TEA lanza su segunda exposición de 2021. Tras dedicar una retrospectiva a Luis Palmero, la sala retoma uno de sus temas favoritos de la mano de Céline Condorelli: la forma en la que varía la forma de ver el trabajo y el ocio en función del espacio. Dos años de vacaciones estará disponible hasta el 13 de junio.

TEA Tenerife Espacio de las Artes presenta su segundo proyecto expositivo de la temporada con una reflexión entre el espacio, su ocupación y la distinción entre el tiempo de ocio y el tiempo de trabajo. Dos años de vacaciones, que estará disponible para su visita hasta el próximo 13 de junio, trae por primera vez hasta Canarias la obra de Céline Condorelli (París, 1974). Tal y como precisó ayer el equipo artístico de la sala de arte contemporáneo del Cabildo de Tenerife, esta exposición “plantea una reflexión a caballo entre la arquitectura y las artes visuales con el fin de explicitar el conflicto que surge entre el tiempo de ocio y la conciencia política”.

El acceso a la sala será gratuito y el horario de visita se extiende entre las 12:00 y las 20:00 horas. Además, el proyecto se completará con un ciclo de cine y un taller impartido por la propia autora, que ayer no pudo acudir a la presentación debido a las restricciones derivadas de la pandemia del Covid-19. No obstante, envió un vídeo que sirvió para presentar su propuesta al público tinerfeño. “Esta exposición no es solo una realidad espacial también es una realidad social”, señaló. “Una colección no es solo un grupo o una serie de objetos, también es un número de personas que están juntas, como grupo, a través de su trabajo”. “Esta exposición sirve para pensar entre la relación existente entre el individuo y la institución, entre el trabajo y el tiempo libre”, agregó Condorelli, que destacó que la amistad, el juego y el ocio son conceptos que están también en esta muestra.

La exposición de TEA surge de la colaboración con el centro Frac Lorraine de Metz. Las obras de Condorelli dialogan con los fondos de TEA y los procedentes del espacio francés. Las piezas que aporta la parisina residente en Londres han sido realizadas en los últimos años: entre 2015 y 2021. De esta manera, se confrontan con trabajos de un arco temporal mucho más amplio y de diversa naturaleza: instalaciones, vídeos y fotografías ejecutados entre 1907 y 2013. TEA reúne para la ocasión firmas de la talla de Andy Warhol, Harun Farocki, Walker Evans. Alfred Stieglitz, Amalia Pica, Ursula Biemann, Geta Bratescu, Michael Snow, Lotty Rosenfeld, David Brognon & Stéphanie Rollin, Martha Rosler, Elliot Erwitt, Xavier Ribas, Robert Doisneau, Marine Hugonnier, Margaret Watkins, Norman Parkinson, Florence Henri, Alexander Rodchenko, Evelyn Hofer, Lynne Cohen, Emil Otto Hoppé, Lewis Wickes Hine, August Sander, Allan Sekula, José Ramón Bas y Manuel López.

“Esta exposición incorpora al discurso del museo las reflexiones sobre el espacio común”, destacó el director insular de Cultura, Alejandro Krawietz, que acompañó al director artístico de TEA, Gilberto González, en un breve recorrido por la sala durante la presentación ante los medios de comunicación.

González, por su parte, recordó que Condorelli ya participó en Fotonoviembre 2017 y destacó la labor del equipo de TEA a la hora de sacar adelante un proyecto que se ha visto rodeado de dificultades. “Se trata de una exposición muy compleja de montar ya que muchas de las piezas han sido ideadas específicamente para TEA. La obra procede de lugares tan distantes como Lisboa y Londres y ha habido muchas dificultades derivadas de la pandemia y de la nevada del mes pasado en Madrid. A eso hay que añadir la complejidad del transporte y el sistema de Aduanas”, lamentó. De hecho, aún falta por llegar una pieza que será incorporada durante los próximos días.

La propuesta de Condorelli no podía llegar en un momento más apropiado. Justo cuando el teletrabajo se ha popularizado como nunca antes en la historia, los límites entre el ocio y el trabajo son más difusos si cabe. “Encaja perfectamente con la idea que planteamos de que un museo como este no es un lugar para el entretenimiento sino para el conocimiento”, indicó González.

Céline Condorelli es arquitecta por la Architectural Association y master en artes visuales por la Goldsmith de Londres. De hecho, vive y trabaja en la capital británica y combina en sus creaciones varios planteamientos que pueden ir “desde desarrollar estructuras para aguantar (la obra de otros artistas, las formas del imaginario político, las realidades existentes y ficticias) hasta indagaciones de más amplio alcance en formas populares y emplazamientos discursivos cuyo resultado acostumbran a ser proyectos donde fusiona la política, el espacio público y aquello que le parezca más urgente en el momento”, explicaron desde TEA.

Las obras de Condorelli que forman parte de esta nueva muestra son Cotton Ruber (2017), Caveman Holes 1, 2, 3, 4 (2017), Contact Patch (Register of Collective Labour, pirelli Facotry, Settimo Torinese) I (2015), Contact Patch (Register of Collective Labour, pirelli Facotry, Settimo Torinese) II (2015), Grazie e Arriverderci (2018), Chinatown Portal (2016), Props (2020), Brise-soleil (2020), Permutations (2019), Zanzibar (2019), Limits to Play (2020), Spatial Composition 13 (2020), Bau bau bau (2015) y A Lot for a Little (2021).

Condorelli es autora y editora de Support Structures (2009) y una de las fundadoras de Eastside Projects, un espacio expositivo dirigido por artistas en Birmingham, en Reino Unido.