Oeste. Vimos tantas películas de vaqueros pegando tiros y creímos que eran los buenos. Es parte de la cultura estadounidense. No se me ocurre cómo cambiarlo".  

Se despide Verdon y en la pantalla emerge la mano de su mujer saludando con un simpático gesto. Como escribe en el libro, la clave de una pareja es "el compañerismo".