El arquitecto tinerfeño Fernando Menis acaba de recibir en Estados Unidos la mayor distinción del Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form. La Convención Nacional de los Arquitectos de Estados Unidos, organizada por el AIA (instituto de Arquitectura Americano, en sus siglas en inglés) es el evento de referencia para el sector de la arquitectura y de la construcción del país, y se organiza todos los años en una ciudad distinta. El AIA Interfaith Design le entregó al arquitecto canario el Premio de Honor por la Iglesia del Santísimo Redentor de Las Chumberas, en el municipio de La Laguna.

Este año tuvo lugar en Chicago, del 21 al 24 de junio, incluyendo la feria de la construcción además de un intenso programa de encuentros, entregas de los premios AIA y seminarios, cuyo broche de oro ha sido el debate con el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama. La edición también se diferenció de las anteriores por haber elegido a Kimberly Dowdell como presidenta del AIA, la primera mujer negra en ocupar el cargo.

Aunque anunciado oficialmente desde principios de este año, no fue hasta el jueves pasado, 23 de junio, cuando Fernando Menis recibió el Premio de Honor, la más alta distinción del Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form por la Iglesia del Santísimo Redentor de Las Chumberas.

En representación del jurado, el premio fue entregado por Robin Whitehurst, miembro del AIA y Vice Presidente de Partners for Sacred Places; y Michael Janaskie, miembro del consejo director de la Comisión Interfaith Design del AIA.

En su breve discurso, Menis quiso agradecer al jurado por haber puesto el foco en una pequeña obra situada en una isla lejana; al Obispado de Tenerife, los feligreses y los patrocinadores, cuyos apoyos y compromiso han hecho posible La Iglesia de Las Chumberas, es decir han hecho posible «crear un lugar donde no lo había, un lugar para los vecinos.»

La construcción de la Iglesia del Santísimo Redentor de Las Chumberas, como muchas obras sociales emprendidas por la Iglesia Católica a lo largo de la historia, ha llevado mucho tiempo, quince años, y se ha solapado con el proceso de transformación del barrio de Las Chumberas, un polígono de 670 viviendas de los años 70.