La austriaca ‘Der Zwerg’ llega la próxima semana a Auditorio con tres funciones

El Auditorio de Tenerife recibe la más emblemática de las óperas del compositor austriaco Alexander von Zemlinsky, Der Zwerg (El enano), que podrá disfrutarse los días 7, 9 y 11 de marzo, a partir de las 19:30 horas. Esta nueva propuesta de Ópera de Tenerife es una producción entre Opéra de Lille, Opéra de Rennes, Fondation Royaumont y Théâtre de Caen y las entradas se pueden adquirir en la página web de Auditorio, así como en la taquilla del espacio escénico y de forma telefónica.

Con Alessandro Palumbo como director musical y con una propuesta escénica de Daniel Jeanneteau, además de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, las funciones contarán con una treintena de voces femeninas del Coro Titular Ópera de Tenerife-Intermezzo. Esta ópera de un solo acto está protagonizada por la soprano alemana Mojca Erdmann, quien encarnará a la infanta Donna Clara, y el tenor bilbaíno Mikeldi Atxalandabaso, como el enano. Completan el elenco Beatriz Díaz, Philipp Jekal, Nina Solodovnikova, Carmen Mateo, Maria Ostroukhova, Ezgi Alhuda y Sophie Burns.

El Auditorio recibe a ‘Der Zwerg’

Durante la celebración de su decimoctavo cumpleaños, la infanta de España, Donna Clara, recibe entre sus regalos un enano deforme y feo que canta y baila, con el que la infanta disfruta mucho. El enano piensa erróneamente que se ha enamorado de él pero ella lo rechaza y lo obliga a mirarse en un espejo. Al verse reflejado, comprende que la infanta no puede amar a alguien tan feo y desagradable, un descubrimiento que le provoca un ataque al corazón y muere. Esta ópera está basada en El cumpleaños de la infanta, una de las cuatro historias recopiladas en el libro de cuentos de Oscar Wilde Una casa de granadas.

El director insular de Cultura del Cabido de Tenerife, Alejandro Krawietz, explicó durante la presentación de esta nueva propuesta que la elección de esta ópera es un reflejo más del deseo de "equilibrio que queremos que tenga la temporada de Ópera, con producciones contemporáneas y de repertorio". Además, celebró que estas funciones se produzcan cuando el compositor Alexander von Zemlinsky "está adquiriendo relevancia, ya que se están recuperando sus obras", que reivindican además "el espacio intermedio entre el ámbito lírico y sinfónico".

Krawietz también habló de la parte biográfica de esta ópera puesto que Alexander von Zemlinsky estaba enamorado de su alumna de composición, Alma Schindler, futura esposa de Gustav Mahler. Ella correspondió inicialmente los sentimientos amorosos de Zemlinsky, pero finalmente rompió la relación. Esta obra se ha interpretado como una metáfora de la relación de ambos, puesto que incluso Schindler se refirió en varias ocasiones a la fealdad del compositor. Además, el director insular de Cultura trajo al presente esta ópera ya que "en la actualidad nos encontramos igual de preocupados por la imagen, aunque ahora todo se desarrolla en el ámbito de las redes sociales", puntualizó. Precisamente la imagen y la percepción que los demás tienen de uno es uno de los temas recurrentes en la obra de Oscar Wilde.

El director de escena, Daniel Jeanneteau, afirmó que Der Zwerg es "una obra muy particular" ubicada en la transición entre el siglo XIX y el XX, lo que se ve reflejado en su estructura de "forma muy fuerte". "Comienza de forma entretenida y durante su desarrollo se acelera de forma dramática", relató el experto quien precisó que existe "una significativa simbiosis entre la dramaturgia, la música y lo teatral". Por todo ello concluyó que se trata de "un reto muy interesante". En este sentido, alabó el nivel del elenco, que "tiene una gran labor interpretativa". A pesar de lo completa de la obra, afirmó que se trata de una propuesta "accesible para el gran público".

El director musical Alessandro Palumbo celebró que con esta nueva propuesta se cumple ya una década desde su primera colaboración con Ópera de Tenerife. Ahora, como director, afirmó que Tenerife se ha convertido en su segunda casa y Ópera de Tenerife, en su familia. Palumbo explicó que Alexander von Zemlinsky no es muy conocido, "ni siquiera entre los propios músicos", pero esta obra muestra "la facilidad que tenía para la escritura musical", siendo una "producción muy bella y con una música fascinante: compleja pero muy comunicativa".

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