Germán Gullón es el comisario de la exposición Benito Pérez Galdós. La verdad humana. Catedrático de Literatura Española y apasionado galdosista, ha dedicado buena parte de su vida al estudio del genial novelista canario. Muchos de esos descubrimientos pueden verse en la muestra del Cabrera Pinto.

¿Está presente la influencia de Benito Pérez Galdós en los autores actuales?

Me temo que no mucho. Parece que sí, pero en realidad no. Muchos de ellos, sin embargo, aceptan que Galdós es una presencia universal. Ha tenido una gran influencia y ellos reconocen su afición e interés por Galdós pero en la literatura no influyó tantísimo.

¿Qué pasó con él y con su obra que hubo un momento en el que no se le reconoció como debiera?

Este es uno de los secretos, sin duda. He publicado justo este año una biografía sobre Galdós y me di cuenta de que algo pasaba. ¿Cómo es posible que sus primeras novelas habían sido traducidas pero luego sus mejores y grandes novelas no lo fueron? Doña Perfecta, del 79, fue traducida a todos los idiomas del planeta: inglés, francés, holandés, danés, ruso, etc... Luego fue cuando pienso, ¿qué le pasa que de repente no es tan famoso? Muy sencillo, no ha sido traducido. Por razones que desconozco y nadie puede explicarse. Galdós publica La desheredada, El amigo Manso, El doctor Centeno, Tormento, La de Bringas, Lo Prohibido, Fortunata y Jacinta y Miau. No hay en ninguna literatura europea ocho novelas de esa calidad y de esa innovación técnica. No existe. Ni Zola, ni Flaubert, ni Dickens, nadie escribe algo de esta calidad. Y eso es conocido universalmente. Sin embargo no hay traducciones, ni siquiera al inglés, tampoco en Francia. Conclusión: ¿Cómo va a ser Galdós famoso en el mundo entero si sus mejores obras son desconocidas para todos aquellos que no hablaban el español? Mientras, en España, se traducía todo lo de fuera. La primera traducción al inglés de Fortunada y Jacinta, en la que yo colaboré, salió en 1986.

Cuando le plantean realizar este proyecto y acercar de nuevo a Galdós a la gente, ¿desde qué punto de vista se plantea diseñar la exposición?

La idea era, esencialmente, que en España se viera que Galdós no era solo novelista, ese ha sido otro gran error. Galdós fue novelista, pintor, autor de teatro, músico, político, periodista y así puedo seguir. De hecho, es el personaje más importante de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Primero quería enseñar lo que yo llamo las múltiples caras de Galdós y luego, segundo, quería mostrar la verdad humana. Galdós entendió perfectamente cuál era la misión de la literatura, que no es enseñar la verdad política o social sino esa cosa que llamamos la verdad humana, cuando el ser humano tiene un sentimiento que a veces contradice las normas sociales. Por ejemplo, en la mujer. La del siglo XIX era una sociedad patriarcal y la mujer no tenía más cabida que como cuidadora del hombre. Sin embargo, Galdós no tiene esa idea. Entre otras cosas porque a lo largo de su vida se da cuenta, especialmente a través del gran amor que tuvo con Emilia Pardo Bazán, que puede haber mujeres que tienen una capacidad intelectual tan grande o superior a la de los hombres. La mujer en la sociedad de la época no podía hacer nada, ni ser dueña de negocios, ni votar ni divorciarse. Sin embargo Galdós sabía que eso era algo injusto y sabía también cómo se sentían por eso. Eso es lo que él muestra en sus novelas, en todos los terrenos. Esa es la genialidad de la literatura, mostrar cómo es el hombre en cada momento.

Una de las curiosidades del paso de esta exposición por Tenerife es que se haya escogido un lugar donde se sabe que estuvo Galdós es un momento muy importante de su vida.

Sí. En el Cabrera Pinto se conserva su expediente, vino a examinarse. Esto es como cerrar un círculo. Tenemos también un documento del 3 de septiembre de 1862 donde figura que está aprobado con sobresaliente. Es lo que confirma que tenía el título de Bachillerato. Como en Las Palmas no había instituto, todo el mundo tenía que enviar cada año el expediente académico.

Y de dónde surge esa leyenda negra de que renegó de las Islas.

Eso no fue así. Él se pasada el día con canarios y estaba continuamente hablando con la gente de sus Islas, yendo y viniendo. Tenía a su familia, sus sobrinos, a su amigo León y Castillo e iba a la tertulia de canarios en el Café Universal de Madrid. En su casa se comía mucha comida típica de las Islas y toda su producción está llena de canarismos. Es una tontería increíble decir eso.

Una de sus grandes influencias fue el filósofo y ensayista Giner de los Ríos.

Sí, se hizo muy amigo de él en el Ateneo. Es el hombre más importante de la historia intelectual de España en el siglo XIX y fue su gran amigo.

