Tenerife es territorio ElRow. Y ya son varias las fiestas en la isla. Y claro, hablamos irremediablemente de una sucesión de éxitos.

La marca española, de raíces catalanas, va de conquista en conquista. Así ha sucedido en ciudades icónicas como Nueva York, Amsterdam o Ibiza (por citar solo tres nombres) y así sucede también en Tenerife, donde más de diez mil personas se dieron cita ayer en la segunda gran fiesta del año de ElRow en Tenerife.

Su último gran golpe tuvo lugar en Costa Adeje, que fue territorio Farra World desde las 14.00 hasta pasadas las 00:00 horas.; hasta allí se desplazó toda su tropa de figurantes, de actores, zancudos y personajes casi de fábula que convirtieron el encuentro en una verdadera fiesta de colores.

Allí se dibujó su efímero y rompedor planeta de música electrónica, con ese concepto lúdico que lo hace único, con ese concepto carnavalesco que le ha abierto las puertas de los principales festivales y citas de muchos lugares en el mundo.

ElRow no es una gran pista de baile. ElRow es casi un cómic interactivo donde caben algunos de los mejores DJ del mundo.

También hay un componente extra de felicidad, un fluir lúdico que se refleja en las sonrisas, en las ropas y en continuas lluvias de confeti que inundan el espacio donde la diversión se convierte en uno de los principales protagonistas de este evento.

Y si hablamos de bailar, ayer los bajos vibraron al ritmo de Chelina Manuhutu, Matthias Tanzmann y Tini Gessler o el mismo Real El Canario, además de otros artistas del sonido como George Privati, Full FX, Juan La Cubana, Toger St Morgan, Fabio Neural o Dennis Cruz, que hicieron vibrar a todas las almas presentes en este fiestón. Ahí nada.

Ayer, con la complicidad del clima (sin tanto calor como en ocasiones anteriores) y con la música concentrada en dos escenarios.

Desde su efervescencia inicial, la complicidad, la diversión y la pasión por el baile va ganando en intensidad hasta llegar a cotas arrolladoras en las que poco importa lo que pase fuera de ahí. Es el planeta ElRow, que abduce, que contagia.

Otro sábado más fue día de baile en Costa Adeje. Otra jornada más de la que algún día se hablará como una más de las citas históricas que se han vivido en Tenerife.