Más o menos inquietos están Daniel Abreu y Carmen Fumero. La pareja de bailarines tinerfeños juega con la gravedad y el equilibrio, con el viento y la atmósfera, con sus cuerpos. Lo hacen dentro del espectáculo Más o menos inquietos, una pieza de danza de 20 minutos de duración que se podrá ver esta tarde, en la plaza de Los Remedios, junto a la Catedral de La Laguna, en dos pases a las 18:30 y a las 20:30 horas.

En esta relación entre los dos bailarines, el espacio en el que transitan es el tercer personaje en escena. Los dos tinerfeños aúnan su talento y su sensibilidad en esta propuesta de 2017 que hoy llenará de belleza las calles de La Laguna. El cariño por la tierra que les vio nacer -Daniel Abreu es originario de La Matanza y Carmen Fumero, de La Laguna- se reflejará en la puesta en escena de esta pieza íntima que se abre de manera sincera al público que toma el espacio a sus anchas para convertirse en espectadores y cómplices de la danza de los canarios.

El bailarín Daniel Abreu, Premio Nacional de Danza 2014, explica que este proyecto nació en 2017: "Me apetecía trabajar sobre la idea del equilibrio, pero no únicamente desde el equilibrio físico, que como bailarines es un aspecto primordial, sino también desde el equilibrio de las emociones, para experimentar y descubrir qué es lo que hace que se sostengan o se destruyan". El artista originario de La Matanza ya había trabajado con una temática parecida en otras ocasiones y, de hecho, La desnudez, la propuesta que le otorgó tres Premios Max en 2018, vuelve a retomar esta idea.

De este modo, Abreu y Fumero abordan el concepto de equilibrio, tanto en sentido físico como metafórico. No obstante, no olvidan que Más o menos inquietos es un espectáculo de calle y para todos los públicos. "Para el bailarín, eso conlleva repensar toda la pieza. No estamos ante un público que llega a la sala y se sienta en su butaca, sino que son personas que llegan, se van, pasean...", recuerda el bailarán.

Más o menos inquietos lleva la intimidad al espectáculo en la calle porque, tal y como explica Abreu, "no tenemos contacto con el público porque tiene un carácter bastante intimista esta propuesta". Y, no obstante, los artistas atrapan la atención del público desde el comienzo gracias a la movilidad de sus cuerpos, su quietud, sus posiciones llamativas, sus figuras, que más que coreográficas son poéticas. Esta propuesta artística de Abreu y Fumero es una obra totalmente abierta, que no tiene ni principio ni final y, en ella, la pareja y ese equilibrio que han creado a lo largo de todo el discurso coreográfico se diluye en el espacio y entre los espectadores para terminar con la función.

Espectáculo de calle

Más o menos inquietos es un espectáculo de calle que, como tal, está obligado a adaptarse a los diferentes escenarios abiertos en los que se representa. "Siempre tratamos de adaptarnos al espacio que visitamos porque estos lugares siempre nos ofrecen cosas diferentes y nos permiten una mayor movilidad, al contrario de lo que sucede con las propuestas para teatros", relata Abreu. Así, en la coreografía que se podrá ver esta tarde en La Laguna los bailarines únicamente se sirven es de sus cuerpos y de unas varas de madera. "El ambiente sonoro también ayuda porque la música que empleamos es bastante bonita y creo que refuerza mucho la idea que tratamos de transmitir", añade el bailarín tinerfeño. La pareja reconoce que cada vez se crean más espectáculos de calle pero el rasgo que diferencia a Más o menos inquietos con el resto de propuestas es "su carácter intimista y sencillo, y al mismo tiempo, la fuerza que tiene la coreografía".

La calle afecta mucho al bailarín quien, cuando sale de un recinto cerrado, ha de enfrentarse a diferentes factores externos que no puede controlar. Abreu afirma que, "en mi caso, me afecta bastante bailar en la calle" y explica que se trata de un escenario "desprotegido y las condiciones son más duras, tenemos que tener mucho más cuidado para no hacernos daño, aunque estamos entrenados para ello".

A pesar de las tablas de ambos bailarines, reconoce que actuar en la calle "también da más respeto porque la gente está más cerca y la respuesta del público es muy inmediata". Así, los artistas han de enfrentarse a los deseos de los asistentes, "quien se quiere quedar se queda, y quien se quiere ir se va. Por ahora, yo he tenido la suerte de que, en todos los espectáculos que he hecho en calle, nadie se ha ido, sino todo lo contrario: suelo empezar con un grupo y cada vez se van uniendo más personas y eso me gusta mucho porque significa que la obra que estamos defendiendo está llegando con fuerza. Y, al fin y al cabo, eso es lo que tenemos que hacer".

Más o menos inquietos lleva ya dos años de andanzas por las calles de España y, de hecho, en 2018 fue seleccionada para ponerse en escena dentro de la Noche del Patrimonio celebrada en Santiago de Compostela. Es, por tanto, una propuesta que "combina muy bien con el patrimonio", afirman los creadores quienes, no obstante, añaden que "nos hace más ilusión poder actuar en un lugar como La Laguna".

Y es que ambos bailarines cuentan con una estrecha relación con las calles laguneras. Abreu relata que la memoria emocional lo une a esta ciudad: "Recuerdo cuando comenzaba en la danza, hace muchos años, que actué en los patios del IES Canarias Cabrera Pinto. Tuve esa suerte. Tengo ese recuerdo como algo muy cercano, aunque mi vinculo con La Laguna no es muy grande".

No obstante, el Premio Nacional de Danza sí que ha tenido presencia en la ciudad de los Adelantados. "Pero sí que he hecho varias presentaciones con una gran acogida", explica Abreu, quien estuvo la pasada semana en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna presentando La desnudez.

Proyectos

Daniel Abreu y Carmen Fumero se reencuentran en Más o menos inquietos mientras continúan con su ajetreada agenda de proyectos, que los une y separa. Ambos coincidieron el pasado año en Lava, la compañía residente en Auditorio de Tenerife, donde trabajaron con los coreógrafos de La Intrusa en la creación Beyond, y con Fernando Hernando Magadan en la obra Bending the Walls. De hecho, Fumero comenzó este año a trabajar en la compañía La Intrusa de Virginia García y Damián Muñoz en Barcelona.

Por su parte, continúa con la dirección artística de Lava, que el 1 de diciembre estrenará dos nuevas creaciones a cargo de dos coreógrafos: Hush, del israelí Roy Assaf, y Yalacha, del coreano Dong Kyu Kim. Todo ello lo combina con las giras de sus espectáculos. Para el próximo año, Abreu viajará a La India y Alemania, donde ofrecerá programas de formación. Como el propio bailarín tinerfeño afirma, "el próximo año se presenta bastante cargado".