De Galdós se puede decir, porque además fue periodista y llegó a dirigir dos importantes publicaciones, que fue un gran cronista de todos los cambios que se vivieron en España.

Efectivamente, sobre todo es un gran cronista de su tiempo. Piensa en Cervantes: un hidalgo y La Mancha. ¿Qué hace Galdós? Va a hacer lo mismo, la humanidad de ese personaje de Cervantes se plasma también pero en vez de hidalgos pone médicos, maestros, señoras de su casa y abogado. Todo tipo de personajes de la vida civil. Va a mostrar cómo esa sociedad nueva está naciendo, es la nueva realidad española que no es ya la de los hidalgos.

¿Qué curiosidades encierra esta exposición después de haber tenido acceso a los fondos de sus propios descendientes?

Galdós tuvo cuatro amores, uno de ellos es Lorenza Cobián, con la que tuvo una hija, la única que tuvo y que se llamó María. Hay aquí una postal que descubrimos mi mujer y yo mirando en casa de un bisnieto que no sabía que existía Se decía siempre que ella era analfabeta pero encontramos una felicitación firmada por ella a su hija María. La hice analizar por expertos y me confirmaron que era letrada aunque probablemente no en un estado muy avanzado, pero sí que sabía escribir. Recurrimos a los herederos, que tenían baúles con muchas cosas. Buena parte de lo que está aquí viene de un bisnieto suyo que se llama Luis Verde y que nos dio acceso a todo. Encontramos también un portarretratos que tenía en Santander, en su casa, en la que sale él por un lado y en el otro Lorenza con su hija María, a la que reconoció ya cuando tenía ya unos siete años.

"Es una tontería decir que renegó de las Islas; se pasaba el día rodeado de canarios y sus novelas están llenas de canarismos"

Germán Gullón - Comisario de la exposición de Galdós

También fue muy importante su faceta como dramaturgo...

Otra de las causas por las que Galdós tuvo menos fama de la que le corresponde es porque en 1892 inició una carrera de dramaturgo que va a ocuparle el resto de su vida, hasta casi su muerte. ¿Qué ocurre? Que tiene un éxito brutal y en 1902 empieza a publicar la Generación de 98: Azorín, Unamuno, Baroja, Valle Inclán. ¿Qué pasa? ¿Quién aparece todos los días en el periódico por sus éxitos teatrales? Galdós. Tuvo además a dos grandes actrices junto a él: Margarita Xirgu y María Guerrero. Ese es el segundo motivo de su olvido: los escritores del 98 pugnaron en cierta medida contra él.

Las cifras impresionan. Más de 70.000 personas visitaron esta exposición cuando estuvo en Madrid.

Unas 72.200, exactamente. En Las Palmas fueron 3.000 pero fue por cuestión de las normas de seguridad derivadas de la pandemia. Solo podían entrar cuatro personas en toda la casa.

¿Y cómo la ha recibido el público?

Ha sido impresionante. Las señoras de daban abrazos tras verla. Era una cosa tremenda. En Madrid, de repente la gente iba con libros de Galdós en el metro. La gente se emocionó al descubrir a este genio tan variado y que había cosas suyas que prácticamente podía palpar. Siempre hubo esa idea de que era un novelista del siglo XIX y ya.

¿De dónde le viene a usted la pasión por su figura?

Mi abuelo ya tenía todas las obras de Galdós, era institucionista, discípulo de Giner de los Ríos y abogado. Mi padre, luego, escribió un libro muy famoso que se llama Galdós, novelista moderno. Lo publicó cuando yo tenía cinco años y en la dedicatoria dice: A Germán, galdosista de la nueva generación. Ha sido una cosa de sentimiento personal, político y social.

¿Le emociona que la muestra haya llegado a Tenerife?

Me emociona, sí. Por muchas razones pero también porque es un entorno absolutamente privilegiado y maravilloso. Él estuvo aquí, por Tenerife pasó siempre que iba para Las Palmas porque no había tráfico directo hacia la Península.

¿Qué hubiera sido de Galdós hoy en día?

Pues hay que tener en cuenta que también fue un político bastante importante. Además de esa labor política, escribe maravillosos artículos en diversos medios españoles y unos muy importantes en la prensa de Buenos Aires. Lo que es extraordinario de esos escritos es que cuenta allí los mismos problemas que tenemos hoy en día, como el de las autonomías. Él dice que los políticos y los medios siempre se ocupan de la política pero no de los problemas de la gente. Cualquier avenida que tomes dentro de su vida termina con un pensamiento novedoso y que tiene relevancia para nuestro presente. Los genios tienen esa cosa, son capaces de ver mucho más y con mayor profundidad de lo que vemos las personas normales. Tienes que ser un hombre como él, que era muy tímido, introspectivo, que siempre estaba pensando, muy sensible.