El Museo de Bellas Artes amplía sus salas con una nueva incorporación. Pese a haberse centrado siempre en la producción artística anterior al siglo XX, sus gestores han decidido hacerle un hueco en sus paredes a la pasada centuria. La Sala Negra reúne a Óscar Domínguez, Chillida y Millares, entre otros.

El Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife avanzó ayer en el tiempo. La institución dependiente del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife inauguró una sala dedicada a los artistas canarios del siglo XX. Con esta decisión no solo amplía la oferta expositiva sino que avanza en su arco temporal y aúna a las que son probablemente las mejores firmas de esa centuria en las Islas. En sus paredes cuelgan desde ayer firmas de la talla de Óscar Domínguez, Manolo Millares, Eduardo Chillida, José Dámaso, Cristino de Vera, Lola Massieu o Maribel Nazco.

Este nuevo espacio, que ocupa unas dependencias que anteriormente albergaban una selección de esculturas, se abre al público como la Sala Negra. Efectivamente, la veintena de piezas reunidas para la ocasión cuelgan en un espacio completamente oscuro donde estas magníficas creaciones son las protagonistas absolutas. El acto de inauguración contó con la presencia del alcalde Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y la concejal de Cultura del consistorio capitalino, Gladis de León. También estuvo presente la artista Maribel Nazco, que firma una de las fantásticas piezas que pueden contemplarse en el céntrico edificio, vecino de la populosa plaza del Príncipe.

Todas las obras pertenecen a los fondos del museo y algunas de ellas habían sido expuestas antes en otros de sus espacios. No obstante, es la primera vez que esta instalación dedica un lugar estable para este tipo de creadores. “Las colecciones permanentes del Museo de Bellas Artes se centran en obras anteriores al siglo XX. La selección de la Sala Negra pretende explicar someramente, con los fondos propiedad del museo, cuáles han sido algunos de los procesos de renovación plástica que tuvieron lugar en Canarias desde principios del siglo XX hasta los años 80. En ningún caso pretende ser una representación de la historia del arte del siglo XX”, matizaron los responsables del proyecto.

Durante la presentación, tanto el alcalde como la responsable del departamento de Cultura anunciaron su intención de reactivar este importante espacio artístico de la capital. “Este es un día importante para Santa Cruz y para la cultura porque sumamos este nuevo lugar para el arte”, destacó Bermúdez. “Quiero felicitar al equipo del museo y a la concejal porque esta inauguración demuestra el impulso que queremos darle a este espacio para que sea un lugar abierto no solo a todos los vecinos sino a todos los visitantes”, añadió el dirigente local.

Muchas de las piezas que se exponen en la sala son visibles al público por primera vez y forman parte del patrimonio de los santacruceros. Cronológicamente, esta selección arranca con la obra Golfo de Capri, de Juan Botas y Ghirlanda (1882-1917). La mágica luz que inunda este lienzo, que recoge uno de los paisajes más hermosos del mundo antes de que se construyera sobre el mismo acantilado la conocida Casa Malaparte, da la bienvenida a este nuevo rincón. “Aunque habitualmente está catalogado como un pintor decimonónico, rompe con la tradición de los paisajistas canarios anteriores. Tras su periplo europeo, los cuadros de Botas tienen marcadas características postimpresionistas que suponen una nueva forma de entender e interpretar la realidad a través de la luz”, aseguraron los expertos del centro.

En la Sala Negra hay espacio para las creaciones de artistas nacidos en los albores del siglo XX que rompieron con sus nuevos lenguajes y técnicas “la ortodoxia imperante en esos años”. Es el caso de Óscar Domínguez y Juan Ismael, de los que se muestran destacables obras. Además, la Sala Negra vuelve a dar la bienvenida a los fundadores de Nuestro Arte, un grupo de artistas de la década de los sesenta que encontraron en el Museo Municipal su segundo hogar y el cobijo para sus aspiraciones. Es el caso, por ejemplo, de Lola Massieu, la propia Nazco, José Luis Fajardo o José Abad. “Es una sorpresa recibir este apoyo al arte en estos tiempos tan inciertos que estamos viviendo”, aseguró Maribel Nazco, cuya pieza Metal forma parte de la selección. “Este museo copó la actividad cultural de la Isla en los sesenta y dio espacio a un grupo cuyo interés era la renovación. Nunca despreciamos lo anterior pero eran tiempos asfixiantes, no solo en Canarias sino también en Madrid”, recordó.

“Nuestro Arte dejó huella en las generaciones plásticas que vinieron después”, insistió. “Este museo nos acogió pero no se le ha sacado partido pese a tener unos fondos maravillosos. Está en un entorno idílico y felicito por esta iniciativa. Les vamos a seguir persiguiendo para que sigan apoyando así a la cultura y revitalizando estas salas”, dijo la artista dirigiéndose a los gestores locales.

Millares también juega un importante papel en esta selección del Museo de Bellas Artes. Tanto a él como a Chillida, cuyas creaciones cuelgan en esta Sala Negra, no se les puede englobar “sin más” en el campo de la abstracción y los rasgos que los diferencian a ambos enriquecen también esta cuidada propuesta el equipo del museo municipal.

Por su parte, la concejal de Cultura celebró una apertura que para ella es un “orgullo”. De León explicó el motivo por el que la sala ha sido totalmente pintada de negro, desde las paredes hasta el suelo y el techo. “Es un concepto que nos acerca a lo que se hacía en los museos en la década de los sesenta, donde lo principal eran los cuadros y su iluminación”, explicó. La edil también aseguró que todo el espacio es accesible y que las cartelas disponen de la información en el sistema braille. “Siguiendo las instrucciones que ha dado el alcalde seguiremos trabajando para darle más vida y abrir las puertas de nuestro museo a más personas”, prometió.

Esta tarde, la instalación acogerá la inauguración de la muestra de las piezas creadas en virtud de la Residencia Tarquis-Robayna de 2019, que no ha podido ser vista hasta ahora debido a la pandemia. Es necesario recordar que Néstor Delgado obtuvo la residencia de ese año. Asimismo, el Consistorio ha preparado una visita online al edificio que puede descargarse mediante un código QR.