El Festival Keroxen da por concluida su decimotercera edición con una actividad muy especial y que, por una vez, no tiene como protagonista la música, sino el medioambiente. La última jornada dominical fue dedicada a la reforestación de un espacio del municipio de La Laguna, donde se reunieron más de 80 personas para plantar plantas y pequeños árboles con los que compensar las emisiones de CO2 que se produjeron con el desarrollo del festival, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre del pasado año en Santa Cruz de Tenerife.

Esta reforestación se convirtió en una fiesta en la que se dieron cita participantes de todas las edades, desde niños que a tan temprana edad ya están concienciados sobre la importancia de cuidar el medioambiente hasta abuelos que saben que es necesario mostrar buenas prácticas a las futuras generaciones. Además, acudieron personas desde diferentes partes de Tenerife e, incluso, seguidores del festival de otras Islas, que no quisieron perderse esta cita en la que también se pudo disfrutar de un buen picnic para recuperar las fuerzas puesto que las 80 personas participantes fueron capaces de plantar unos 500 ejemplares. A pesar de que la convocatoria era de 09:00 a 14:00 horas, el encuentro se prolongó durante todo el día puesto que los participantes no abandonaron la tarea hasta que quedaron plantados todos los ejemplares vegetales dispuestos para la actividad.

La artista y miembro de la organización del Festival Keroxen, Pura Márquez, explica que esta acción nace con el objetivo de compensar las emisiones de CO2 generadas, por ejemplo, con los vuelos que trajeron hasta la Isla a los diferentes artistas participantes en los conciertos o los trayectos en coche que realizó el público para llegar hasta el Espacio Cultural El Tanque que acogió los conciertos.

En ocasiones anteriores, el festival estableció convenios de colaboración con medios de transporte como el tranvía para fomentar los desplazamientos colectivos y también ayudar económicamente a los espectadores. Además, siempre recomienda que los participantes se muevan en bicicleta para reducir la emisión de gases contaminantes. En esta ocasión, se ha decidido intervenir en una zona agrícola no cultivada en Bajamar para iniciar así el futuro Espacio Sonoro de Keroxen.

Pero la colaboración solidaridad de los participantes que el domingo reforestaron esta zona no fue la única de la que se ha nutrido esta iniciativa. El medio millar de plantas y árboles han sido recolectadas por la organización del festival a lo largo del último año. Aunque adquirieron algunas, la mayoría han sido cedidas desinteresadamente por diferentes colectivos que las han regalado para este fin, como vecinos agricultores de la zona o el Centro de recuperación de fauna silvestre La Tahonilla, que cedió una gran cantidad de plantas canarias. Así, en colaboración también con el Parque Agrotecnológico y Cultural de Bajamar se plantaron unos 150 árboles y arbustos canarios y 150 frutales, entre otras plantas.