La música de bandas en la Isla y el Archipiélago está de enhorabuena. La Agrupación Artístico Musical La Candelaria, de la Villa de Arafo (Tenerife), se alzaba con el segundo premio de la sección segunda en el marco del Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia, que tuvo lugar en el Palau de las Artes Reina Sofía, después de 20 años sin presencia canaria, en los 133 de vida que cumplía este prestigioso concurso.

El director, Carlos Daniel Albertos, no escondía que "este segundo premio nos sabe a gloria". Y eso que el hecho de haber sido seleccionados para participar en representación de Canarias en una cita de tal calibre para ellos ya representaba un galardón.

Pero lo cierto es que, más allá de eso, asumieron el reto y el grupo ha recibido la recompensa con un premio que viene a reconocer el enorme trabajo que han desarrollado. "No lo esperábamos y fue tal explosión de júbilo y alegría la que vivimos allí que va ser una sensación muy difícil de olvidar".

Detrás de este reconocimiento late un trabajo inmenso, porque la flauta no sonó por casualidad. "Siempre he dicho que las cosas se consiguen con trabajo, trabajo y más trabajo", sostiene el director. "El grupo se preparó a conciencia para asistir a este certamen y, además, sobre el escenario lo hicimos lo mejor que pudimos".

A propósito relata el esfuerzo y las largas jornadas "en compañía de profesores, especialistas, ensayos por secciones, ensayos tutti conmigo...". Tanto fue así que, durante las últimas semanas previas al viaje a Valencia, "empezábamos a ensayar a las cinco de la tarde y terminábamos hacia las doce de la noche".

Y no quiere olvidar este joven director que el triunfo se hace extensivo a las agrupaciones de la Isla. "No cabe duda. Las bandas tienen un gran protagonismo en la actividad cultural y creo que se pueden ver reflejadas en nuestro segundo premio".

Es más, subraya que la AAM La Candelaria acudió a este certamen en representación de Tenerife y Canarias "y nos sentimos orgullosos de haber dejado bien alto el pabellón, lo que certifica nuestro alto nivel musical", una circunstancia que, además, viene a significar que "más allá de nuestras fronteras se haya reconocido el gran desarrollo en materia docente que se está haciendo en el Archipiélago".

A juicio del jurado, la banda arafera quedó a una distancia mínima, de tan solo 5,5 puntos, respecto a la ganadora del certamen, la Asociación y Fundación Musical Manuel de Falla, de Illescas (Toledo), y con los 357 puntos que les otorgó el jurado superaron en 15 a la tercera, el Centro Artístico Musical de Xàbia (Alicante).

Los otros grupos que participaron en esta sección segunda fueron: Banda Uniao Musical Paranense (Portugal), Unión Musical Alqueriense (Castelló) y Banda de Música Cultural de Teo (La Coruña).

En los 45 minutos que abarcó aproximadamente el concierto, la AAM La Candelaria interpretó la obra obligada en el repertorio, la partitura Brigantia de los vientos, de la compositora argentina Eva Lopszyc, así como también Las Arenas (pasodoble de concierto), del maestro Manuel Morales Martínez, para cerrar su actuación con la pieza Music of the Spheres, de Philips Sparke.

Con el premio en el estuche, la vuelta a casa estuvo rodeada de un halo especial, de ese baño de masas que se reserva a los héroes y las heroínas, aunque siempre más inclinado al mundo del deporte y poco dado en el ámbito de la cultura, si bien la excepción la marca un pueblo como Arafo, cuya idiosincrasia se define por la música.

"Junto con el premio, el recibimiento por parte de la gente de Arafo ha sido uno de los mejores momentos que hemos vivido", reconoce Carlos Daniel.

La Corporación municipal ofreció una recepción oficial a la banda para agasajarla por el éxito conseguido. "Desfilamos por las calles del pueblo y nos recibió muchísima gente, también las autoridades", recuerda Carlos Daniel Albertos. "A todos ellos pudimos trasladarles las gracias, tanto al público que nos ovacionaba, como a los representantes políticos y a todos los organismos públicos que nos han apoyado para hacer realidad este sueño".

Este joven director reivindica la música de banda. "Nunca la he considerado de segundo orden; es un tipo de música que está al mismo nivel de la que hacen las orquestas o bien de otro tipo de agrupaciones; la música es música".

Y Carlos Daniel Albertos admite que cuando recibieron el galardón, que además de un diploma de reconocimiento lleva aparejado un premio en metálico de 2.000 euros, recordó a mucha gente. "A mi familia, claro, y a los músicos de hoy y de antes, a los que ya nos están entre nosotros" (Pausa).

En ese instante pronunció un nombre: Amílcar Gónzalez Díaz, el que fuera director de La Candelaria durante más de cuarenta años y una de las personas que la llevó hasta sus cotas más altas de popularidad, con varios premios en su haber. "Él marcó una forma de interpretar, un sonido del que somos herederos". Y siempre mantuvo la ilusión de que su banda participara algún día en este certamen internacional de Valencia, "un sueño que ahora se ha hecho realidad y con galardón.

También tuvo Carlos Daniel Albertos otro recuerdo para Roberto Pestano, "uno de los directores que está con nosotros".