Miguel Campello (Elche, 1979), exlíder de El Bicho, actuará por primera vez en solitario en Tenerife el próximo 9 de noviembre, fecha en la que desplegará su peculiar sonido en el Auditorio de Teobaldo Power de La Orotava en el marco del Festival de Cortos de La Orotava. Las entradas están disponibles en la web tickety.es al precio de 18 ?. Campello es un creador simpar porque vive en un paraje rural de Murcia alejado del mundanal ruido, lo que propicia que su música se impregne de otro tipo de sonidos que poco tienen que ver con el resto de la industria musical.
¿Por qué canta y escribe Miguel Campello?
Canto casi por petición vecinal. La gente que me ha rodeado siempre me ha animado a cantar. Escribo para recordar. Si no escribiera recordaría las cosas de otra manera.
Empezó tocando en el rastro y en el metro de Madrid. Ahora lo hace en teatros y auditorios. ¿Por qué se tiende a despreciar a los músicos callejeros si la música es la misma?
Es como un regalo muy bonito que envuelves en papel de periódico. La primera impresión va a ser de rechazo. La gente no suele valorar lo que es gratuito.
¿Qué le llevó a pintar una reproducción del "Guernica" de Picasso?
Cuando llegué a Madrid me refugié en el Museo Reina Sofía y me encontré el Guernica de golpe. Me impactó. Nunca había visto un cuadro tan grande. Además encierra un gran simbolismo.
Su debut en solitario se titula "Agua, amor, pan y vino". ¿Qué significan esas cuatro palabras en su vida?
Eran los cuatro ingredientes que siempre había cuando me sentaba a la mesa a comer con mi familia, además de la comida que hubiera ese día. La música es algo artesanal. Vengo de una familia de zapateros, y algunos de los miembros de mi familia eran agricultores.
¿Por qué vive en el campo?
En el campo, campo. Aquí no llega ni la luz. Tenemos placas solares. Me he criado toda la vida en el campo. Siempre he necesitado un espacio para hacer cosas, un estudio de grabación, de poder hacer jaleo. En la ciudad es muy complicado encontrar un sitio en el que no molestes a los vecinos.
¿Qué diferencia la música de Miguel Campillo y El Bicho?
Las letras las sigo escribiendo igual que las escribía antes. Respecto a la música, en El Bicho éramos ocho integrantes y todos aportábamos ideas. La diferencia más grande estriba en la instrumentación.
¿Por qué El Bicho se ha tomado un respiro?
Más que un respiro es un hasta luego, que el tiempo dirá si será definitivo o temporal. Llegó un momento en el que cada uno encontró pareja y tuvo niños. Nos vemos de vez en cuando. No sé si en algún momento nos apetecerá volver a tocar juntos. A los músicos nos gusta mirar hacia delante en vez de mirar en las cosas que ya hemos hecho.
¿Qué influencia tiene el tiempo en su obra?
La palabra tiempo aparece de forma recurrente en mis letras porque es lo que marca nuestra existencia. Tanto el tiempo pasado como el tiempo futuro, qué he hecho, y qué voy a acabar haciendo.
¿Cómo escucha música?
Tengo varias maneras de escuchar música. Escucho vinilos, pero también escucho Spotify a través de unos cascos bluetooth. Lo importante es seguir escuchando música da igual cómo. Escucho la música que me apetece. Escucho discos enteros, pero no todos los discos están concebidos para ser escuchados enteros. Escucho Camarón, Enrique Morente, Vicente Amigo o Silvio Rodríguez.
¿El flamenco es la música por la que más querencia tiene?
El flamenco y la música brasileña. Me gustan mucho sus letras. Me gusta que me hagan pensar. Desde que sale el sol escucho flamenco. Me retrotrae a mi infancia. Me hace reír y llorar.
¿Cuál ha sido el sitio más curioso en el que ha actuado?
Pues al principio de El Bicho nos llamaron para actuar en un evento, en un sitio de la sierra de Madrid, en el que había aves rapaces y en el que había una cena medieval. Empezamos a tocar y delante de nosotros había dos búhos enormes con los ojos súper abiertos mirándonos. Durante quince minutos solo tocamos para los búhos. Fue surrealista.
¿Tiene algún ritual antes de salir a escena?
Escuchar el silencio. Necesito estar tranquilo y concentrado.
